Tras varios años moviéndose por las cloacas del verdadero "undergorund" madrileño y tras varias reestructuraciones por cambios en la formación, los antes conocidos como The Browns se asienta definitivamente como banda y se lanzan a la arena con este disco autoeditado que augura proyecto estable y de futuro.
Un disco crudo y rudo de guitarras que transita por diferentes rutas. Desde los territorios más áridos del country fronterizo hasta los más fangosos compases del blues más primitivo, entre medias... un recorrido por la música popular norteamericana menos evidente, "outsiders" en el cruce de caminos con armónica y acústica como únicas armas.
Abre el disco "Hell boggie" donde de inicio destaca una voz ruda y ajada que nos va a acompañar a lo largo del disco. La canción se acelera a base de punteos de guitarra sucios y garageros y armónicas aguerridas que contrastan con lo hablado sobre la voz. "Brown river" es puro western de serie b, una auténtica lucha en el Ok Corral que sustituye los disparos del revolver por riffs afilados de guitarra eléctrica. "On the road ahead" suena a nuevo rock americano de los 80' (aquella generación perdida que modernizó sin mucho reconocimiento el rock americano: Long. Riders, Green on Reed, Smithereens...), pero los madrileños ralentizan aun más si cabe el ritmo, que se despereza sólo cuando aparecen la armónica y un sutil teclado que se cuela de forma nada inocente en esta y en varias canciones.
Sorprende "Lucky boy blues" un medio tiempo que se mueve entre la psicodelia y el pop que recuerda por mementos a los Pink Floyd más inspirados, y es que no sólo del las raíces de la América profunda bebe esta banda. También en "Rain" liman asperezas y aunque no abandonan el tono oscuro, se adentran es sonoridades más plácidas ¡ hasta ese vozarrón parece salir por unos instantes de las cavernas !
Vuelven a sus habituales cauces con "Fuck the bull, get the horm" y "Alone the highway". Recogen la mejor tradición de los crooners malditos, las guitarras suenan como banjos y parece que volvemos al rodeo. "Rocket girl" y "Papa was..." suenan stonianos, mucho rithm 'n' blues... pero pausado, que esta banda saca los sonidos a fuego lento ¡ sin prisas !. El epilogo es "Poor and horse" otra melodía pausada que parece llevarnos a las profundidades...
Repasan los distintos sonidos del rock y hay muchas y buenas influencias en este disco... pero no se hacen muy evidentes. Los arreglos de guitarra y los teclados, además de esa voz despellejada, les dan un toque personal . Country rock de las cavernas... algo así como lo representado en la portada del disco.
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