15 marzo 2024

NUDOZURDO - Clarividencia (Sonido Muchacho). Publicado en la web Rock and Roll Army

Regresa Leo Mateos al formato banda y lo hace de forma renovada… pero no tanto, pues los músicos que le acompañan son los mismos que lo hicieran en su última referencia publicada a su nombre Demasiados bellos para ser esclavos (IntroMúsica 2021) donde ya se acreditaban Ojo (La Débil) al bajo, Juanma López (Disciplina Atlántico, El Pardo… ) a la guitarra y Jorge Fuertes (Agrio) que ya estuviera en la primera formación de Nudozurdo, en la batería.
 
Como índica su título Clarividencia: capacidad de percibir con claridad, pero también intuir hechos ocultos, las canciones incluidas en él, brotan  cristalinas unas, tenebrosas otras. Dualidad que se muestra en algunos títulos dobles como “Soledad/Clarividencia” ritmo kraut constante y febril recorrido por prístino y concisos punteo y a la vez distorsionados riffs que dejan espacio para una voz más clara y melódica que nunca…
 
... aunque sin perder el espíritu experimental que en este disco se plasma en las canciones más escapistas: los agridulce teclados de “Carta a Nina” o las densas percusiones y arreglos mínimos de “Lo Que Ocultan Las Arizónicas”, aportando ambas una sensación de tibis nostalgia… también los teclados de la retrofuturista “Angel Genetics” y el violonchelo de la claustrofóbica “Cripto Mundi”.
 
Hay además ambientes que, sin ser del todo flamencos, remiten directamente al folclore del sur, aunque en su faceta más oscura, como hacían en los 80’ Décima Víctima, como se confirman en el controlado caos épico de de “La Isla del Diablo” y… otro doble título “Elvira/Santuario Combate” en el que el juego de espejos refleja aquí dicho aire meridional con el arrebato de distorsión psicodélica que se desarrolla según avanza la misma.
 
No se ha cortado con las guitarras vuelve a las dos guitarras, lo que le permite recrear progresiones largas y electrizantes en las que perderse tanto en intros, como en desarrollos que se tensan y bifurcan en imprevisibles laberintos: “Bisontes Albinos” o “La Bruja” dos piezas destinadas a hacer saltar por los aires los directos con su progresivas guitarras creciendo y batería tensándose hasta el punto de ebullición. Un disco rebosante de sonidos para perderse en uno mismo y también para regodearse con los demás. Un regreso a la altura.

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