Jorge Ilegal presentó la nueva entrega de canciones homenaje a géneros que
según el asturiano han sido maltratados: mambos, twist, chachachás... géneros
interpretadas con éxito por las orquestas de baile antes de que llegara la
inefable discoteca móvil a las plazas de los pueblos. Pero con las canciones de
"El guateque del hombre lobo" que así se llama el nuevo disco, nos
ofreció buena dosis de rock clásico, anterior a 1962 y a los Beatles por tanto
y adaptadas al castellano, que os como llegaron a conocerse aquí en esos años.
Trajeados y en el mejor espacio imaginable, la sala con más solera de la
capital y cuidando la iluminación como si de un "ballroom" se
tratara, aparecen con algunos cambios con respecto a la formación habitual pero
con los mismos instrumentos: contrabajo, saxofón, teclados... y Jorge con la
acústica en la primera parte del concierto, donde repasó algunas de las
canciones de su anterior disco "Nuevo rumbo", así fueron ejecutadas
impecablemente "Bésame mucho", "No creo", "O bosque
das fresas", la magnifica "Estrella venenosa" o la que da título
al disco.
Pero se le notaba ansioso de eléctrica y Jorge nos anunció que empezaba el
rock and roll, comenzando así de sus últimas canciones, antes de eso ¡ como no
! el de Gijón se mostró locuaz y a veces procaz hablando de historias y
canciones con un público que empezaba a estirarse. Público por cierto
indefinible... maduros, algunos muy maduros... un tanto extraños, jóvenes,
algunos muy jóvenes... una tanto extraños...
Comienza la parte eléctrica con el muestrario de monstruos con "Soy un
hombre lobo", y "Niña vodoo" o los vampiros que aparecen de forma recurrente en varios momentos, momentos que hacen aullar literalmente al
público, seguidos de clásicos del rock castellanizados como
"Problemas" y "Dieciséis toneladas" popularizadas por Elvis
y "Rascayú", "La plaga" y "Popotitos" canciones
que sobreviven en el imaginario de varias generaciones.
El instrumental Spaghetti & Tequila da pie al Hombre Lobo mayor (Jorge)
a rescatar algunas canciones del Los Ilegales que no estaban previstas, algunas
que se ajustaban en esos momentos a la dinámica de la actuación como así
ocurrió con "La fiesta" y "El piloto". Jorge lleva una
lista de canciones pero constantemente cambia y habla con el resto de músicos introduciendo
cambios que se convierte nen sorpresas. "La fiesta la pidió alguien... le pareció
bien, habló con los músicos y la tocaron al instante.
Después un pequeño homenaje a la canción italiana rescatando de su primer
disco "Si e spento il sole" y " Il ribelle" junto a algunas
composiciones propias del nuevo que volvieron a marcar la senda del rock tanto ínitimo
en "1962" como febril en "Despeinada".
Si a todo ello le añadimos el carisma de Jorge Ilegal, con constantes
diálogos divertidos inteligente, tenemos como resultado una hora y media de
noche que se quedo corta para escuchar, bailar... y aprender.
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