
No pasa el tiempo por el de Birmingham, atrás queda la imagen mostrada en los caóticos, pero emocionantes conciertos de mediados de los 90', en los que su figura alta y desgarbada era protofito de la imagen garajera por excelencia. Los años y el físico no perdonan y ma ligera torpeza de moviimentos al subir a escena más un micro caído antes de comenzar, que no fue capaz de recoger por sí mismo hacían presagiar lo peor...
... presagios afortunadamente no cumplidos y es que ya con los primeros acordes moduló su característica voz para sonar mejor que nunca, al frente de los riffs de guitarras más rabiosos o los acordes más sedosos. Sin eludir su responsabilidad en la guitarra, se mostró eficaz y en forma, se le notaba cómodo y disfrutando, haciendo disfrutar junto a una banda de forajidos del mismo pelaje (no eran los Tupper en esta ocasión) que le siguen con convicción. Repasó repertorio de todas las épocas, en solitario o con The Bounty Hunter "Hocked to your hearth" pero sobre todo de Jacobites "Heart of hearts" con momentos de excelencia guitarrera y melodía de voz en "Over and over" o "Pin you heart to me". En los bises una de las más originales versiones del manido Fun House "stoggiano" que logró que sonara sedoso aunque sin perder su rudeza y para finalizar, sonaron los acordes del "dylaniano" "Knocking on heavens door" que enseguida evolucionó en otro clásico imprescindible "jacobita" Kings and queens"... aunque él no se lo quitó en toda la noche las allí presentes sin nos quitamos el sombrero... la leyenda del último forajido continua.

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