Después de año y medio de gira de despedida de Los Ilegales, con llenos absolutos y con la banda en uno de sus mejores momentos, Jorge Martínez decide cambiar drásticamente el rumbo, con este arriesgadísimo proyecto en el que trata de dignificar la música popular antes de que apareciera el rock. Para ello ha realizado un minucioso trabajo de arqueología musical, tanto en sonidos y canciones, como en la forma de ejecutarlas: utilizan instrumentos de época, han creado un estudio único para la grabación, cuidan la imagen de la banda recreando los trajes de las orquestas de entonces, han diseñado el disco según las portadas que estilaban en dichos días...
Una recreación de los sonidos latinos y también anglosajones que se escuchaban antes de la aparición en los años cincuenta del rock. Boleros, cha-cha-cha, canción italiana, swing... todo ello en homenaje a los que eran los guateques y orquestas de fiesta de nuestro país. Una vuelta al origen ya que es asturiano empezó tocando en dichas orquestas.
Un ambicioso proyecto en el que es fácil caer en la mediocridad. No es el caso, ya sea por experiencia, o por el dominio que el controvertido Jorge ha tenido siempre por géneros musicales e instrumentos (es un gran coleccionista de guitarras) el buen gusto y la clase se unen a una ejecución perfecta, con cuidados detalles en una producción sencilla y minuciosa que hace que este disco sea un deleite auténtico, gran sonido y composiciones con el espíritu combativo de los que fueron Los Ilegales impregnando las letras.
El disco se abre con "No creo" donde el vibráfono es el protagonista, un ritmo entre festivo y nostálgico según aparezcan saxos o silbidos y la con la voz de Jorge más mesurada que nunca. Sigue "Estrella venenosa" una de las mejores del disco al conseguir conjugar con éxito una especie de vals con una de esas letras canallas marca de la casa. Después "Nuevo rumbo" otra letra cien por cien ilegal que no chirría en un ritmo latino sino todo lo contrario. "O bosque das fresas" tiene una cadencia agridulce que le da un tono inquietante. "Jardín mortal" y "La herida abierta" recorren las sendas más intimas, con una lírica oscura la primera y en medio tiempo esperanzador la segunda.
El resto de canciones son versiones entre las que destaca la archiversionada "Besame mucho" que aquí se acelera un poco, alcanzando un tempo un tanto cabaretero, con unos logradísimos coros que hacen que destaque de entre otras versinoes más "estadar". No obvia tampoco el rock más alegre pasado por el tamiz mediterráneo de Adriano Celentano "Il Ribelle y "Si spento il sole" (esta última popularizada por el italiano pero no original suya) se ofrecen como las más festivas del disco. También un bolero "Inútilmente" y una sorprendente "Miradla" de Jean Baptista Humet.
En todo caso donde saca su verdadero jugo este disco, en el las composiciones propias, donde la voz se adapta a los registros necesarios de cada canción y donde el vibráfono de Xuam Zen y el saxo de Juan Flores destacan sutilemetne cuando deben hacerlo. La sección rítmica con Juan Belaústegui a la batería y Alejandro Blanco al contrabajo (no hay bajo eléctrico) que ya formaban parte de Los Ilegales (también Juan Flores en etapas anteriores), han contribuido a que todo suene sencillo y natural.
Muertos Los Ilegales... ¡ Vivan Los Magníficos ! que anuncian continuidad (este disco no ha sido una mera diversión o capricho), y que se han estrenado con un disco extraordinario... e imprescindible.
Los jueves en directo de 21:00 a 22:30 a través de las ondas en Radio Utopía 107.3 FM y en la red en www.radioutopia.es
25 julio 2011
21 julio 2011
THE BLIND BOYS OF ALABAMA (18-7-11) Escenario Puerta del Ángel Casa de Campo - Madrid
The Blind Boys of Alabama son una entrañable banda de octogenarios que llevan más de seis décadas cantando gospel. Aún con tantos años a sus espaldas, no se ciñen únicamente a su estilo, y buscan fórmulas nuevas. Así fue que, en esta agradable escenario de los Veranos de la Villa, sonaron no sólo los espirituales sino también blues primitivo, bailable música negra, con toques dance unas veces o funky otras, y ¡ como no ! country ! co el que aparece en su último disco que precisamente presentaban "Take the hight road".
Tal magnitud de estilos sonaron como una fiesta, todo energía y diversión gracias a una voces todoterrreno que se amoldaban a cualquier registro ¡ y con la edad que tienen ! También fueron destacables unos músicos (algo más jóvenes), metódicos en bajo y batería y chispeantes en teclados y guitarra, aoque arroparon a la perfección al trío de voces principal, mermado por el fallecimiento (la vejez no perdona) de algunos de sus miembros y es aun recuerdo el Womad de Cáceres 2002 donde se presentaron hasta a siete vocalistas en escena, montando un auténtico espectáculo.
