09 mayo 2015

NAPOLEÓN SOLO - Máximo Ruiz Ferrer (Ernie Records)

El tercer del disco de los granadinos se presenta envuelto en un halo de misterio. Poco o nada sabemos de la persona que da nombre al disco... salvo que, como ellos dicen, es un homenaje a alguien del pasado o aún  por aparecer. Real o imaginario este personaje articula las músicas y letras de un disco que... desde el cuidadísimo digipack que lo envuelve hasta el último de los arreglos de sonido se desmarca de la actual maraña de músicas instantáneas en busca del éxito rápido. Es éste un disco para escuchar del tirón, sin single al uso pero sin altibajos, rico en instrumentación y arreglos... pero sin estridencias. Un disco que necesita del oyente, pues se percibe de forma diferente en cada  escucha y cada contexto más para saborear en la intimidad individual de un espacio cerrado que en el bullicio colectivo de festivales masivos.

"Matamuertos y la cruel" se despereza entre la inquietud y el suspense con el piano y la voz de Alonso como protagonistas que desemboca en un bonito juego de psicodelia pop. Un brillante comienzo que da paso a "Pequeña canción del espacio “donde la tensión se torna tenebrosa... e indefinida, entre sonidos levemente distorsionados y electrónica sutilmente desarreglada. En "Las cinco menos veinte" el sonido se vertebra entre la melodía y estribillo pop más reconocible en directa relación con su cancionero anterior, lo mismo ocurre con la luminosa "Yuliana, Juliana" con una acogedora melodía de voz que nos sitúa en confortables ambientes pretéritos. También "Saltando hacia afuera" se mueve por los mismos territorios peor en un tono más oscuro. 

"Del amor perdido",  "Llegó el verano", "Sebastián" recorren de nuevo sendas poco definidas: años sesenta, psicodelia onírica, surrealismo pop, aires del sur... valiosas en su indefinición. En el Ecuador del disco, "Emilia y Pepe" es el único momento en que se desmarcan del poco ortodoxo guión, con disonantes arreglos de violines que arropan una melodía entre la copla y el flamenco más popular es el único momento para salirse del poco ortodoxo guión. Como epílogo en "La leyenda de la persona libre" salen a la superficie esos tonos circenses habituales en parte de su cancionero... pero que en este caso están en un poco visible segundo plano.

En definitiva, un disco ambicioso y no exento de riesgo, del que salen fortalecidos. Atenúan el aluvión sonoro de sus primeros discos (excesivo a veces) y se desmarcan de la actualidad con unas canciones indefinibles temporalmente y no aptas para  la escucha rápida. Máximo Ruiz Ferrer presenta enigmas que... aunque se resuelven a cada escucha, no dejan de plantearte oros nuevos.


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