30 junio 2025

WILCO (27-6-25) Auditorio Parque Tierno Galván - Madrid. Publicado en la web Rock and Roll Army


Nueva visita de de los de Chicago, que han hecho de estas latitudes su hábitat natural, y es que entre los asistentes con pedigrí la pregunta recurrente era cuantas veces lo habían visto en directo, dando como resultado una media de entre cuatro y cinco,  y es que a Wilco, como a Azkena... ¡se va y punto! No importa que su discografía reciente, salvo la resurrección que supuso Cruel Country hace tres años, no esté a la altura del difícilmente superable listón situado por ellos mismos. No importa el repertorio, lo manejan con maestría  entre clásicos imperecederos “Jesus etc.” con otros recuperados “I Got You”, junto a canciones menos trascendentes en estudios que… ¡en directo crecen! “Evicted”, “If I Ever Was A Child”, “Whole Love” o “Quiet Amplifier” no las cantaba el público, pero sonaron enormes. No importa si tiran de catalogo country acústico y templado “Falling Apart” o de eléctrica distorsión experimental “Spiders”, porque consiguen que todas las canciones encajen y suenen actuales. No importa que aún teniendo discos sobresalientes, se agarren a uno de notable Sky Blue Sky del que sorprendieron tocando cinco canciones. No importa que te sepas todos sus giros instrumentales porque te la van a liar con arreglos inesperados (esta noche más nunca). No importa si el volumen en el amplio y cómodo recinto al aire libre pidiera a gritos más decibelios, porque lo suplieron con una nitidez instrumental que rayó una vez más lo sublime.

Nada importa cuando Nels Cline comienza a hacer diabluras punteado con su guitarra ya de inicio en “Handshake Drug” y después en “Impossible Germany” (menos intensa que en otras ocasiones, que la inmortalidad cuesta aunque estén tocando las puertas del cielo)  y demás variados ornatos a las seis cuerdas. Nada importa cuando Glenn Kotche en “Poor Kittle Black”, “Box Full Of Letters” o “Anihilation” la más animosa canción de su último Ep Hot Sun Cool Shroud martillea como un metrónomo el entramado rítmico que hace que todo funcione, ni cuando Mikael Jorgensen con su teclado unas veces acolcha, otras eleva las canciones mientras el comodín Pat Sansone hace respirar al resto multiplicándose en guitarras y teclados… y nada importa cuando Jeff Tweddy en “You Are My Face”, “Hummingbird”, “Either Way” o “California Star” con unos arreglos de teclado que le dieron otra dimensión,  canta con un tono cálido y que gana en matices y cercanía  con el tiempo, porque todos juntos y para perplejidad del respetable, en una extendida “Birth Without A Tell/Bases Of My Skull” lograron montarse una spacejam (de lo más celebrado de la noche) que embaucó hasta al menos convencido… si es que lo había. No importa que no tocaran “Via Chicago” porque en “I am Trying To Break Your Heart” hubo sorpresivo y breve amago de tormentosa deconstrucción instrumental.  Lo que importa es que la banda más influyente de las últimas décadas siga fiel a su hábitat natural anual… los escenarios que Wilco dignifican de forma mayúscula. Una visita más, ¡a por la siguiente!  



 

27 junio 2025

Azkena Rock Festival 25 (21-6-25): MANIC STREET PREACHERS - MARGO PRICE - THE FLAMING LIPS - THE LEMON TWIGS - RICHARD HAWLEY - CHEERY CURRY - THE HELLACOPTERS - KITTY, DAISY & LEWIS