A pesar de su lógico estatismo en escena (como su propio nombre indica los tres cantantes son invidentes), montaron su espectáculo al más puro estilo James Brown, al saltar sorpresivmaente de sus sillas en arrebatos ante el micro, lo que provocaba que su bajsta y asistente en escena, tuviera que andar sentándolos de nuevo, mientras se levantaba otro compañero al lado con más arrebato aun si cabe.
Para regocijo de un público, que sorprendentemente no llego a llenar ni la mitad del aforo, Jimmi Carter, uno de los miembros fundadores supervivientes, recorrió voz en micro todos los recovecos del escenario, desde el foso hasta el gallinero, en pura exaltación de júbilo emocional. Jimmi Carter como maestro de ceremonia, se había ganado antes a todos, mostrado durante todo el concierto parlanchín y dinámico no parando de recomendar la compra del último disco que pasarían posteriormente a firmar (insistió mucho... no se que pasará con el sistema de pensiones en los USA).
Así acabó la noche, entre buena música añeja ejecutada con precisión, entrañable espectáculo en escena y grada y algunas versiones entre las que destacó nada más y nada menos que "Way down in the hole" de Tom Waits. Una anoche con la que salir con la sonrisa en los labios.
Tal magnitud de estilos sonaron como una fiesta, todo energía y diversión gracias a una voces todoterrreno que se amoldaban a cualquier registro ¡ y con la edad que tienen ! También fueron destacables unos músicos (algo más jóvenes), metódicos en bajo y batería y chispeantes en teclados y guitarra, aoque arroparon a la perfección al trío de voces principal, mermado por el fallecimiento (la vejez no perdona) de algunos de sus miembros y es aun recuerdo el Womad de Cáceres 2002 donde se presentaron hasta a siete vocalistas en escena, montando un auténtico espectáculo.
A pesar de su lógico estatismo en escena (como su propio nombre indica los tres cantantes son invidentes), montaron su espectáculo al más puro estilo James Brown, al saltar sorpresivmaente de sus sillas en arrebatos ante el micro, lo que provocaba que su bajsta y asistente en escena, tuviera que andar sentándolos de nuevo, mientras se levantaba otro compañero al lado con más arrebato aun si cabe.
Para regocijo de un público, que sorprendentemente no llego a llenar ni la mitad del aforo, Jimmi Carter, uno de los miembros fundadores supervivientes, recorrió voz en micro todos los recovecos del escenario, desde el foso hasta el gallinero, en pura exaltación de júbilo emocional. Jimmi Carter como maestro de ceremonia, se había ganado antes a todos, mostrado durante todo el concierto parlanchín y dinámico no parando de recomendar la compra del último disco que pasarían posteriormente a firmar (insistió mucho... no se que pasará con el sistema de pensiones en los USA).
Así acabó la noche, entre buena música añeja ejecutada con precisión, entrañable espectáculo en escena y grada y algunas versiones entre las que destacó nada más y nada menos que "Way down in the hole" de Tom Waits. Una anoche con la que salir con la sonrisa en los labios.
18 julio 2011
LOS PLANETAS (16-7-11) Escenario Puerta del Ángel - Casa de Campo - Madrid
Se hace extraño ver a Los Planetas en una actuación de verano en Madrid, sobre todo cuando en estas mismas fechas de FIB castellonense, la vorágine "indie" les aclamaría dispuestos a perdonar cualquier desfase escénico. Los Veranos de la Villa les cede envidiable escenario y protagonismo único por lo que la oportunidad no era para perderla en actitudes pretéritas. No podían fallar... y no lo hicieron... y es que reslmente llevan un tiempo en el que ¡ al fin ! los directos no son los caos de antes.
Abrieron con "La Llave de oro" la canción instrumental que abre su último disco "Una ópera egipcia" y que sirvió para ordenar el ruido y que todo empezase a sonar. A partir de ahí repasaron sus dos últimos discos, el aludido y "La leyenda del espacio".
Para algunos que pensamos que la carrera discográfica de Los Planetas se llena totalmente de sentido con estos dos discos únicos (y los sitúa realmente como una de las bandas más importantes de este país al margen de géneros) disfrutamos plenamente de canciones como "Una Corona de estrellas", "Si me diste la espalda", "Ya no me asomo a la reja", "Señora de las alturas" o "Romance de Juan de Osuna" donde, ya sea con medios tiempo o con cadencias más lentas... y duras "Tarantos de Perico el Morato", reflejan lo que es esta banda ahora, una compleja pero exuberante muestra de sonidos progresivos, "noise" de sus orígenes, dejes jondos y sonidos del sur. Arrebatador.
