Diez años hacía desde la última vez que Ben pisó tierras madrileñas. Así que gran parte de los presentes no conocían sus directos, ¡ alguno que otrosi sabías ya lo que se venía encima !Originario de New Jersey, aunque angelino de adopción desde hace años, venía a presentar su último disco "Desing music" grabado en 2006 pero editado este año aquí. Instrumentales inspiradas en ficticias películas y series de televisión de los 70' recreadas en sus paseos nocturnos por el desierto californiano en el que ahora vive.
Algarabía cuando aparece su elegante figura recortada por la luz de los focos pero, ¡ se dirige al teclado ! el parecido inicial con Carl Byron nos despista, ¡ ahora si ! sonriente y saludando se presenta con naturalidad pero con mucho estilo. Debe andar por la cincuentena pero se le nota en forma.
Telecaster al hombro se olvida de los instrumentales citados (sólo tocó algunas para calmar los momentos de éxtasis guitarrero) y empieza a atacar canciones de todo su repertorio. El público lo agradece y se vuelca, así suenan sin apenas pausa sus canciones más conocidas "Daddy's gone for good" una especie de country con mucha melodía powerpopera que fue de las más celebradas, "Darlene" y "Rhtym guitar" un par de rockabilly que provocaron el baile y el desenfreno sobre todo al final de la actuación, "Charlene" un pausado rithm & blues interpretado a fuego lento, "Beatufull thing" un medio tiempo de aires latinos en la onda Mink Deville. Pero también rescató algunas canciones como "El Rambler dorado" un instrumental fronterizo que nunca había interpretado en directo y que bien podría haber entrado en el último disco, si no fuera porque se grabó hace 20 años.
Pero no todo fueron guitarras, los teclados, que sonaron de maravilla y el acordeón de Carl Byron, atenuaban en contrapunto una guitarra que sonaba limpia pero electrizante y vigorosa a la vez. Richard Demboswky, habitual en el bajo, se mostró atento y concentrado, pendiente en todo momento de Ben. Además de controlar los ritmos junto a Kevin Jarvis (habitual y eficaz también en la batería), tocó el bajo como una segunda guitarra, con mucha y constante presencia en sus diferentes funciones, estuvo además pendiente e coros y segundas voces.¡ Un escudero de lujo ! También en algunas momentos, la trompeta y la armónica, de la que se encargó el propio Ben dieron diversidad a las canciones y colorido a las guitarras.
Un certero recorrido de casi dos horas por los distintos sonidos del rock & roll, que iba encajando sin sobresaltos, manejando Ben la guitarra con una soltura y suficiencia insultante, sacando todo tipo de acordes con sencillez y con maestría. Esperemos no tener que esperar tanto para una nueva muestra de rock certero variado y divertido.
Los jueves en directo de 21:00 a 22:30 a través de las ondas en Radio Utopía 107.3 FM y en la red en www.radioutopia.es
26 septiembre 2008
17 septiembre 2008
SAM ROBERTS (13-9-08) El Sol - Madrid
Al margen de la oficial Noche Blanca madrileña, los garitos habituales comienzan la nueva temporada. Sin fuegos de artificio ni alharacas para los telediarios, sino con buenas programaciones. Y que mejor forma de volver a los directos de sala que con una nueva visita de la banda capitaneada por este canadiense atípico.
Muy buena entrada, pero sobre todo muy buen ambiente, y es que parece que el bueno de Sam rebosa predisposición ante un público variopinto y jubiloso que se entregó al rock directo y energético del de Quebec. Simpatía y comunicación desde el escenario sumado a guitarras claras y melpdías desbordantes hicieron el resto.
Sam Roberts presentó su nuevo disco "Love at the end of the world", rock de guitarras potente y divertido, con aderezos estilísticos varios según canciones. No se olvidó además de repasar algunas de las que formaron sus dos discos anteriores.
Comenzó con la que da título al nuevo disco para enseguida rescatar "Resistance", entre el rockabilly y el rythm & Blues más melódico y resultón, para seguir con "Lions of the Kalahari" hipnótica y evasiva, esencia The Clash en su faceta más emotiva. También tirando de sonido británico sonó "Bridge to nowhere" aunque en este caso con la referencia más pop. También rescató de su primer disco "Dead End" un auténtico himno tabernario pegadizo y saltarín.
Los momentos más acelerados llegaron con "Them kids", "Up sister " y "Oh Maria" además de los de mayor interacción con el público, con quien departía de forma natural. Carisma contenido, sin exceso. Momentos para el rock de origen, en su vertiente más bailable con "Detroit 67", o para el más folk con "Words & Fire" y para finalizar, distorsiones al más puro estilo "noise" con el que el delirio no se puedo contener. "Mind flood" se extendió más de lo habitual, con todo tipo de efectos de guitarra (bien Dave Nugent además con la guitarra solista en toda la actuación) y bajo (Eric Fares desató en este momento su hasta entonces pétrea parsimonia). El teclado no se oyó apenas, lástima pues en el disco los arreglos suenan muy bien.
