27 mayo 2012

MAÑANA - Se acabó la rabia (Sello Salvaje)

Segundo disco de esta banda sevillana liderada por Cristóbal Colom, músico de formación clásica que se adapta ¡ y de que manera ! a esto de componer canciones. Es este un disco medido en estrucutras y tiempo, donde se imponen los medios tiempos de ambiente pop-folk atemporal salpicados de psicodelia, aunque también destacan estallidos de pop colorista de tradición setentera local. Los aires del sur impregnan cada una de las canciones.

Se abre el disco de forma valiente con una canción de casi siete minutos "Vals de autoayuda", un medio tiempo de cadencia progresiva que se despereza lento mientras se van añadiendo guitarras y teclados al servicio de una estupenda voz que... transita en meloso recitado para acabar en festín de psicodelia de ruido leve. Se respira ese poso de sabiduría popular de aire meridional. Una de esas canciones que justifica un disco.

La melodías vibrantes aparecen en "Desiste" psciodelia pop de ritmo bien marcado, estribillos bien definidos y en los que destacan como a lo largo de todo el disco teclados, mellotrones y sintetizadores saltarines. Los mismos aires aparecen en "La pena máxima", más expuestos aun si cabe con unas campanas, panderetas y maracas que brillan en alegre festividad circense con aire de pop doméstico. Recuerda a los primeros Lori Mayers y sobre todo a Wilco en sus últimos trabajos, y es que los guiños a la banda de Jeff Tweedy vienen y van a lo largo del disco, en la canción que le da nombre "Se acabo la rabia" de forma implícita (Jesus etc.) y en "Catarata" como explícito homenaje a la irrupción sónica discordante (Via Chicago). "El vendaval" nos acerca al pop vitamínico de los 90' elevando de nuevo las sensaciones.

"Cenizas por errores", "Las copas de rencor" y Buenas intenciones" transitan en tiempo lento por diferentes tonos de psicodelia: dura introspección la primera, melancolía pop la segunda y evasiva oscuridad la tercera. Gran trabajo (no sólo en estas canciones) el realizado en arreglos de pianos, teclados y sintetizadores.   

Múltiples influencias bien digeridas, personalizadas en una muy melódica voz al frene de unas excelentes letras que... se mueven entre la cotidiana reflexión personal y el dicho popular. Psicodelia meridional para todos.

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