Richard Hawley. Foto: ARF25 Jordi Vidal

Kitty, Daisy & Lewis
al mediodía ante un sol ajusticiando al personal incendiaron aún más la Plaza de la Virgen Blanca a base de swing, rockabilly y demás malas hierbas del rock. El trío de hermanos (no tan jovencitos ya) secundado por su padre se divirtieron y divirtieron pasándose sus instrumentos de mano a mano según canciones, para acabar adelantando la caja de la batería al frente para cerrar su a actuación con su canción más célebre  el “Going Up The Country” que popularizaran Canned Heat. Richard Hawley ya en horario de tarde, ofreció otro de los momentos inolvidables del festival, sin hacer mucho ruido, se marco una íntima actuación, aun cuñando frente al escenario eran muchos los que venían avisados. Con clase, elegancia y una exquisita presencia escena, tano personal como musical, lo bordo, ya fuera inicialmente  con la épica psicodélica de “She Brings The Sunligh”, como con el country distinguido de “Prims In Jean” que tanto recuerda a su compatriota Nick Lowe, con el que continuó para adentrarse cual creíble crooner en su versión atormentada hundiéndose en las profundidades del alma a lo Nick Cave en “Standing In Tthe Sky Eyes”, pero también resurgiendo para tomar aire en su versión más cálida y amable en “Coles Corner”. Entre ambas con su célebre “Tonight The Street Are Ours” se llevó la retorica del pop grandilocuente a su terreno, al igual que hizo con el rockabilly “de autor” “I’m Looking For Someone To Find Me” y es que todo lo que tocó y cantó con su embaucadora voz, lo convirtió en oro. Magnífico.
 
The Lemon Twigs. Foto: ARF25 Oscar L Tejeda
  
The Lemon Twigs
desde el minuto uno con “My Golden Years” dejaron claras sus intenciones, pasarlo genial con sus arrolladoras melodías de estribillo irresistible y coreables "na na na", que los hermanos Brian Y Michael D’Addario saben hacer como nadie. Aunque también  y según avanzó la actuación se acercaron al pop soleado costa oeste que también dominan a la perfección “If You And I Are Not Wise”
 sonó muy Byrd y de hecho llegó versión posterior “. Voces y guitarras prístinas y precisas y un desparpajo juvenil impagable, colando incluso  Brian alguna canción de su disco en sortario. Colorido y brillantina  perfecta como prólogo a The Flaming Lips que recuperó Yoshimi Battles The Pink Robots y tocaron íntegros y en el mismo orden. Un espectáculo que no por menos conocido deja de ser excitante. Una fiesta de luz y color  entre audiovisuales, confetis, bolas gigantes pasando por el público, ojos enormes en el escenario, disfraces y los monumentales robots rosas hinchándose y deshinchándose según canciones. Musicalmente su propuesta furturista ha quedado un tanto añeja,  aunque las canciones siguen funcionando, pero el espectáculo sigue siendo muy atractivo para dejarse llevar, sobre todo en el formato directo y en festivales. El bueno de Wayne Coyne excesivamente parlanchín ¡como siempre! llevaba puesto el arnés en el traje, pero esta vez no s introdujo en la bola transparente para rodar entre el público… que ya va teniendo edad.    
 
Margo Price. Foto: ARF25 Oscar L Tejeda
 
Margo Price hizo volver a la realidad natural del festival al público con su propuesta  country-rock cercano al bluegrass y con buenas dosis de rithmanblues de excelente ejecución en guitarras y con la voz luciéndose en los medios tiempos y lentos muy buen country rock. Se marcó versiones de Andrew Comb y Kris Kristofferson , para acabar con su célebre “Hurtin’ (On The Bottle)” cuando el chririmiri se comenzó a convertir en lluvia incomoda que con Manic Street Preachers se convirtió en diluvio, por lo que los primeros compases de “Motorcycle Emptyness” hubo que saborearles al resguardo en forma de eco. Más épica a unas canciones que de por sí, ya lo son. Se atrevieron con algunas canciones de sus últimos e irrelevantes discos, pero se trabajaron un buen directo con sonido potente y voluminoso, en el que no pararon de aparecer imágenes y consignas en pantalla. Todo muy grandilocuente y festivalero, pero efectivo  y avalado por su intachable repertorio clásico. Además James Dean Bradfield tocó en solitario la pertinente en esos momentos “Rain Drops Keep Fallin’ On My Head” y comenzó solo también The Everlasting”,  aunque luego le acompañó la banda, para acabar con la inevitable y sensiblera “If You Tolerate This Your Children Will Be Next”
 
