10 mayo 2020

ROSS - Interstellar (Rock Indiana). Publicado en el nº 384 de la revista Ruta 66

No se sabía nada de Ross desde que hace ocho años apareciera 'Durante el fin del mundo' su disco en castellano, pero hace dos volvió a dar señales de vida con el Ep 'Ross Pop' volviendo al inglés habitual y preparando lo que es este trabajadísimo regreso, 'Interstellar'. Ardua tarea que, según palabras del propio artista le ha llevado bastante tiempo realizar.

La espera y el esfuerzo han dado sus frutos, y es que este 'Interstellar' es un viaje exuberante y orgiásticos por las sendas del pop lisérgico y la psicodelia luminosa, sin olvidar las melodías de voz y guitarras... que relucen vestidas de arreglos que fluyen a borbotones en teclados de diverso tipo: moog, mellotron y algún que otro cachivache...  y con un muy buen trabajo con la acústica, no siempre en primer plano, pero matizando con toques de aspereza orgánica.

El despegue comienza perezoso con la parsimonia de "Look" donde en ausencia de batería, la acústica, los arreglos y la voz se imponen a los sonidos eléctricos. Pero el festín comienza con el nervio rítmico de bajo y batería en "Do it" y el velvetiano martilleo de teclas (ese  waiting for my man) de "Perhaps the time" con los teclados colándose (como en buena parte del disco) por entre los resquicios melódicos.

El viaje por la psicodelia pop fluye asomándose a sonidos del tecno ochentero jugando con las luces y las sombras en "Sea windows", pero también al power pop vistoso  y noventero  en "Constellation" y a la new wave" vacilona de entre décadas en "What a will not". Los Beatles más ácidos flotan a lo largo del disco, pero sobre todo en la canción que da título al disco, precioso medio tiempo con el que ir preparando un gradual aterrizaje con los sincopados ritmos de "Taking off" y la contenida melodía de "Autumn song" para... ya en tierra, descomprimir con "My girl in a brand new home" bonito tiempo lento despojado de todos los incruentos que han dado brillo al viaje, salvo la acústica que acompaña a la voz en un precioso epílogo.

Feliz viaje al que ayuda un preciosista diseño de portada y carpeta interior con información cuidada al detalle, y que firma Susana López. Algo que desgraciadamente cada vez se ve menos... como el menú de los viajes aéreos. Quedamos en  espera de nuevos tránsitos... a ver si pronto.

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