Aunque Steve Wynn lleva dos décadas defendiendo con sus diferentes proyectos
(muy presentes sobre todo en España), ya fuera en solitario, cono con
Guterball, con el Miracle Three o incluso con Australian Blonde, The Dream
Syndicate llevaban casi 20 años en vernación.Volvieron hace cuatro años, después de un parón de casi veinte y aunque se dice que segundas partes nunca fueron buenas, los angelinos han demostrado lo contrario. Sus dos discos de resurrección "How did I find myself here? (2017) y "These times" (2019) no solo no tienen nada que envidiar a los que editaran entre el 82 y el 88 del pasado siglo, sino que incluso los superan. Dos discaos que los sitúan como una banda que sin abandonar sus orígenes, se aleja de tentaciones nostálgicas. Con un directo arrollador, como ya apuntaran hace año y medio en el Azkena.
En dos horas muy bien aprovechadas equilibraron un repertorio que pasó por cada uno de los seis discos que jalonan su discografía, centrándose sobre todo en los dos últimos y en aquel con el que se estrenaron en el ya lejano 1982 "The days of wine and roses"... desde los sonidos más oscuros hasta las más psicodélicos, pasando por los más progresivos... cósmicas... rockeros... powerpoperos... todo ello a veces mezclado en un misma canción.
Con lleno absoluto y con un excelente sonido que reforzó los magníficos duelos de guitarra entre Steve Wynn y Jason Victor y los teclados de Criss Cacavas (el ex Green on Red forma parte de la última grabación y está en la gira), sorprendieron de inicio con los más de diez minutos de "How did I find myself here", desarrollo instrumental a degüello que delo el listón muy alto a las primeras de cambio. Pero listón siguió subiendo con la pulsión psicodélica de "Put some miles on", la tensión oscura de "80 west" que reflejó a la perfección el ayer y hoy del sonido de los californianos, al igual que la brillante y acuosa "Black light" a la que sucedió la contundencia rítmica y guitarrera de "Out of my head" un cañonazo que nos dejó noqueados. Mucha pólvora en media hora y sin agarrarse aun al repertorio clásico...
...que llegó para situar las revoluciones en su sitio con dos de las cancones de su segundo disco la intrigante "The medicine show" que le da nombre y la nuevaolera "Armed with and empty gun", para volver de nuevo al presente con el emocionante medio tiempo "Bullet holes" y la crepitante "Recovery mode" con Cacavas luciéndose en los teclados. A partir de ahí tiempo para recuperar y actualizar su primer disco con la oscurísima e íntima "When you smile" y la enérgica y vitalista "Haloween" y la inicialmente tétrica y finalmente cabaretera "That's what you always say"
Entre medias, una versión "Hero takes a fall" de The Bangles que sonó adictiva y glamurosa y vuelta al presten par finalizar con "Glide" medio tiempo que avanza y se eleva con la banda brillando con sus instrumentos, como lo hicieron toda la noche. La íntima ensoñación de "Still here now" abrió el bis que continúo con el repertorio antiguo "Tell me when is over", "The side I never show" y la inevitable y aplaudidísma "The days of wine and roses"...
...y tras un jolgorio como no se veía hace tiempo, ¡ de allí no se iba nadie a pesar de la hora ! tuvieron que salir para un segundo bis que incluyó de nuevo dos canciones de su primera etapa, las más calmadas "When the curtainns fall" y "Bostón" ¡ Vaya concierto que se marcaron ! Con veinte canciones sobrepasando las dos horas de actuación Que mejor manera de celebrar un martes cualquiera de otoño los cuarenta años en activo de la sal El Sol y los 10 de la promotora Heart of gold.
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