 
Manic Street Preachers. Foto: ARF25 Jordi Vidal
Cherie Currie se encontró con la animadversión de buena parte del escaso público que se acercó a su actuación. El caso es que parece ser que en redes había declarado su apoyo al gobierno israelí, de ahí que muchísimas banderas palestinas se mostraran presentes frente  a ella y su banda. Trato de tener palabras conciliadora, pero entre eso, el cansancio de última hora del último día, unido al bajón post-lluvia,  propicio reservar fuerzas. Aún con ello defendió con vigor y energía guitarrera las canciones de The Runnaways en la media hora de actuación presenciada pues el resto se fue para The Hellacopters que en la mitad del horario de actuación presenciada, ofrecieron una nueva y arrolladora muestra de rock de alto voltaje… más acelerado si acaso que en otras ocasiones  Metieron el turbo y hasta sonaron más punkarras. Igual iban ya apurando hacia el final y empezaron con menos empuje… ¡será que no!

26 junio 2025

Azkena Rock Festival 25 (20-6-25): JOHN FOGERTY - LUCINDA WILLIMAS - TURBONEGRO - ROBERT JON & THE - WREEK DIAMOND DOGS feat CHRIS SPEDDING - PIL - C.O.F.F.I.N - RECKLESS KELLY

Lucinda Williams. Foto: ARF25 Oscar L Tejeda
 
Reckless Kelly según comentan los amigos del “confiscador” sonaron muy bien, y sin salirse de su guion guitarrero, se mostraron muy solventes en lo suyo: el country-rock en su versión enérgica y también en la más lenta. Public Image Limited Muchísima gente se acercó más por el mito -John Lydon, ex Johnny Rotten/Sex Pistols- que por su música. El citado que llenó el recinto en horario de tarde, lleva un tiempo bastante activo con PIL entregando aceptables discos y ofreciendo muy buenos conciertos como este en el que el punk aparece en su versión arty-experimental y techno-vanguardista y algo industrial. Armas sonoras a las que añade su atípica forma de cantar y su personal forma de moverse y gesticular con los que convenció a los curiosos, no a todos. Apoyados por su multifacético guitarrista que igual atacaba la guitarra con el arco de su violín que los teclados y cachivaches varios, además de una machacona batería. Por supuesto… ¡nada de repertorio Pistols! en una buena y minimalista actuación  más allá del “This Is Not A Love Song”.
 
PIL. Foto: ARF25 Jordi Vidal 


C.O.F.F.I.N
cuentan los colaboradores que los australianos dieron un recital de contundencia punk.rock con deriva hard-rockera aplastante y brutal. Ásperos y rocosos… sin concesiones. Lucinda Williams volvió a responder a la llamada del festival con una emocionantísima actuación en la que aún con las secuelas del ictus que casi la deja definitivamente fue de los escenarios (ya no toca la guitarra y necesita atril para recordar letras) logró mantener vivo un repertorio muy variado entre canciones recientes “Rock And Roll Heart” o “Stolen Moments” con clásicos del pasado siglo como “Car Wheels On A Gravel Road” o “Drunken Angel” y las siempre habituales versiones, que en estos últimos años los discos de tributo han sido su leiv motiv: “While My Guitar Gently Weeps” de George Harrison destacó con la soberbia distorsión, y es que el ex Black Crowes en una de las dos guitarras  (el otro era Doug Pettibone) fue clave a la hora de darle energía a unas canciones entre el medio tiempo rithmanblusero “Essence” y el country brioso “Honey Bee”. Finalizó una vez más con el épico himno rockero “Keep On Rockin’ In The Free W
orld” de Neil Young más vigente que nunca y que bien podría funcionar como emblemática canción representativa del evento. Tras ellos se despidió agradecida y embocinada en uno de los conciertos más sobresalientes de la presente edición.
 
