FRUIT TONES (28-10-23) Clamores - Madrid, Publicado en la web Rock and Roll Army

Funcionó el boca a boca y aunque había otras interesantes ofertas musicales en la capital, los habituales y algunos más, fueron llenando una sala que si bien no completó del todo su aforo, si que ofreció una muy buena entrada de aficionados que, como se comentaba en los previos, querían conocer a este trío de Manchester del que se hablaban maravillas sobre su directo y que acababan de descubrir con su segundo disco “Pink Wafer Factory” (Alien Snatch! 2022) que esta noche presentaron junto a su estreno “Natural Selection” (Greenway 2017) en lo que está siendo su  primera gira española.

 

Expectativas cumplidas ¡y con creces!
Estos tipos no han inventado nada… ni falta que les hace mient
ras tengan la capacidad, que la tuvieron esta noche, de recrear sin imitar los diferentes estilos del rock. Lo consiguieron, en parte gracias a lo básico de su propuestas instrumental: guitarra, bajo y batería, pero también en como tocan los mismos: seis cuerdas equilibradas entre ritmo y melodía, al igual que bombo, cajas y platos que sonaron en proporcionada y alegre armonía… y velocidad, junto a las cuatro cuerdas que sonaron como una guitarra más.

 

Rapidísimos en su conjunto, las canciones apenas superaban los tres minutos… ni un medio tiempo, ni muchos menos uno lento, para ventilarse el listado de veinte trallazos en sesenta minutos de alegría y diversión. Desde el primer segundo, con la gente bailando a base de new wave “Drunk in the Zoo”, glam “I’m glad”, sonido Budy Holly “Pink Wafer Factory” y una especie de middley bastardo (aunque es una canción propia) entre el “It’s Only Rock’n’Roll (but I Like it)” stotiano y el “White Light/White Heat de la Velvet, que encantó al público… al igual que el híbrido entre los Beatles más salvajes y los Stooges “On the hill o los MC5 “Back in the night (again)”

 

Se marcaron su habitual freeze (dejar el cuerpo en suspense de repente según pille) hasta golpe de bombo, se esforzaron por interactuaron, con las gente y se despidieron, esta vez sí, con una versión “Fountain song” de la Credence que pasaron por su particular y agitada batidora de sonidos. Estos son los conciertos que molan… ¡los que no te esperas! comentaba acertadamente alguien al final de la actuación.