Midiendo bien el repertorio, fueron apareciendo "Soy un pobre granaino", "Reunión en la cumbre" o "Alegrías de un incendio" canciones también de estos discos pero, que se asemejan más a los trallazos de pop guitarrero que con maestría manejan los granadinos en sus anteriores discos y que se han convertido en clásicos de la parte salvaje del repertorio. Parte del respetable, menos sensible a su apuesta "flamenca", fue realmente el comienzo del concierto.
Con estos coreadísimos himnos y La Bien Querida cantando "No se como te atreves" el público más nostálgico empezó a vibrar y es que fue una transición perfecta para la segunda parte de la actuación , el repaso por la nutrida discografía que se hace ya inabarcable en directo.
Que decir... entre el final y los bises fueron sonando entre evasivas y enérgicas "Corrientes circulares en el tiempo, "Nunca me entero de nada" "Santos que yo pinte" "Segundo premio" (la canción que marca un antes y un después en la banda), "Un buen día"(una de las mejores canciones pop de todos los tiempos), "Devuélveme la pasta que me debes", "Canción del fin del mundo", "Pesadilla en el parque de atracciones"... y haciendo un ejercicio de arqueología discográfica, rescataron "Rey sombra" y "De Viaje" con la que finalizaron en un tercer bis con la gente ya casi saliendo.
Faltaron muchas ¡ como no ! pero fue buena muestra de lo versátiles que han llegado a ser en directo con las canciones de toda la vida que suenan aun enérgicas, frescas y potentes y las nuevas... evocadoras, recias y oscuras. Están en forma, concentrados y seguros, gran noticia.
Abrieron con "La Llave de oro" la canción instrumental que abre su último disco "Una ópera egipcia" y que sirvió para ordenar el ruido y que todo empezase a sonar. A partir de ahí repasaron sus dos últimos discos, el aludido y "La leyenda del espacio".
Para algunos que pensamos que la carrera discográfica de Los Planetas se llena totalmente de sentido con estos dos discos únicos (y los sitúa realmente como una de las bandas más importantes de este país al margen de géneros) disfrutamos plenamente de canciones como "Una Corona de estrellas", "Si me diste la espalda", "Ya no me asomo a la reja", "Señora de las alturas" o "Romance de Juan de Osuna" donde, ya sea con medios tiempo o con cadencias más lentas... y duras "Tarantos de Perico el Morato", reflejan lo que es esta banda ahora, una compleja pero exuberante muestra de sonidos progresivos, "noise" de sus orígenes, dejes jondos y sonidos del sur. Arrebatador.
Midiendo bien el repertorio, fueron apareciendo "Soy un pobre granaino", "Reunión en la cumbre" o "Alegrías de un incendio" canciones también de estos discos pero, que se asemejan más a los trallazos de pop guitarrero que con maestría manejan los granadinos en sus anteriores discos y que se han convertido en clásicos de la parte salvaje del repertorio. Parte del respetable, menos sensible a su apuesta "flamenca", fue realmente el comienzo del concierto.
Con estos coreadísimos himnos y La Bien Querida cantando "No se como te atreves" el público más nostálgico empezó a vibrar y es que fue una transición perfecta para la segunda parte de la actuación , el repaso por la nutrida discografía que se hace ya inabarcable en directo.
Que decir... entre el final y los bises fueron sonando entre evasivas y enérgicas "Corrientes circulares en el tiempo, "Nunca me entero de nada" "Santos que yo pinte" "Segundo premio" (la canción que marca un antes y un después en la banda), "Un buen día"(una de las mejores canciones pop de todos los tiempos), "Devuélveme la pasta que me debes", "Canción del fin del mundo", "Pesadilla en el parque de atracciones"... y haciendo un ejercicio de arqueología discográfica, rescataron "Rey sombra" y "De Viaje" con la que finalizaron en un tercer bis con la gente ya casi saliendo.
Faltaron muchas ¡ como no ! pero fue buena muestra de lo versátiles que han llegado a ser en directo con las canciones de toda la vida que suenan aun enérgicas, frescas y potentes y las nuevas... evocadoras, recias y oscuras. Están en forma, concentrados y seguros, gran noticia.
15 julio 2011
ZZ TOP (14-7-11) La Riviera - Madrid
El trío texano, que desde sus inicios en 1969 sigue inmutable con Billy Gibbons, Dusty Hill y Frank Beard al frente, llenó el aforo con un público venido de distintas partes del país, incluso en auténticas excursiones familiares. Su última visita en 1994 quedaba ya lejos, sobre todo para nuevas generaciones rockeras, y las ganas se reflejaban en los instantes previos. Se hablaba bien de la actuación previa en Barcelona.