 
Robert Jon & The Wreek. Foto: ARF25 JordiVidal  
Turbonego otro clásico del festival, volvió a liarla con su atractiva puesta en escena. El punk-rock gótico y macarra de los suecos enardeció a los fieles que comentaban si no iba siendo ya hora de que actuaran en el escenario principal algún año. Tras un buen rato de desparrame  había que ver propuestas nuevas, al menos en la cita azkenera, como la de Robert Jon & the Wreek que ofreció un muestrario de manual basado en el rock sureño con ramalazos hard-rockeros de melodías aguerridas y a la vez pegadizas sobre las que volaban enérgicas las guitarras, que sonaron estupendas en una notable actuación como prólogo al legendario “cabeza de cartel”  John Fogerty un mito que sigue muy vivo como demostró ante el abarrotadísimo recinto, y es que el octogenario californiano, acompañado a las guitarras por su talentosa prole, estuvo a la altura de su legado artístico y defendió muy en forma, con coraje y orgullo el repertorio de la Credence Clearewater Revival como bien claro marcaba el psicodélico logo que anunciaba su presencia antes de su parición en el escenario. Tras una intro de lo más familiar proyectada en modo documental sobre su vida, comenzó el chorreo de imperecederas canciones patrimonio del rock con mayúsculas. Imposible citar todas (solo faltó Suzi Q) desde la inicial “Bad Moon Rising” al final “Proud Mary”.  Del material propio, se acordó del “Rock and Roll girls” la un tanto sonrojarte balada  dedicada a su mujerJoy Of My Life” que en el contexto de la celebración sonó emotiva y estupenda y “Rockin’ All Over Tthe World” en un concierto para recordar.
 
Diamond Dogs. Foto ARF25 JordiVidal
Diamond Dogs feat Chris Spedding ofrecieron un nuevo recital de esforzada entrega  y sudoroso rock. Sulo y compañía, además de no ser una banda excesivamente valorada, no lo tenían fácil tras lo vivido minutos antes, pero tablas le sobran y lograron retener a última hora de la noche a gran parte de los que se iban con su rock and roll vacilón, romántico y stoniano... y es que llevaban un as en la manga, las cancones de Macon Georgia Giant su último trabajo en el que rinde tributo a Little Richard, aunque también apostando a ganador con sus pegadizas canciones. No fallaron… nunca lo hacen, ni aun cuando se prestaron con un pintoresco violinista que aportó estetismo más que sonoridad, y a que el bueno de Chirs Spedding con los ochenta años ya superados, estuvo demasiado en segundo plano con su guitarra, aunque se cantó alguna. 

25 junio 2025

Azkena Rock Festival 25 (19-6-25): THE DAMNED - DINOSAUR JR - MELISSA ETHERIDGE - LEE ROCKER - QUIQUE GONZÁLEZ - THE BUZZCOCKS

The Damned. Foto: ARF25
Jordi Vidal
 
Valoración positiva la de esta ineludible cita anual, criticada y no sin razón, de excesivamente repetitiva en propuestas que además llegan en algunos casos descabezadas de sus carismáticos líderes. A pesar de ello el público respondió una vez más repartiéndose entre las diferentes propuestas entre el sol abrasador y la lluvia más impertinente. Contrastes climáticos que viene siendo habitual a lo largo de las tres maratonianas jornadas
 
Buzzcocks incomprensiblemente estaban programados a una hora demasiado temprana. Si el objetivo era empezar a atraer público... acierto pleon pues había ya buen ambiente para lo que es habitual en la tarde del la jornada inaugural. Eso sí, mucha gente no llegó a tiempo “el confiscador” entre ellos, aunque amigos-colaboradores comentaron que el voluntarioso y esforzado guitarrista Steve Diggle, no logró hacer olvidar la voz del ya fallecido y carismático Pete Shelley, y que las guitarras sonaron más corpulentas que su descacharrante punkarreo original… Todo ello suplido por un cancionero arrollador y una entregada actitud. Quique González ya “con el confiscador” in situ nunca ha sido un derroche de carisma, sus canciones en cambio sí, y eso es lo que hizo en un muy adecuado horario de media tarde que atrajo a bastantes seguidores, parapetarse en un repertorio imbatible de aquí de allá  “Salitre” que sonó muy Lou Reed, “Charo”, “Vidas Cruzadas”…  y una meritoria adaptación al castellano de “Is Your Love in Vain” de Dylan para una actuación que dejó buenas sensaciones.
 
Melissa Etheridge sorprendió con su actitud, entusiasmo y ¡cómo no! canciones, sonaron sus reconocibles melodías de los ochenteros con enérgico guitarreo  y una vigorosa voz. Se acercó al AOR en el tramo final de actuación pero con su clasicón “Like the Way I Do” encendió un concierto de esos de las que no te esperas.
 
Melissa Etheridge. Foto: ARF25 Oscar L
Tejeda 
The Dammed calentaron el ambiente con una notable actuación en la que la elegancia no estuvo reñida con la energía guitarrera en un no parar de punk-rock del 77 aderezado de vitalista new wave. Se lo trabajo Dave Vaniam se lo trabajó en la voz y se movió con maestría por el escenario junto a la guitarra del Captain Sensible que también tuvo sus momentos. Sonó el “Eloise”, original de Barry Ryan que por aquí se conoce por la versión de Tino Casal, el clásico “Neat Neat Neat” con middley del “Baby Please Don’t Go” de Big Joe Williams popularizado por los Them de Van Morrison y se fueron de viaje psicodélico incluso con el “White Rabbit” de Jefferson Airplane. Dinosaur Jr interpretaron al completo y en el mismo orden su exitoso “Without A Sound” tras celebrarse su trigésimo aniversario, así que de primeras ya sonó el esperado y festivalero  “Feel The Pain”, para tras finalizar el homenajeado disco picotear por el resto de su atractiva discográfica noventera… y apenas una o dos canciones de su valioso repertorio reciente “Garden” en la que J. Mascis cedió la voz a Lou Barlow, y la curiosa versión “Just Like Heaven” de The Cure. Desiguales, se recuerdan actuaciones en fechas cercanas bastante más excitantes.  Lee Rocker puso broche de oro a una muy buena sesión inicial que concluyó con la enérgica pasión y empuje que derrochó el contrabajista de los Stray Cats que no dejó de caracolear y dar vueltas a su instrumento. No faltaron clásicos de dicha banda que sonaron pertinentemente y recibidos con fervor por el animoso público. Como se esperaba, ofreció una buena dosis de Rockabilly.
 
 
Lee Rocker. Foto: ARF25 Jordi Vidal 

10 junio 2025

DUMMY + Ugly Ones (3-6-25) Wurlitzer Ballroom Madrid. Publicado en la web Rock and Roll Army.

Doble sesión como parte del ciclo Sound Isidro, que abrió con Ugly Ones, banda afincada en Madrid con miembros de diferentes partes del mundo liderada por el norteamericano Jordan Clark, que en media hora se bastó para convencer con su propuesta rítmica muy marcada al bajo y machacona en la batería. A partir de ahí… un festín de distorsiones de guitarra y eléctrica y una acústica que sonó como una percusión más, junto a una acolchado teclado para llegar al trance sonoro.


