19 julio 2012

LAGARTIJA NICK (14-7-12) El Sol - Madrid

Han pasado más de veinte años desde que los granadinos publicaron Hipnosis, su primer disco que sorprendió por su psicodelia oscura y efervescente con ataques punk y atmósferas anfetamínicas que sembraron el caos en los primeros noventa (momento de confusión entre los últimos rescoldos del agotado pop de los 80' y  el estallido "indie" de los 90'. Una propuesta diferente en su momento que se presentaba integra en esta noche de verano y dudas provocadas por el paso del tiempo.

Con la formación original. Juan Codorniu y M.A.R. Pareja e las guitarras y los incombustibles Antonio Arias al bajo y voz y Eric Jiménez en la batería arrancan ante un público que no llenó la sala (probablemente el fin de semana de festivales veraniegos se hizo notar), las canciones de Hipnosis.

Comienzan con "Sonic Crash" un vendaval de ruido instrumental ideal para comenzar conciertos pero que, extrañamente no abría el disco. No se respetó el orden pero sonaron todas claro. En directo las canciones empiezan a sonar bien desde el primer envite eléctrico, el primer arreón de guitarras y los contundentes baquetazos de batería.  El sonido hace justicia a las melodías y lo primero que se te viene a la mente es si (al margen de lo que fue el disco y sus reconocidos errores de juventud por parte de banda, productor y discográfica), las canciones de las bandas actuales lograran mantener el nivel veinte años después.

Lagartija lo logran, con unas canciones más vigentes si cabe aun que en el momento en que fueron grabadas... ¡¡¡ y no sólo por el sonido !!! sino sobre todo por las letras, donde ya aparecen las obsesiones que desarrollará Antonio Arias como letrista a lo largo de la larga trayectoria de la banda: la publicidad y los Mass media en constante dinámica futurista, las alusiones a personajes cinematográficos y musicales, las histerias colectivas del siglo XX... el festivo apocalipsis que es en realidad este Hipnosis ejemplificado cuando sonó "Napalm" un estallido de rabia con todos los ingredientes sónicos lagatijeros: frenesí en las guitarras, distorsión, ruido y caos que se controla a golpetazos de batería contundente.

Junto a las emblemáticas "Déjalos sangrar", "Disney world", "No lo puedes ver" o "Hipnosis" destacó  "La gran depresión" que Antonio presento contando que no pensaba que la fuera a tocar nunca más y que por su evocadora cadencia fue el antídoto perfecto al aluvión eléctrico al que estábamos siendo sometidos. Una buena canción a descubrir de nuevo.

Tras Hipnosis fueron sonando las caras B de los singles, "Policía detrás" sonó trepidante y actual, después, las versiones de aquellos años que también aparecieron en el Ep "Algo cínico que recogía la caras B y versiones,"I had too much to dream last nigh" de Electric Prunes y "No man's land" de Sid Barret en su primer disco en solitario tras abandonar (o que le abandonaran) Pink Floyd".  Las  primeras filas se encienden con Gari y Rober de Ornamento y Delito en pleno como maestros de ceremonias en éxtasis.

Para finalizar  esperado homenaje a Morente y el seminal Omega  ¡¡¡ no podían faltar !!!de donde rescataron "Ciudad sin sueños" que en sus estrofas finales junto con algún fragmento de la solicitada (pero no interpretada finalmente) "Celeste". Tensión y pasión para cerrar la actuación, donde se echaron en falta algunas canciones de discos como "Inercia" y "Su" que junto al homenajeado "Hipnosis" forma la trilogía de referencia inicial de la banda.

Con las estrellas en retirada y despertando el sol en plena Gran Vía canalla de peleas callejeras, en larga conversación con Antonio, reconoce que llevan en el repertorio "Nuevo Harlem" y "La curva de las cosas", preguntado sobre su no inclusión en el concierto, entre risas y camaradería alude a Eric que se encuentra al lado, este evita culpas y ríen. ¡ Canallas !

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