Fiesta entre amigos y algunos curiosos convencidos por el boa a boca para
presenciar "Cásala", el estreno discográfico del proyecto personal de
Sole Parody. Aunque su biografía la sitúa un poco en todas partes, su origen es
andaluz y es desde su actual base en Madrid donde se lanza con una propuesta
personal al margen de tendencias musicales. Se lanza en el sentido más
estricto, pues aparece en escena pertrechada por un ukelele y una caja de
ritmos como únicas armas...
...pero esconde otras armas. Su voz, con la que juguetea como si de un
instrumento más se tratase, y un escudero de nombre Frank Santiuste que con su
trompeta equilibra y templa los sonidos más distantes de su constante punteo de
cuerdas y samplers. Consigue así alejarse del folk electrónico que
tentadoramente podríamos utilizar para definirla, y avanza por sendas menos evidentes,
sonoridades tropicales pero no tórridas ni cargantes sino todo lo contrario,
muestra un ligero aire de gelidez con las que consigue ambientes muy
sugerentes. Un bonito contrapunto entre latitudes ecuatoriales y árticas.
Una nueva arma para conseguir salir indemne de este salto al vacío, ¡ la más
valiosa de todas ! unas letras que no hablan por si solas, sino que pincelan
emociones: personales unas veces, universales otras y que Sole complementa con
lapidarias sentencias que machaconamente salen del sampler... un nuevo contrapunto
entre la amabilidad exterior y ¿la fiera dentro...? con el amor como
protagonista: la necesidad del mismo "Love me" (la necesidad), el
colectivo "Love song" (tus amores), el nocivo "West
desert" (desiertos del oeste) , el perseguido "Tip toe" (punta
tacón)... y principalmente al amor libre... de forma irónica y a la vez hermosa, en la línea de
lo que hacía Ajo en "Mil Dolores Pequeños" su banda en los 90' y
sigue haciendo en su proyecto como micropoetisa.
También aparecieron colaboradores que aportaron variada cacharrería y
arroparon a Sole, quizás algo insegura por la ocasión que se presentaba "trascendente",
cuyo aporte fue más anecdótico. Realmente se bastaron Sole y Frank e incluso
ella misma sola, para defender sus canciones con convicción... y acierto. En el
bis, ya algo más suelta, fin de fiesta con la aparición de María Salgado (no
hace mucho hablamos de su último libro Ready)
para cantar la última por que como decía Sole no había más repertorio.
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