Puntualísimos aparecieron con la imagen que les ha marcado durante tantos años, barbas, sombreros, lentejuelas, gafas de sol... y como no esas guitarras tuneadas personalmente marcando estilo.
Arrancaron fuerte con "Got me under preassure" que al igual que sonaron del disco "Eliminator" 1983, lo hicieron sin los arreglos típicos de esos años. Nada de sintetizadores, durante toda la actuación fueron al grano con sonidos rotundos de guitarra tocados con más o menos aceleración.
Tras el rotundo inicio transitaron por la senda del blues vigoroso, clásicos ¡ como no ! de "Tres hombres" 1973, "Waittiin' for the bus" y "Jesus just left Chicago" sonaron rocosas y con la mano lenta de Gibbons deslizándose densa por las cuerdas de su Gretch "Billy Bo" Jupiter Thunderbird. En la misma onda pantanosa blusera sonaron "I'm bad, I'm nationwide" y la primera versión de la noche "Future blues" de Willie Brown, momento gracioso en el que aparecieron dos señoritas que le traían a Gibbons el sombrero para tocar blues.
Un conocido radiofonista decía antes del concierto que ZZ Top eran los Status Quo de Texas... y aunque no faltó boggie boggie con "Cheap sunglasses" o "My heads on Mississippi" la actuación tiró más por el blues de puteo lento de la primera parte de la actuación y por las guitarras más aceleradas y agerrdias de la segunda. Entre ambas partes las citadas al inicio del párrafo, "I need you tonight" lo más cercano a una balada, "Hey Joe" de Hendrix, la segunda versión de la noche y "Brown sugar" u nblues que sonó algo más acelerado.
La recta final fue un no parar de guitarras más rockeras, con los punteos más acelerados y punzantes, con ritmos de batería y bajo vibrantes que hicieron que el público se volcara, buen rockanroll en "Party on the patio" y a ritmo de hard rock en "Just god paid" Pero los clasicazos llegaron al cierre, de nuevo con las canciones de "Elimiantor" 1983: "Gimmie all your lovin", "Sharp dressed man" y "Legs" con el gentío totalmente entregado. En los bises las esperadas "Le Grange", la canción que habla de un famoso burdel texano y "Tust".
Por lo demás, buen sonido para lo que es en general esta sala y escaso minutaje, sólo una hora y veinte ¡ al precio que están las entradas ! Un último pero... no hubo sorpresas ni en repertorio ni en interpretación todo va ajustado a como va la gira y no se improvisa nada. Previsibles aunque con los años que ya tienen demuestran que aun están ahí para decir algo. Van al grano, a las canciones y sin más distracciones estéticas que las de su propia imagen.
Puntualísimos aparecieron con la imagen que les ha marcado durante tantos años, barbas, sombreros, lentejuelas, gafas de sol... y como no esas guitarras tuneadas personalmente marcando estilo.
Arrancaron fuerte con "Got me under preassure" que al igual que sonaron del disco "Eliminator" 1983, lo hicieron sin los arreglos típicos de esos años. Nada de sintetizadores, durante toda la actuación fueron al grano con sonidos rotundos de guitarra tocados con más o menos aceleración.
Tras el rotundo inicio transitaron por la senda del blues vigoroso, clásicos ¡ como no ! de "Tres hombres" 1973, "Waittiin' for the bus" y "Jesus just left Chicago" sonaron rocosas y con la mano lenta de Gibbons deslizándose densa por las cuerdas de su Gretch "Billy Bo" Jupiter Thunderbird. En la misma onda pantanosa blusera sonaron "I'm bad, I'm nationwide" y la primera versión de la noche "Future blues" de Willie Brown, momento gracioso en el que aparecieron dos señoritas que le traían a Gibbons el sombrero para tocar blues.
Un conocido radiofonista decía antes del concierto que ZZ Top eran los Status Quo de Texas... y aunque no faltó boggie boggie con "Cheap sunglasses" o "My heads on Mississippi" la actuación tiró más por el blues de puteo lento de la primera parte de la actuación y por las guitarras más aceleradas y agerrdias de la segunda. Entre ambas partes las citadas al inicio del párrafo, "I need you tonight" lo más cercano a una balada, "Hey Joe" de Hendrix, la segunda versión de la noche y "Brown sugar" u nblues que sonó algo más acelerado.
La recta final fue un no parar de guitarras más rockeras, con los punteos más acelerados y punzantes, con ritmos de batería y bajo vibrantes que hicieron que el público se volcara, buen rockanroll en "Party on the patio" y a ritmo de hard rock en "Just god paid" Pero los clasicazos llegaron al cierre, de nuevo con las canciones de "Elimiantor" 1983: "Gimmie all your lovin", "Sharp dressed man" y "Legs" con el gentío totalmente entregado. En los bises las esperadas "Le Grange", la canción que habla de un famoso burdel texano y "Tust".
