Atractivo cartel el promovido por Everlasting Records, con tres
propuestas diferentes, cuarenta minutos para cada una de ellas, pero con
ciertas conexiones más o menos visibles u ocultas. La primera de ellas Vacaciones
Permanentes, el proyecto personal del salmantino Iván
Andrés, que toma su nombre de la película que supuso la
puesta de largo del recomendable cineasta Jim Jarmusch, apareció en solitario
para defender su homónimo estreno acompañado por la eléctrica y un ochentero
sintetizador-caja de ritmos. Herramientas con las que distorsionó y trituró el
sonido primitivo y salvaje de sus canciones, un incendiario recorrido por el
rock destartalado y trash, que se hizo turbio cual Tav Falco, se acercó al rockabilly que llevó al extremo
desqjuiciadamente Cramps… para sonar moviolero (hibrido de la movida y la nueva
ola) y hasta marcarse una alucinada y retro-futurista versión de la reguetonera
«La Gasolina». Arrollador
a base de ritmos tribales y electrónicos que en algunos momentos ocultaron el
sonido de su guitarra, sobre todo en los punteos. Oscuro, amenazante y algo David Lynch, acabó por los
suelos llevándose por delante parte del instrumental listo para la siguiente
descarga…
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Yo Diablo |
…que no era
menos ruidosa y arriesgada, la que propusieron
Yo Diablo dúo valenciano formado por Marcos Herrero en la guitarra y
Víctor Vila en la batería. Ellos dos solitos se bastaron para llenar de sonido la
sala con la básica instrumentación referida y eso que se dejaron en casa los
teclados y sintetizadores que aparecen en III,
su último trabajo, pero la batería se desdobló en funciones de percusión, y
la guitarra llevaba múltiples efectos marcando minimalistas mantras rítmicos y
afilados punteos, para ofrecer un sonido crudo pero dinámico, que comenzó en
formato instrumental de aire surfero para después dejarse llevar por las sendas
del rock troglodita y despiadado en tono fronterizo y… aflamencado en algún
momento hasta delirantemente cañí.
Versátiles al máximo hubo momentos en que convergieron antagónicas influencias
con AC/DC o Daft Punk ¡si electrónica!
Cerró la
noche L’exotighost proyecto iniciado por el siempre inquieto Javier Díaz-Ena,
aunque constituido como banda estable con sus miembros participando. Los
madrileños prestaron su reciente Hawaii es un
estado de ánimo un trabajo que reivindica
el sonido denominado exótica, género musical nacido
en los años 50 que incorpora elementos de jazz,
música latina y hawaiana. Díaz-Ena abandonó por un rato el theremin para volver a su originario
contrabajo, que junto a la marimba, una batería muy percutida, y una eléctrica,
lograron recrear los sonidos citados apoyados en los arreglos previamente
grabados lanzados desde el ordenador. Refrescantes, bailables y retro, lograron
sonar como si una big-band dirigida por Xaveir Xugat estuviera en el escenario,
para regocijo del personal, que si antes había inclinado cuello aceleradamente,
ahora movía cadera con desenfreno… sorprendido además por el middley incluido
en «Hawaii está en tu mente» el estribillo en versión instrumental del Escuela de Calor de Radio Futura. También
con la versión del original de Antón
García Abril compuesta
para la mítica sintonía de la serie de televisión El hombre y la Tierra . Con ellos se puso fin a una excitante noche
de propuestas diferentes a lo habitual.



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