El primer día de la semana no parecía ser el más adecuado para acercarse a
ver a los de Birmingham.... pero el público respondió, teniendo incluso que
cambiarse la sala por otra de mayor aforo ante la buena venta de entradas
previas. No se llenó la sala pero el bullicio de gente en el soleado atardecer
junto al río predisponía para pasar una noche entre el “revival” y el actual
momento de la banda.
Fowler, Cradcok y compañía cumplieron en ambos casos, aunque el respetable
no pareció apreciar la actuación hasta bien avanzada la misma cuando llegaron
los clásicos (algunos incluso hasta que no llegó el final y la batería de hits
coreables). Recrearon con solvencia los tiempos pasados y además defendieron con oficio las canciones de
su último disco "Painting" del que tocaron cinco canciones (muy bien
elegidas) como la que da nombre al disco y abrió el concierto y las que fueron
apareciendo a lo largo de la noche: "Goodbye all town", "Doddle
book", "If good made everyone" canciones en las que incorporan
interesantes sonidos folk y estallidos de rock tabernario...
Tras el inicial "Painting" encadenaron la excepcional "The
circle", "So low", "Second hand" y "Weekend
(también de su último disco) transmitiendo sosiego e intimidad, sin prisas, sucediendo
melodías con elegancia, demostrando tanto con las canciones de antes como con
la actuales que siguen haciendo suyas las cadencias melódicas más pop que
personalizan su sonido... en medios tiempos y también en los lentos.
Aunque alguien grito ¡ caña que es lunes ! y aun a riesgo de ser adjetivado como triste... he de decir
que estaban siendo momento muy emocionantes con gran nivel en la interpretación
de las canciones, tanto en voz como en guitarras y teclados. Los momentos que
reflejan lo que son ahora OCS, que no tienen que demostrar nada más que lo que
muestran, son lo que son ahora y no sólo el "revival" de lo que
fueron.
Hacia la mitad de la actuación llegaron "The riverboat song" y
"Profit in peace" y se hizo viernes para muchos... para finalizar y
en el bis "Travellers tunes", "Hundred mile high city",
"It's my shadow" y "The day we caught the train"... donde
se hizo sábado para todos... con breve resaca intermedia cuando Fowler apareció
sólo con la acústica para interpretar "Robin Hood". Se montó la
fiesta, que es lo que se esperaba... pero lo que no se espera ¡ sorprende ! Un
perfecto concierto para un lunes aunque en buena parte del mismo no dieran
caña.
Como teloneros los barceloneses Stay solventaron con nota la difícil tarea
de abrir en esta sala (por lo temprano de la hora de inicio en tarde primaveral
con la gente apurando en la entrada). Se centraron en su último disco The
Fourth Dimension en claro homenaje a los Byrds y estuvieron a la altura con
unas melodías claras y atemporales que iban a la perfección con lo que
presenciaríamos más tarde. No hay que perdérselos en conciertos propios.
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