Tras su adcitiva actuación, el ahora quinteto angelino presentó su último trabajo Free Energy (Troubnle in mind 2024) que tocaron casi al completo y en el mismo orden en algunos tramos del concierto. Metódicos además en su puesta en escena, oscurecieron el escenario para resaltar las lisérgicas proyecciones que redoraban las figuras de los protagonistas,, y como el nombre del disco indica, su música se expandió libre liberando eléctrica energía desde la parafernalia sónica  que ocupaba todo el escenario con  Nathan O’Dell y Emma Maatman enfrentando cara a cara sus teclados, sintes y cajas de ritmo y entre luces y sombras proyectadas sobre el escenario.
 
Elementos para la electrónica orgánica en su vena  más bailable que llegó a las primeras de cambio con «Intro-UB» y la hedonista «Soonish», con su sonido Madchester via Happy Mondasy pero sin olvidarse de la distorsión de guitarras para sonar más crudos y que en su versión estudio… y más percutivos y tribales, Emma no se cortó aporreando la caja al final de «Unshaped Road» e incluso más allá de la psicodelia, se escoraron hacia los sondeos acuáticos en «Nullspace» además del el space rock motórico en «Nine Clean Nails» en la honda de la desaparecida banda británica Toy. El tramo final viró hacía terrenos más introspectivos y  en «Blue Dada» breve interludio instrumental en el que la banda telonera aportó el saxo… para acabar en éxtasis de algarabía guitarrera entre hip-hop febril y neurosis hipnótica «Sudden Flutes». Con lso que la piel y los músculos palpitaban solos.

09 junio 2025

MOREISH IDOLS - All In The Game (Speedy Wunderground/PIAS). Publicado en el nº 436 de la revista Ruta 66.

Desde los barrios de la prolífica escena londinense siguen llegando nuevas propuestas dentro del amplio espectro denominado como pot-punk y que dicho así, apenas dice ya nada. Es difícil diferenciarse sobre todo tratándose de un estreno en formato largo, como ocurre con esta banda que ha llegado a la Milla Cuadrada para hacerse un hueco que parece cubrir. Partiendo de la manida pero necesaria etiqueta, y con un trabajado bagaje de singles y Ep`s lanzados durante sus seis años de existencia ofrecen además atractivos apegos por la psicodelia electrónica cruda
« Ralway», trip- hop «Acid», ritmos experimentales y motóricos «Drema Pixel», junto a reminiscencias del brit-pop «Slouch» además de coloridas texturas jazzeras en la canción titular. A pesar de la aparente dispersión instrumental, todo encaja para escucharlo del tirón y dejar una grata  sensación de sonarte a todo y no parecerse a nada, aunque las influencias ahí están, cambiantes y adaptadas a un tempo muy particular. Buen comienzo

08 junio 2025

DEEP SEA DIVER - Billboard Heart (Sub Pop/ Popstock!. Publicado en el nº 436 de la revista Ruta 66.)

En su cuarto trabajo, la banda de Seattle, liderada por la eléctrica y reconocible voz de
Jessica Dobson, vuela entre sonidos desfigurados, arreglos de fantasía y volubles melodías sobre las que no se cortan en soltar el disruptivo guitarrazo «What do I knows», ni la grandilocuencia rítmica «Emergency». Un trabajo de producción homogéneo en su sonido, pero no tanto en las canciones, que parecen crecer de forma espontanea y variada en diferentes registros entre la euforia pomposa y bailable y el íntimo lamento en su versión más rabiosa. 
 
Extremos que se dan la mano entre guitarras distorsionadas, ritmos de batería contundentes pero anestesiados y sofisticados teclados, en canciones divididas por un marcado giro instrumental en medio de ellas. «Shovel» épica y discotequera, «Tiny Treads» sosegada pero tortuosa, «Loose Chage» catedralicio folk de tono acústico o «See In The Dark» tracendente y tenebrosa. Un trabajo de sonido muy elaborado producido para que brille la voz de su protagonista.

