En noche de artificial sábado de carnaval madrileño, presentó Susana Cáncer su segunda incursión en solitario "Crímenes y promesas". Historias evocadoras presentadas en la intimidad de esta pequeña pero vital sala, y rodeada de viejos compañeros de aventuras musicales y amigos. No faltaron entre el público Javier Almendral, Nacho Laguna, Alicia Salguero, Pablo Cobollo... parte de los que formaron algunas de las bandas del "underground" más intrépido y arriesgado que incendiaron el Madrid de los 90' con su particular "noise"... Chatarreros de Sangre y Cielo, Vírgenes Adolescentes...
Las múltiples colaboraciones que aparecen en el discos se redujeron a trío básico de guitarra acústica y saxo, más ritmos grabados a cargo de J. Bagüeste (siempre ahí, en la sombra). Todos los arreglos en un segundo plano, al servicio del leve teclado y sobre todo a la voz de Susana que, entre desgastada y susurrante, consigue que te dejes llevar por las evasivas letras de sus canciones mínimas. Muy personales.
Destacó la interpretación que hizo de "La casa Vacía" con un cierto toque bosanovero, y una críptica "Crímenes y promesas", también la oscura "Sirenas" y "Océanos de fantasía" la adaptación que aparece en el disco de la canción de Boney M, fue otro de los mejores momentos. Las sorpresas llegaron en forma de versión: "Amigo" de Roberto Carlos y "Arponera" de Esclarecidos. ¡¡¡ Curioso !!! Cuando sonaba este disco en El Confiscador de Sonajeros (versión radiofónica) hablamos de Susana como un cruce entre Crisitina Lliso y Patti Smith.
De su primer disco, se acordó de "Gasolina de besos" y ya en los bises una muy emotiva "Desorientada" y "Mata-Hari". Incomprensiblemente se "olvido" de "Brillante y entero" la magnífica canción que abre el último disco. Y así como apareció se fue, como sus canciones, con brevedad y sutileza... sin hacer ruido... casi sin querer, dejando sus historias en el ambiente.
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