30 octubre 2023

LUNA (25-10-23) Lula Club - Madrid. Publicado en la web Rock and Roll Army

 No necesitan muchas excusas Dean Warehan y compañía para darse un garbeo por los lugares por los que, a lo largo de los años, han ido haciendo amigos desde que como recodaron, nos visitaron por primera vez en 1996 (en el extinto y mítico Serie B de Pradejón comenzó su idilio con el público español), así que sin disco nuevo que mostrar,  la primera cita de las cinco programadas se prestaba propicia, para dejarse sorprender… 
 
… a así fue, pues aunque acaban de reeditar en versión expandida y en vinilo su estreno Lunapark (Elektra 1992), el concierto picoteo entre su excelente discografía, de hecho del citado solo apareció ‘Anesthesia’, siendo como es habitual el imprescindible Penthouse  (Elektra 1995) el que aportó más canciones: ‘Chinatown’, ‘Side
show by the Seashore’, ‘Lost in Space, ‘Double Featour’ en las que el elegante balanceo rítmico creció cabalgando  entre  enérgicas armonías hasta que desembocaban en afilados y esperados delirios de guitarra cortesía de Sean Eden… llevado a la máxima expresión en ese breve viaje por los aeropuertos europeos de la siempre sugerente ‘23 Minutes in Brussels’

 

En la batería  Lee Wall y Britta  Phillips iban como un metrónomo, lanzando al público en las canciones más trotonas como ‘Malibu Love Nest’ o ‘Friedly Advice’ que tensaban el ambiente en infinito crescendo. Encandilaron con momentos de agridulce distensión con ‘Boby Peru’ y una muy emocionante ‘Tracey I Love You’ y poco importaron algunos desajustes instrumentales y sobre todo de voz, pues en esos momentos el entusiasmo prevalecía frente a la
crítica…  y el crítico.
 
Más aún con la primera versión, un Satellite of Love de Lou Reed con el que brillaron principalmente en la parte final de la canción, la que se desparrama. En el bis Britta hizo de Nico y el resto de la banda hizo de la Velvet para salir indemnes de la turbadora ‘Femme Fatal’, y acabar extendiendo los más de diez minutos del ‘Marquee Mon’ de Televisión para gloria y éxtasis de los asistentes… y es que entre la irresistible elegancia  de las melodías, los arrebatos eléctricos de arpegios y punteos, el ajetreo conciso de los ritmos y las estupendas canciones,  junto al  premio de las versiones…   consiguieron que ya se les estemos echando de menos.

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