07 junio 2025

HORSEGIRL - Phonetics On And On (Matador/Popstock!). Publicado en el nº 436 de la revista Ruta 66.

Siendo adolescentes se estrenaron con
Versions Of Modern Performance (Domino 2022), trabajo en el que mostraban su amor por el sonido alternativo onda Pavement. Ahora ya jóvenes e instaladas en NYC, regresan a su lugar de origen Chicago, para grabar con la productora del momento, Cate Lebon en The Loft, base operativa de Wilco, y sin perder su aire naïf a la vez que experimental, evolucionar en sonidos que funcionan como esbozos desgarbados y obsesivos con los onomatopéyicos sonidos a los que alude el título como protagonistas: «Swith Over» o «Julie».  
 
Melodías al trote que se desperezan entre guitarras deslavazadas y poco pulidas sobre ritmos de bajo insistente y marcado junto a una batería persistente, casi hipnóticas: «Rock City», «2468» y sus aires de country marciano o la irresistible algarabía pop de «Well I Know You Are Shy» donde, como en el resto de canciones, las componente del trío hablan sobre su amistad y las incertidumbres del cambio generacional vivido. Un disco adictivo.

06 junio 2025

FRANK MEYER (1-6-25) Wurlitzer Ballroom - Madrid. Publicado en la web Ruta 66

Frank Meyer es un tipo que vive el rock & roll en esencia y lo transmite con su actitud y su constante actividad ya sea en estudio o en la carretera. Un auténtico adicto al trabajo formando parte de varios grupos, además de dirigir documentales… ¡de hip hop! (quien se lo iba a imaginar) y tocado con todo cristo Eddie Spaghetti entre otros. El año pasado nos visitó al frente de Trading Aces y Streetwalkin’ Cheetahs y ha vuelto ahora como parte de la banda de acompañami entos en gira el ex Dictator Dick Manitoba. Nada más acabar ésta, el californiano se ha quedado por aquí para presentar  su reciente nuevo trabajo en solitario  Living Between the Lines (Kitten Robot/Cargo 2025) que presentó ante escaso público en noche de domingo...

…aunque a él le da igual tocar ante veinte que doscientos que dos mil personas, porque vive los directos como si fueran el último, transmitiendo su energía e impulso a los que estaban frente al escenario sin importar número. Acompañado con banda al completo se aferró al riff y al punteó afilado y sus canciones rithmanbluseras y stonianas «Blue Radio» o «Radio Dynamite» sonaron en directo más hardrockeras y aceleradas… en la línea de las canciones de sus citadas bandas, de las que toco alguna que otra. Sonó además, dinámica y elegante el «Slow Death» de los Flamin’ Groovies y el brioso protagonista  no dio apenas un respiro, montándose su habitual y enfervorizado paseo por la sala entre entusiastas y  electrizantes punteos. Con tipos así... la verdad es que da gusto, que buena noche rock and roll sin etiquetas en familia. ¡Vuelve cuando quieras y con quien quieras Frank! y que la llama siga encendida.

05 junio 2025

NAP EYES (31-5-25) Sala Maravillas - Madrid. Publicado en la web Rock and Roll Army.

Como parte del ciclo Sound Isidro y con la gente mayoritariamente optando por la opción festivalera  del Tomvistas, que eclipsó la oferta musical del fin de semana en la capital, un buen número de aficionados, bastante más de los esperados a priori, se acercaron al pequeño templo del pop alternativo sito en el corazón de Malasaña para presenciar la primera visita de la banda canadiense por la geografía peninsular. Vinieron con su último trabajo The Neon Gate (Paradise of Bachelors, 2024), literalmente bajo el brazo, aunque tocaron una muestra de su repertorio que consta de cuatro discos más de estudio publicados durante sus diez años de carrera.
 