Por lo demás, buen sonido para lo que es en general esta sala y escaso minutaje, sólo una hora y veinte ¡ al precio que están las entradas ! Un último pero... no hubo sorpresas ni en repertorio ni en interpretación todo va ajustado a como va la gira y no se improvisa nada. Previsibles aunque con los años que ya tienen demuestran que aun están ahí para decir algo. Van al grano, a las canciones y sin más distracciones estéticas que las de su propia imagen.
13 julio 2011
Discos Junio 11
Maracaibo – LA ESTRELLA DE DAVID
Here We Rest – JASON ISBELL &; THE 400 UNIT
Jorge Ilegal y los magníficos – JORGE ILEGAL Y LOS MAGNÍFICOS
Broken record – LLOYD COLE
Sintón nisón ama a nifú nifá – WIGGUM
Go-Go boots – DRIVE-BY TRUCKERS
También en Junio
DINERO – THE REBELS – ERIC FUENTES – NUDOZURDO – BRANDAUER – GRISES – MARONDA – ODIO PARÍS – LOS ÚLTIMOS BAÑISTAS – L’ODI SOCIAL – GRB – JUANINATCKA – CENTRO- MATIC – BILL CALAHAM – ORBIT PAS – FUEL FANDANGO – SONOTONE – PÁJARO SUNRISE – DISCO LAS PALMERA! – THE NEW RAEMON – MAGA – SEÑOR MOSTAZA – BART DAVENPORT – LA BIEN QUERIDA – CAKE – DOLOREAN – MARIANNE FAITHFULL – VETUSTA MORLA – PONY BRAVO – BURRITO PANZA – LE SHEIK – MARYLAN – TACHENKO – GARAJE JACK– LA GUARDIA – SPIT – HAPPY MORGE
04 julio 2011
AZKENA ROCK FESTIVAL 11 (25-6-11) Vitoria - THIN LIZZY - PAUL WELLER - BRIAN SETZER - BRIGHT EYES - GREGG ALLMAN - BAND OF HORSES - NEW BOMB TURKS
Último día de Azkena y el más variado con propuestas diferentes, aparecen las melodías y el hard cede terreno en esta última jornada. Los tres escenarios a pleno rendimiento y dificultad para verlo todo. Aun así, esta vez si desde bien pronto viendo conciertos. New Bomb Turks, consiguieron congregar a mucha gente a pesar de lo temprana de la hora y el calor. Buena actuación con la que consiguieron sentaros a todos con su última canción. Demostraron que el punk rock garajero tiene todavía fieles seguidores.
Avett Brothers, todavía con el calor de las primeras horas de la tarde, fueron una de las sorpresas. Otra de las mejores actuaciones, ganándose al respetable a base de folk rock de guitarras con múltiples arreglos. Las flautas sonaron idílicas según avanzaba la tarde y los juegos de voces de los hermanos Scott y Seth funcionaron a l a perfección mientras sonaban guitarras y banjos. Muchas melodías a veces áridas otras más campestres y algún ramalazo de blues punkarra sirvieron para dejar un gran sabor de boca en una audiencia agradecida y empezar una buena tarde.
Band of Horses, tuvieron que lidiar también con el sol de la tarde, algo que no pareció importar a su líder Ben Bridwell que se dejó la piel en la última fecha de los de Seattle en nuestro país. Se mostró carismático y convincente en su propuesta entre folk rock aguerrido y melodías de guitarra épica cercana al pop hipnótico. Con "Factory" y "No one's gonna love you" , la temperatura aumentó aun más si cabe. Gran actuación.
Con la tarde dando un respiro Gregg Allman agrupó (como venía siendo habitual desde ya pronto esta jornada) gran cantidad de gente. El fundador de los Allman Brothers no decepcionó y ofreció un sobrio recital de country, blues pantanoso y toques souleros para saborear despacio, Sin prisa fue alternando bastantes clásicos de su banda original con las de su carrera en solitario. Otro gran momento.
Bright Eyes, fue el momento "indie" de la recién llegada noche. Los sintetizadores y teclados dominaron a las guitarras y la carpa se inundó de rock oscuro, la épica en la voz de Conor Oberst también contribuyó a ellos. Las guitarras sonando como un muro de sonido pusieron también su punto "dark". Aunque parecía que estábamos en otro tipo de festival, funcionaron bien.
Llegó el plato fuerte y no defraudó Brian Setzer's Rockabilly Riot, se convirtió en la actuación del día y probablemente la del Festival. El ex-Stray Cats, dividió la actuación en tres partes, a la vez que se retiraba el telón de fondo y cambiaba el logo. De inició su banda actual los Rockabilly Riot con los que comenzó ya un auténtico fiestón de baile sin parar. Cuidando la imagen de todo lo que en escena aparece, y la suya propia ¡ como no ! apareció con un llamativo traje verde de solapas igual que el guitarrón Gretsch que hacía sonar a las mil maravillas. Baile y más baile tras entrega enérgica del experimentado neoyorkino. Caía el telón y aparece una banda nueva, con Slin Jim Phantom, ex-Stray Cats, en la batería, siempre de pie sacando muchísimo sonido de un bombo, mínima caja y charles. En la parte final, los músicos de ambas bandas juntos, todos ellos acabaron subidos a sus instrumentos, en un auténtico duelo de baterías y sobre todo, sobre todo de contrabajos que hicieron las delicias de un público que olvidó el cansancio y se dejó los últimos gramos de energía en un final de traca donde no faltó "Rock this town"
Tras el frenesí anterior, Paul Weller lo tenía difícil para mantener el nivel, y aunque no alcanzó las cotas alcanzadas por el ex-Stray Cats, el ex-Jam cumplió, sobre todo por que no levantó de inició grandes expectativas, no era este, por público, un festival para ello. El británico se esforzó y se mostró versatil y efectivo tanto en las guitarras "Wake up the nation" como en los teclados "Piece of a dream", ambas canciones aun siendo de su último disco, sonaron a clásicos, como Star! de los Jam que encendió los ánimos. Hubo curiosos acercamientos a la psicodelia y algún momento más bajo, más por la hora (debió haber actuado más temprano).
Para finalizar y tras un lamentable retraso de casi tres cuartos de hora (la puntualidad en general fue sobresaliente) , se hizo duro, ya con la madrugada avanzada esperar a Thin Lizzy. Nada que ver con lo esperado, una banda autocomplaciente con su propio legado que debería cambiar de nombre (no queda nadie de los fundadores, aunque han pasado tantos músicos que históricos si había) y que sonó atronadora en el peor de los sentidos. Si en todo el festiva el volumen no fue lo mejor, aquí parece que se resarcieron. Sonaron los clásicos ¡ como no ! "Dancing on the moonlight", "Whisky in the jar", "The boys are back in town"... aunque con un exceso de insturemntación en los arreglos y volumen que no hace honor a las originales, exceso de virtuosismo en unos músicos que parecían reivindicarse más ellos que a la propia banda. Mejor su cantante Ricky Warwick, más comedido y proporcionando algo de melodía, típica de los primigenios irlandeses con su voz. No creo que Phil Lynott estuviera muy contento.
Avett Brothers, todavía con el calor de las primeras horas de la tarde, fueron una de las sorpresas. Otra de las mejores actuaciones, ganándose al respetable a base de folk rock de guitarras con múltiples arreglos. Las flautas sonaron idílicas según avanzaba la tarde y los juegos de voces de los hermanos Scott y Seth funcionaron a l a perfección mientras sonaban guitarras y banjos. Muchas melodías a veces áridas otras más campestres y algún ramalazo de blues punkarra sirvieron para dejar un gran sabor de boca en una audiencia agradecida y empezar una buena tarde.
Band of Horses, tuvieron que lidiar también con el sol de la tarde, algo que no pareció importar a su líder Ben Bridwell que se dejó la piel en la última fecha de los de Seattle en nuestro país. Se mostró carismático y convincente en su propuesta entre folk rock aguerrido y melodías de guitarra épica cercana al pop hipnótico. Con "Factory" y "No one's gonna love you" , la temperatura aumentó aun más si cabe. Gran actuación.
Con la tarde dando un respiro Gregg Allman agrupó (como venía siendo habitual desde ya pronto esta jornada) gran cantidad de gente. El fundador de los Allman Brothers no decepcionó y ofreció un sobrio recital de country, blues pantanoso y toques souleros para saborear despacio, Sin prisa fue alternando bastantes clásicos de su banda original con las de su carrera en solitario. Otro gran momento.
Bright Eyes, fue el momento "indie" de la recién llegada noche. Los sintetizadores y teclados dominaron a las guitarras y la carpa se inundó de rock oscuro, la épica en la voz de Conor Oberst también contribuyó a ellos. Las guitarras sonando como un muro de sonido pusieron también su punto "dark". Aunque parecía que estábamos en otro tipo de festival, funcionaron bien.
Llegó el plato fuerte y no defraudó Brian Setzer's Rockabilly Riot, se convirtió en la actuación del día y probablemente la del Festival. El ex-Stray Cats, dividió la actuación en tres partes, a la vez que se retiraba el telón de fondo y cambiaba el logo. De inició su banda actual los Rockabilly Riot con los que comenzó ya un auténtico fiestón de baile sin parar. Cuidando la imagen de todo lo que en escena aparece, y la suya propia ¡ como no ! apareció con un llamativo traje verde de solapas igual que el guitarrón Gretsch que hacía sonar a las mil maravillas. Baile y más baile tras entrega enérgica del experimentado neoyorkino. Caía el telón y aparece una banda nueva, con Slin Jim Phantom, ex-Stray Cats, en la batería, siempre de pie sacando muchísimo sonido de un bombo, mínima caja y charles. En la parte final, los músicos de ambas bandas juntos, todos ellos acabaron subidos a sus instrumentos, en un auténtico duelo de baterías y sobre todo, sobre todo de contrabajos que hicieron las delicias de un público que olvidó el cansancio y se dejó los últimos gramos de energía en un final de traca donde no faltó "Rock this town"
Tras el frenesí anterior, Paul Weller lo tenía difícil para mantener el nivel, y aunque no alcanzó las cotas alcanzadas por el ex-Stray Cats, el ex-Jam cumplió, sobre todo por que no levantó de inició grandes expectativas, no era este, por público, un festival para ello. El británico se esforzó y se mostró versatil y efectivo tanto en las guitarras "Wake up the nation" como en los teclados "Piece of a dream", ambas canciones aun siendo de su último disco, sonaron a clásicos, como Star! de los Jam que encendió los ánimos. Hubo curiosos acercamientos a la psicodelia y algún momento más bajo, más por la hora (debió haber actuado más temprano).
Para finalizar y tras un lamentable retraso de casi tres cuartos de hora (la puntualidad en general fue sobresaliente) , se hizo duro, ya con la madrugada avanzada esperar a Thin Lizzy. Nada que ver con lo esperado, una banda autocomplaciente con su propio legado que debería cambiar de nombre (no queda nadie de los fundadores, aunque han pasado tantos músicos que históricos si había) y que sonó atronadora en el peor de los sentidos. Si en todo el festiva el volumen no fue lo mejor, aquí parece que se resarcieron. Sonaron los clásicos ¡ como no ! "Dancing on the moonlight", "Whisky in the jar", "The boys are back in town"... aunque con un exceso de insturemntación en los arreglos y volumen que no hace honor a las originales, exceso de virtuosismo en unos músicos que parecían reivindicarse más ellos que a la propia banda. Mejor su cantante Ricky Warwick, más comedido y proporcionando algo de melodía, típica de los primigenios irlandeses con su voz. No creo que Phil Lynott estuviera muy contento.
03 julio 2011
AZKENA ROCK FESTIVAL 11 (24-6-11) Vitoria - QUEENS OF THE STONE AGE - PRIMUS - CHEEP TRICK - CLUTCH
La segunda jornada contó con menos presencia de público en la tarde y primera horra de la noche, pero según se acercaban las actuaciones de medianoche, el ambiente no tuvo nada que envidiar a la anterior. Aguantar hasta el final el viernes no hizo posible ver las primeras actuaciones aun cuando había ganas de ver sobre todo a Reverendo Horton Heat y Atom Rhumba y es que el Azkena no perdona y hay que recuperar fuerzas.
Cheap Trick que se presentaba como primer plato fuerte, ofrecieron una actuación que, si no fue realmente de las de recordar, dejaron contento a diferentes públicos. Los fieles conectaron mejor con su propuesta de power rock clásico, donde mandaban las guitarras fuertes pero no estridentes, y donde no faltaron las canciones esperadas: "Surrender" ¡ como no ! y "The dream police"con la que finalizaron la actuación, momento en el que Rick Nielsen apareció como viene siendo habitual , con una guitarra de cinco mástiles que sorprendió a los no iniciados. Los curiosos pasaron un buen, aunque con altibajos ya que no aportan actualmente mucho y suenan en algunos momentos A.O.R, pero se mostraron honestos y divirtieron no sólo con su música sino mostrándose accesibles y agradecidos.
El sábado parecía el día más heterogéneo en lo musical, recias en parte abrirse los escenarios restantes, aunque tras la banda de Illinois, descanso para preparar la noche que llegaba con dos pesos pesados de diferente pelaje.
Primus, una de las bandas con una propuesta sonora menos "Azkena", ya de noche ,hizo una de las mejores actuaciones del Festival. Aparecieron en escena con dos astronautas gigantes en las que en ambas pantallas del caso fueron apareciendo imágenes que se repetían y repetían siguiendo la progresión de ritmos de guitarra y sobre todo de bajo. Encabezados por Les Claypool en el bajo, son una banda difícil de definir, aun a riesgo, sonó una especie de grunge progresivo experimetal, con dosis de rock espacial y de funky repetitivo, algo de punk, rap... Los fieles en las primeras filas agradecieron las esperadas "Jerry was a race car driver", "Tommy the cat" o "John the Fisherman" el resto alucinó con las formas de tocar de Les Claypool y una puesta en escena muy acorde con la música.
