Cuarto
trabajo del veterano cantante de Lousiana que tras una esforzada y laboriosa
vida: en el ejército, como propietario de una carpintería, músico aficionado…
tras una ceguera casi total, consigue finalmente dedicarse a lo que realmente
le apasiona: “cantar” historias. A sus setenta años está viviendo una segunda
juventud, impulsado por el reconocimiento de Dan Auerbach (Blakc Keys) que es
quien produce sus discos, incluido éste, en el que el sempiterno hombre de las gafas oscuras y
barba blanca, con su rasgada voz de registros variados y modulados en función
de las canciones… cuenta su azarosa vida, la de los que le rodean y la de su
lugar.
Aferrado
a su tierra, con la que mantiene diario vínculo con sus habitantes, se rodea de
personas cercanas como su hija y nieta a las voces y coros, para cantar sobre
el sur, que reivindica para que sea conocido sin prejuicios. Lo hace entre el
blues sureño: festivo y de
aire campestre ’What goes around (comes around)’, pesado y granulosos ‘Waist of
time’, pero también pantanoso ‘Aligator bait’ además de con sonidos del soul menos ortodoxo
‘Living in a suitcase’ o ‘Sneakin’ around’ e incluso acercamientos al góspel; más
reconocible en ‘Lucky day’, algo menos en ‘Nobody wants to be lonely’
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