Con espacio y sin agobios en la horizontal sala, los de Halifax en formato de a cinco, ofrecieron un luminoso concierto de folk psicodélico «Passageway», con algo de jungle pop ligero y sugestivo «Dark Mistery Enigma Bird» . Nigel Chapman su cantante y compositor marcó la pauta en medios tipos de melodía templada junto  unos teclados que en momentos necesarios aparecían para fijar la imagen de la costa oeste en el imaginario del personal, mientras los ritmos avanzaban en leve trote hasta llegar, sin prisas a galopar para que apareciera el estallido eléctrico en su versión más contenida.
 
No faltaron de su último trabajo «Demons» y «I See Phantoms of Hatred and of the Heart’s Fullness and of the Coming Emptiness»  –¡vaya con el nombrecito oiga! – adaptaciones de poemas de Alexander Pushkin y W.B. Yeats en recitado, con la banda aportando el sonido justo para realzar la voz de su rubio cantante… y acabar teniendo en el bis protagonismo instrumental propio con una de su canciones más antiguas «No Fear Of Hellfire» un infinito viaje sonoro de batería y bajo… motóricos.   

04 junio 2025

Goshtlight - ALEX THOMPSON y KELLY O'SULLIVAN (Little Engine, Runaway Train). Publicado en el nº 436 de la revista Ruta 66.

Entre oscarizadas, megalíticas o gansteriles producciones de renombre llegadas desde los EE.UU, todas ellas laureadas, pero fácilmente exfoliables, se hace hueco esta modesta producción independiente. Una drama que narra el día a día de un una familia que ha sufrido una tragedia (se desvela según avanza la trama) y provoca el distanciamiento del padre con respecto a la abnegada madres y la hija, con problemas de conducta. Emociones incapaces de gestionar por el padre protagonista que se aísla en su anodino trabajo ocultando un duelo que no acepta, hasta que se encuentra con un grupo de teatro de barrio formado por gente que no parece la más adaptadas socialmente. 
 
Están representando el Romeo y Julieta de Shakespeare y acaba participando como un clavo ardiendo al que se agarra para escapar de su infierno interior. Contada de forma sencilla, pero no fácil, con un guion que muestra poco a poco,  pero sin rodeos lo que la trágica historia esconde, Convincente y emotiva pero sin sensiblerías, directa y sin atajos, apoyada en un reparto neoprofesional, que forman familia propia en la vida real, al igual que la dupla que los dirige. Un reflejo entre el drama real y el ficticio de la universal obra, que muestra el poder del arte como bálsamo en la vida de la gente. Una película perenne.

03 junio 2025

Maltempo - ALFRED (Salamandra Graphics). Publicado en el nº 436 de la revista Ruta 66.

Francés de padres italianos,
Lionel Papagalli nombre real del firmante, cierra su trilogía trasalpina iniciada con Come prima (2014) y continuada con Senso (2022) obras independientes pero con temática común: sueños de juventud asociados al rock, la sociedad de clases y los primeros movimientos de extrema derecha o la corrupción inmobiliaria en relación al auge del turismo masivo. Mostrados de forma tangencial al verdadero tema de la obra: la ilusión de unos chavales que habitan un bonito municipio costero en los 70’ por salir de la idílica pero aburrida rutina del lugar. Montan para ello una banda y buscan su oportunidad en el concurso de talentos que llega a su pueblo. 
 
Trama sencilla con las que pincelar los problemas sociales citados, expuestos bajo la mirada de su protagonista qu se mueve en Vespa cual Nani Moretti en Caro Diario. Historia sencilla, divertida a veces, cruel otras, con un aire melancólico en las logradas personalidades de sus protagonistas perfiladas bajo la línea clara del clásico estilo franco-belga. Los personajes fluyen bajo la cadencia lenta del verano, solo roto por las descoloridas, movidas y desfiguradas imágenes de los ensayos, donde se connfrontan los ocultos sentimientos de los chavales y la quietud del ambiente, con la frenética tormenta herciana.