Apareció ‘Nicholas Drain Lowe’ con su
habitual distinción y elegancia en el vestir, y la puntualidad que se espera de
un auténtico ‘gentleman’ británico. Vitalista y sonriente, con ese aspecto de joven
septuagenario de pelo blanco pero brillante y gafas negras de pasta. Flanqueado
por los cuatro enmascarados que le acompañan de impoluto negro para la ocasión.
Derrocha carisma natural y el público se rindió en sincera ovación antes
siquiera de que se colgara la acústica. Son puntuales sus visitas a la capital,
a la que halagó con sus palabras) y su fiel audiencia sigue respondiendo a la
cita con entusiasmo.
Cuando el de Surrey actúa en solitario
el repertorio se basa principalmente en la discografía de madurez, esa que le
ha convertido en un entrañable y desenfadado crooner amigo, pero con Los Straitjackets
rescata sobre todo clásicos de su nuevaolera etapa inicial. Así lo hizo de
nuevo, comenzando con «So
it goes» y «Ragin’ eyes» melodías animosas de apenas tres
minutos de estiloso y rítmico pop con el que el respetable se movía enérgica…
incluso frenética con «Shting
Shtang» perfecta para las guitarras de los “camisas
de fuerza”. Tampoco faltaron algunas de sus mas inspiradas canciones country
(Lowe estuvo casado con Carlene Carter hijastra de Johnny Cash) en su versión
más luminosa y pop, la de la campiña inglesa en «Without love » o «I
live on a Battlefield»
Reivindico su presente con «Tokio bay» una de sus últimas grabada en el Ep
homónimo, que sonó muy power-pop antes
de abandonar el escenario y ceder
protagonismo a Los Straitjackets que se marcaron un set instrumental surfeo de
cinco canciones entre las que se hicieron hueco versiones de The Ventures «Driving guitars» y la
muy divertida y celebrada «Venus» de Shocking Blue.
Vuelve Lowe con nueva camisa, su perfil
más fotogénico y la mejor sonrisa para recuperar el trote «Love Starvation» y su particular “Yellow submarine” «Half a boya n half a man» y
mostrar su lado íntimo en «Blue on blue » donde derrochó emoción… para acabar
sin freno con la inevitable «Cruel to be
king» que interpretada en medio tiempo, no sólo no perdió
vigencia, sino que salí reforzada, también «(What so funny ‘bout) Peace love and understanding»
canción de Brinsley Schwarz su
primera banda primeros de los 60’ que al contrario que la anterior, sonó más
guitarrera incluso, mas “Baba O'riley”…
...para acabar por todo lo alto a lo Chuck Berry con «Knew the bride (when she uses to
tock and roll)»
Breve bis de dos canciones, la primera para Los Stratijackets con otra versión
Church key de The Revels y ya con Lowe «When I write the book» con la que se despidió con la misma puntualidad, camaradería y simpatía
con la que llegó. Un derroche de carisma y radiante sensibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario