Muchos acontecimientos en el día internacional de la música, la mayoría gratuitos, no evitaron que Moby Dick presentara una buena entrada para ver a los británicos Githead, ultima banda del ex-Wire Colin Newman, que presentaba su tercera entrega "Art Pop".
Tras un comienzo un tanto anodino, hubo que esperar a "Drive by", un autentico himno eléctrico a todo volumen , para empezar a meterse en concierto, y no solo el público, también la banda que pareció despertar. Después con "Lifeloops" cantada por la bajista Malka Spiegen la hipnosis se hizo tensa y oscura, con todos los músicos como un auténtico metrónomo jugando con los silencios. También fue bien recibida "All set up" que los sitúa en la línea que oscila entre el art-punk de Wire y la oscuridad post-punk de Joy Divison.
Se movieron bien entre ritmos muy consistentes, con batería y bajos de dureza minimalista y milimétrica, sobre los que brillaba la guitarra ácida en las que se concentraba Newman, desatada en algunos momentos en un caos controlado. Algo más dispersos estuvieron cuando les tocó defender sus canciones más techno, "Jet ear game" no sonó bien con la electrónica ocultando en exceso las guitarras y además con problemas de sonido. Certeros en cambio cuando la guitarra era protagonista, sobre todo en el final y el bis, donde Newman pareció desatarse y dejarse llevar con su guitarra que por momentos hacia recordar al Robert Fripp más frenético.
En definitiva fueron de menos a más, gustando y gustándose al final, y aunque su imagen en escena es de excesiva seriedad, acabaron sonriendo y con gestos cómplices.
Abrieron Rosvita de los que ya hemos hablado mucho en anteriores entradas de este blog por lo que sólo recalcar que fueren el mejor telonero posible, el surrealismo festero-sónico sigue cada vez más sólido.
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