Ahora como Spectrum, se presentó con una sugerente puesta en escena de luces e imágnes sobre un fondo de pantalla, con su figura situada en un extremo del escenario y en el otro extremo... a cierta distancia y sentado el guitarrista Jason Holt. Reconcentrado en los botones de su sampler, cacharreó con las bases programadas recreando loops, reverbs, delays... para transitar por sendas sonoras, expansivas y envolventes.
Comenzó con "Transparent radiation" de los pioneros de la psicodelia sesentera Red Krayola, para continuar con "All night long", "Lord, I don´t even know my name" y "I know the say" con la voz colándose entre el recitado y el susurro entre los resquicios sonoros. En la recta final "Che" de Suicide" progresivo trance con las guitarra retorciendo su sonido sobre una voz oscura y solemne, y tiempo para recuperar la etapa Spaceman 3 con "All night long" y una versión larguísima de "Big city (everybody know can be found here)" que sonó enérgica... y lo más aproximado a "una melodía pop".

Comenzaron con "Cotard" como si un instrumental de serie televisiva de los sesenta se tratara, para continuar con la bossanovera "Splendor soils" y "Río revuelto" con un largo desarrollo que se mueve entre aires morunos y progresivos con ritmos y melodías cediéndose el protagonismo.
La paleta de sonidos es amplia y toca los terrenos menos duros del krautrock en "Despertar"... que nos introdujo además en los terrenos del folk épico... y de ahí al spaquetti western de "Saquesufáh" que nos preparó para los aires morunos de "Oxi" y "Verdiales del encuentro" y a los sonidos del blues del desierto en "Las dunas de Diabat", para finalizar con "Solera", epílogo perfecto en el que muchos de los sonidos anteriores convergieron en psicodélico agujero negro.

Abrieron con "Malibu love nest" mostrando ya desde el inicio una pertinaz base rítmica (Britta Phillips al bajo y Lee Wall a la batería) sobre la que fluyen libres los elegantes... y desatados al final de la canción, punteos de la guitarra de Dean Wareham. A continuación sonó la evasiva disonancia de "Sidehow by the seashore", la agridulce y creciente "Superfreaky memories" y el pop telúrico de "Bewiches" que desembocó en la imprescindible (siempre aparece) "23 minutes in Brussels" su más explícito homenaje a la Velvet.
A continuación, la poco conocida y menos trascendental "Still at home", una de las canciones que firma además de cantar Sean Eden. En los directos, al menos una de ellas entra en repertorio, habitualmente es la emocionante "Broken chair" pero esta vez... Vuelta a los momentos mágicos con el diálogo recitado a dúo de "Bonnie and Clyde" original de Serge Gainsbourg interpretado por Britta y Dean que bordaron una vez más.
En la recta final la ensoñación sideral de "Moon palace" y la explosión de la tensión pop que es "Friedly advice" con su pegadizos coros... y para terminar "Indian Summer" una habitual despedida, original de 'Beat Happening' que Luna han hecho suya haciendo que las guitarras crezcan hasta enmarañarse. ¡ Pero hubo sorpresa ! pues Wareham recordó sus tiempos de Galaxie 500 con la festiva "Strange". Gran broche final.
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