Todo vendido y gran ambiente para
celebrar el cuarenta cumplamos de ‘The Days of Wine and Roses’ el estreno
discográfico de la banda liderada por Steve Wynn que para la ocasión,
dividieron la actuación en dos partes. La primera consistió, en algo menos de
hora y media, en repasar su discografía de los últimos cinco años, la que marca
el regreso de la banda con nueva formación, incluido el reciente nuevo disco ‘Ultraviolet Battle Hymns and True Confessions’. La segunda parte, de una duración similar, festejó
el citado disco.
Con el atmosférico medio tiempo «Bullet holes» comenzaron una actuación que continuó electrizante con «Out of my head» y
«Put some milles on» donde las guitarras comenzaron a derrochar tensa y
elegante energía acelerada. Un respiro para presentar el nuevo disco con un
agridulce y recitado «Damian» y una evanescente y sideral «Everytime
you came around», para entre ambas, desperezar las
guitarras rescatando » de su legado ochentero «Burn que sonó muy Dylan at
Budokan. Canciones en los que se echó en falta el teclado de Chris Cacavas, que
no apareció esta vez. También en «Recovery
mode» que sonó muy Joy Division con la batería de Dennis Duck sonando brutalmente contundente.
A partir de ahí las guitarras de Jason
Victor tomaron más protagonismo aún si cabe, con el la urgencia eléctrica y
cinética de «Trying to get
over» que Wynn presentó como la primera que había compuesto
junto a Dennis Duck tras cuarenta años
juntos. Tremendo duelo de guitarras en «Everytime you came around» los diez minutos -que parecieron
ser más- de psicodelia elegante y progresiva que sonó a The Door en
algunos momentos para finalizar con la distensión rítmica y psicodélica de la también
extensa Glide cerraron un set que tras
quince innecesarios -al menos para el público-
minutos de descanso dierob paso a
la fiesta de los días de vino y rosas.
Tocadas en el mismo orden, sonaron más brillantes que
en su versión en estudio. Con un nuevo brío, más potentes y guitarreras aunque
sin perder su esencia, ese oscuro balanceo rítmico que supo imprimir el bajo de
Mark Walton desde que comenzó a sonar «Tell
me when it’s over». Sonaron brutales y punk «Definitely clean» y «Them she remembers» y los
duelos de guitarras se intensificaron, aunque también sonaron delicadas con el
steel en «Until
lattley» y «Too little, to late» para, en la que titula el disco, distorsionar el sonido desafinando
cuerdas de guitarra mientras el ruido fluía en medio del caos…
…que continuó en el bis con clásicos de otros discos como «Still holding on to you» que Wynn recordó que se emitió hace 38 años en su actuación en directo para el programa de televisión la Edad de Oro y cerrar con el arrollador en guitarras y estribillo «Boston». Otra noche para recordar con Wynn y los suyos.
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