El título de la misma, hace referencia
al nombre del habitual bote de pesca utilizado en Malta para la pesca en zonas
cercanas a la costa. Uno de ellos es propiedad un joven pescador que sigue la
ancestral tradición familiar ganándose la vida… más bien sobreviviendo en uno de ellos. El luzzu de
Jesmark, el protagonista hace aguas y ha de llevarlo a tierra para su arreglo.
Esto provocará que su difícil situación económica se extreme, pues además de no
poder salir a faenar, la reparación es cara, a lo que se añade la difícil
situación familiar con su pareja Michela en empleos precarios y un bebe cuyos
problemas de crecimiento provocan un gasto extra en alimentación especializada.
Los problemas individuales de la pareja
se muestran como una metáfora del drama colectivo que sufre la población
afectada por… una más de las globalizada crisis económicas que asolan a la
clase trabajadora, en este caso la crisis de la pesca que, bajo el control de
la Unión Europea, se concretadas en el proceso de reconversión conocido como
Programa de Reducción de Flota Pesquera.
Estas políticas provocarán un dilema
moral en el protagonista extensible al resto de la población: Aceptar las
condiciones y traicionarse a uno mismo poniendo fin a una forma de vida
heredada que lleva implícita un fuerte arraigo familiar y social… o traicionar
la honradez de uno mismo continuando con una actividad deficitaria y sin futuro
que no asegura la supervivencia familiar y cuya única solución es atajar por la
vía fácil, la que ofrece la ilegal pesca furtiva, conectada directamente con la
corrupción administrativa que tirando del hilo de la caña de pescar… acaba
finalmente en política. Veladamente acusada en esta película de ser la que
ofrece ambas vías.
Interesante debate el que ofrece esta modestísimo
largometraje acertadamente hablada en maltés (no en inglés) y con actores no
profesionales, que muestra un drama matizado por una luminosa y costumbrista
imagen de la Malta auténtica al margen de los tópicos turísticos, actividad que
como bien refleja este modesto largometraje… no es la solución. Un drama
certero mostrado de forma sencilla y natural, en relación con el neorrealismo y
casi de forma documental, totalmente alejado de lo escabroso e incluso morboso
que ofrecen otras películas de similar fondo temático.
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