Queens of the Stone Age, fue otro de los triunfadores del día y del Festival. La banda capitaneada por Josh Homme no defraudó al entregadísimo público que les esperaba con los brazos abiertos y con una predisposición casi fanática a pasarlo bien. Así fue, el escenario central abarrotado y con un sonido potente fueron apareciendo una tras otra las canciones más esperadas ya desde el inicio, enlazándolas del tirón y sin pausa, seguidas entre otras de "No one knows", "Feel good hits of the summer", "The lost art of keeping a secret", "Little sister" o "A song for the dead" con las que finalizaron. Se mostraron potentes y nítidos con sobriedad y un tanto de distancia, hicieron honor a los que les sitúan en el trono del nuevo rock del siglo XXI.
Tras la actuación de los californianos, éxodo mayor si cabe al de la noche del jueves, y ya de madrugada aunque menos fría que la anterior, aparecieron Clutch, el público que quedaba, parecido a ellos, de más de 30 años, barbas y y cara poco agraciada, aguantó encantada los guitarrazos robustos de los norteamericanos. Entre el stoner más crudo y el hard más potente, sin salirse del guión y de manual, sorprendieron sobre todo en un par de canciones de base country blues que fueron sometidas a una potencia y densidad poco habitual. Originales sólo en esos momentos.
Cheap Trick que se presentaba como primer plato fuerte, ofrecieron una actuación que, si no fue realmente de las de recordar, dejaron contento a diferentes públicos. Los fieles conectaron mejor con su propuesta de power rock clásico, donde mandaban las guitarras fuertes pero no estridentes, y donde no faltaron las canciones esperadas: "Surrender" ¡ como no ! y "The dream police"con la que finalizaron la actuación, momento en el que Rick Nielsen apareció como viene siendo habitual , con una guitarra de cinco mástiles que sorprendió a los no iniciados. Los curiosos pasaron un buen, aunque con altibajos ya que no aportan actualmente mucho y suenan en algunos momentos A.O.R, pero se mostraron honestos y divirtieron no sólo con su música sino mostrándose accesibles y agradecidos.
El sábado parecía el día más heterogéneo en lo musical, recias en parte abrirse los escenarios restantes, aunque tras la banda de Illinois, descanso para preparar la noche que llegaba con dos pesos pesados de diferente pelaje.
Primus, una de las bandas con una propuesta sonora menos "Azkena", ya de noche ,hizo una de las mejores actuaciones del Festival. Aparecieron en escena con dos astronautas gigantes en las que en ambas pantallas del caso fueron apareciendo imágenes que se repetían y repetían siguiendo la progresión de ritmos de guitarra y sobre todo de bajo. Encabezados por Les Claypool en el bajo, son una banda difícil de definir, aun a riesgo, sonó una especie de grunge progresivo experimetal, con dosis de rock espacial y de funky repetitivo, algo de punk, rap... Los fieles en las primeras filas agradecieron las esperadas "Jerry was a race car driver", "Tommy the cat" o "John the Fisherman" el resto alucinó con las formas de tocar de Les Claypool y una puesta en escena muy acorde con la música.
Queens of the Stone Age, fue otro de los triunfadores del día y del Festival. La banda capitaneada por Josh Homme no defraudó al entregadísimo público que les esperaba con los brazos abiertos y con una predisposición casi fanática a pasarlo bien. Así fue, el escenario central abarrotado y con un sonido potente fueron apareciendo una tras otra las canciones más esperadas ya desde el inicio, enlazándolas del tirón y sin pausa, seguidas entre otras de "No one knows", "Feel good hits of the summer", "The lost art of keeping a secret", "Little sister" o "A song for the dead" con las que finalizaron. Se mostraron potentes y nítidos con sobriedad y un tanto de distancia, hicieron honor a los que les sitúan en el trono del nuevo rock del siglo XXI.
Tras la actuación de los californianos, éxodo mayor si cabe al de la noche del jueves, y ya de madrugada aunque menos fría que la anterior, aparecieron Clutch, el público que quedaba, parecido a ellos, de más de 30 años, barbas y y cara poco agraciada, aguantó encantada los guitarrazos robustos de los norteamericanos. Entre el stoner más crudo y el hard más potente, sin salirse del guión y de manual, sorprendieron sobre todo en un par de canciones de base country blues que fueron sometidas a una potencia y densidad poco habitual. Originales sólo en esos momentos.