Ha merecido la pena esperar. "Sale" es un disco instrumental que se escucha de un tirón y que de inmediato le das una segunda escucha en otro tirón. Instrumentales en los que el jazz es el protagonista en buena parte del disco... ¡ pero no huyas ! el aire de banda sonora de teleserie de los 70, predomina casi de igual a igual, y si además le añades buenas dosis surferas aderezadas con gotas rockeras, da como resultado un disco accesible y alejado al estándar jazzístico. No hay que ver más que la portada para hacerse una idea Puro divertimento combinando elementos de una lado y de otro.
El disco comienza trepidante, con un marcado ritmo de batería en "Carnaza" y un saxo dislocado como protagonistas a la carrera en cinematográfica persecución callejera con suspense final. En "Polvoriento" son la guitarras las que acompañan al saxo creando un ambiente entre mediterráneo y western de serie B.
En el capítulo de versiones, aunque más bien habría que hablar de adaptaciones (pues son realmente puntos de partida para dar la vuelta a las ideas originales),"Fat Dog Mendoza" recrea la música de una serie de animación británica de los 90', las guitarras surferas suenan afiladas en lucha con el saxo, en una tono denso y destemplado que genera una contradictoria sensación de suspense y ganas de bailar. "Blade runner (end title)" pierde todo ese aire trascendente del original de Vangelis para convertirse en un trepidante acelerón de batería y saxo con arreglos de guitarra a los Link Wray, de nuevo jugando con sonidos tensos (de saxo) y liberadores (de guitarra).
"Well you needn't" de Thelonious Monk parece poner las cosas en su sitio al recuperar el tempo jazzero, pero cambia el ritmo cuando menos te lo esperas y comienza un frenético síncope sónico que vuelve a normalizarse de nuevo... cuan menos te los esperas. Otro guiño a Thelonious es la canción propia "Monkatis revisited" donde te vas preparando ya para cualquier sorpresa inesperada... pero el suspense y la tensión se contienen quedando los zarpazos inesperados para otro momento.
Hacia el final del disco, como epílogo de una película, atemperan el ritmo en busca de reflexión. Una conclusión en la que aparecen el blues y el swing aunque no es su versión más desenfrenada, con el saxo y la batería de nuevo protagonistas... y así como en una sesión doble de cine, vuelves al principio: las carreras, las persecuciones, llos disparos de saxos, guitarras, batería... ¡ acción !
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