De las cenizas de los toledanos The Sunday Drivers nació Mucho, que
tras un primer disco de poca repercusión se presentan ahora con este segundo
disco de profético título. Un disco diferente, arriesgado y con el que parecen
consolidarse como banda al liberarse de sonidos pasados.
Es un disco a la antigua... conceptual no sólo en sonidos sino en la forma
en que se nos presenta. Predominan sonidos "vintage" setenteros con
protagonismo de los teclados y bajos. Las guitarras marcan poco el ritmo y se
utilizan como un arreglo más (percusiones, mellotron, delyas, coros...).
El concepto se acentúa con las canciones. La versión vinilo donde la
cara A se presenta con el subtítulo de "El grito final" y la cara B
con el de "La nueva ciudad" ordena la s canciones según nos acercamos
a la muerte y según renacimos después. La versión CD cambia el orden
ofreciéndonos diferentes caminos para llegar a un mimo punto final. Morir para
renacer que sentencia Martí Perarnau su cantante y compositor.
Letras crípticas, de diferente o inclusos difícil interpretación, junto a
una portada un tanto psicodélica y nada atractiva más unas melodías que aunque
puramente pop muestran un toque progresivo, marcan aún más si cabe ese espíritu
de las bandas más evasivas de los setenta
Es un disco que surge de la indignación primero y de la frustración después,
de los momentos de crisis social y moral en que vivimos y que se acentúan en lo
personal con la propia existencia de la banda en un año complicado... es un
disco de protesta colectiva y personal nada evidente pero que muestra a las
claras con la canción que abre la versión CD "Más feliz sin
televisión" donde un bajo rotundo se hace protagonista mientras los
teclados y punteos de guitarra arropan el ritmo y la letra.
"En la base de la montaña" es una canción compleja con un
desarrollo en tres dimensiones que comienza con una muestra de psicodelia
oscura, para continuar con un estallido de rock progresivo en el que se
intercala una parte instrumental de psicodelia "soft" pinkfloydiana,
donde la letra es más explicita. "Como si no hubiera mañana" con una
letra también menos laberíntica, es un estallido pop con diferentes tonos de
divertidos teclados, quizás la canción más accesible.
"Lustroso alarido" vuelve a recrearse en teclados y guitarras
que que se acerca tanto a The Who como los Zeppelin. "La larga risa
del emperador" marca un tono entre televisivo y circense con mucho
suspense. "Motores" representa a la perfección los que es este disco,
a lo comentado hasta ahora, se le une en esta canción un punto de épica contenida
que la hace emocionante. Lo mismo ocurre con la que finaliza el disco en su versión
CD (curiosamente lo abre en la versión vinilo) "Sustancia
fundamental" es una canción que parece pender de un hilo, se desarrolla
a medio tiempo manteniendo una estaña tensión épica que hace que la
canción quede como un esbozo... ¡ menuda manera de acabar un disco ! como las
teleseries y su intrigante "continuará"
No hay comentarios:
Publicar un comentario