14 septiembre 2023

Javier Arnal y Vera Acacio (8-9-23) El Juglar (Madrid). Publicado en la web Ruta 66

En la intimidad del reducido pero entrañable garito de Lavapiés y la complicidad y responsabilidad de estar rodeados de un buen puñado de amigos: músicos la mayoría de ellos (Javier Colis, Nacho Laguna, Jesús Alonso…) como el propio artista reconoció, comenzó el concierto descorchando el cava. Arnal formó parte en los 90’ de Los Chatarreros de Sangre y Cielo que acompañaron a Javier Corcobado en sus años de salvaje guitarra tormenta, pero esta noche atemperó tempestades instrumentales, que no emocionales, en formato dúo de guitarra eléctrica ella y acústica él. Ambos repasaron ordenadamente las canciones de su trayectoria musical juntos. 

 
Comenzaron con las que forman parte de ‘Canciones Defectuosas’ «My Desert», «Summer Wine» (El clásico de Lee Hazlewood con la empezó todo, comentó), «I’ve Lost My Angel»… canciones de frontera, polvorientas como el desierto de Tabernas del que proceden, de sonidos áspero y cavernoso, como la voz de Arnal, pero matizadas por el sonido templado, cósmico en ocasiones, de las guitarras.
 
Limaron asperezas con las canciones correspondientes a ‘Tus Besos’ disco temático dedicado al afectivo y placentero gesto realizado con los labios, con el castellano ya como protagonista y en sus diferentes formas: suave, sucio o desde el bar con Arnal afectando la voz y Vera aliviando el momento con la suya en susurro «Yo Tengo Un Beso».
 
En la parte final, espacio para las canciones de ‘El Impostor’ vuelta a los sonidos oscuros y viscerales para contar cinematográficas historias de loosers y murder ballads, con Javier ataviado con sombrero y megáfono «El buhonero» o «El Valle del Escarmiento» vuelta de tuerca del original firmado por el compositor lucense Kike Ganso ¡que sonó como un afilado ladrido! Para finalizar con el poeta Víctor García Álvarez ‘Las fosas comunes’ (Autoestudio 2023)… y una aristocracia reverencia, él y afectuoso beso ella que, uno a uno, fueron regalando a buena parte de los asistentes, nada más bajar del escenario. Una fraternal celebración del desierto en la meseta.
 

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