Para cerrar, ya en el bis "Stipmall Religion" un medio tiempo que evoca la épica del pop británico de los 90’ con desarrollos del rock de los 70’. Entre ambos sonidos todo lo que puedas imaginar con guitarras lo hace Sam y su banda. Rock para irse con una buena sonrisa en la boca.
Muy buena entrada, pero sobre todo muy buen ambiente, y es que parece que el bueno de Sam rebosa predisposición ante un público variopinto y jubiloso que se entregó al rock directo y energético del de Quebec. Simpatía y comunicación desde el escenario sumado a guitarras claras y melpdías desbordantes hicieron el resto.
Sam Roberts presentó su nuevo disco "Love at the end of the world", rock de guitarras potente y divertido, con aderezos estilísticos varios según canciones. No se olvidó además de repasar algunas de las que formaron sus dos discos anteriores.
Comenzó con la que da título al nuevo disco para enseguida rescatar "Resistance", entre el rockabilly y el rythm & Blues más melódico y resultón, para seguir con "Lions of the Kalahari" hipnótica y evasiva, esencia The Clash en su faceta más emotiva. También tirando de sonido británico sonó "Bridge to nowhere" aunque en este caso con la referencia más pop. También rescató de su primer disco "Dead End" un auténtico himno tabernario pegadizo y saltarín.
Los momentos más acelerados llegaron con "Them kids", "Up sister " y "Oh Maria" además de los de mayor interacción con el público, con quien departía de forma natural. Carisma contenido, sin exceso. Momentos para el rock de origen, en su vertiente más bailable con "Detroit 67", o para el más folk con "Words & Fire" y para finalizar, distorsiones al más puro estilo "noise" con el que el delirio no se puedo contener. "Mind flood" se extendió más de lo habitual, con todo tipo de efectos de guitarra (bien Dave Nugent además con la guitarra solista en toda la actuación) y bajo (Eric Fares desató en este momento su hasta entonces pétrea parsimonia). El teclado no se oyó apenas, lástima pues en el disco los arreglos suenan muy bien.
Para cerrar, ya en el bis "Stipmall Religion" un medio tiempo que evoca la épica del pop británico de los 90’ con desarrollos del rock de los 70’. Entre ambos sonidos todo lo que puedas imaginar con guitarras lo hace Sam y su banda. Rock para irse con una buena sonrisa en la boca.
14 septiembre 2008
Azkena Rock Festival 08 JOHN CALE - GUTTER TWINS - THE JAYHAWKS - DINOSAUR JR - LOS LOBOS - THE JOHN SPENCER BLUES EXPLOSION (6-9-08) Vitoria-Gasteiz
El sábado se presentaba la tercera y última jornada de conciertos en el cómodo y habitual recinto de Mendizabala. En principio, sin un cabeza de cartel que atraiga a las masas mediáticas (que también las hay en el agerrido rockerío) pero con un cartel mas atractivo y compacto que en los dos días precedentes. El recinto no se llenó del todo, lo que permitió disfrutar cómodamente de todas las actuaciones en buenas posiciones. Comodidad (importante para descansar tras horas de actuaciones), y público muy variado y predispuesto con sus bandas (triunfaron las camisetas de Dinosuars Jr.), hicieron que el ambiente durante toda la tarde noche fuera inmejorable para recibir a las bandas.
Los Hermanos de la Alcantarilla, o lo que es lo mismo el dúo formado por los compañeros de generación Greg Dulli (Afghan Whigs) y Mark Lanegan (Screaming Trees) asociados al "grunge", aunque no lo eran (si estuvieron vinculados a Seattle y al sello Sub Pop), se encuentran en este nuevo proyecto que en directo sonó denso y oscuro, con sonido compacto y elegante a la vez (que recordaba bastante a los ritmos de Afghna Whigs), en una carpa en el que la luz se esforzaba recortar las figuras de ambos.
Comenzó pronto John Cale, puntualmente a las 17:20. Una entusiasta novata, no sólo del galés, sino en el tema festivalero, comenta como es posible que este mito viviente, ex de la Velvet Underground, más de cincuenta discos (entre los de dicha banda, en solitario, colaboraciones y bandas sonaras de películas...) con 66 años (inmejorable aspecto por cierto), acceda a estos horarios. Perro viejo... a los suyo, no necesita captar más seguidores. La brisa, más fría que fresca y la luz del atardecer del primer otoño vitoriano le favorecieron.
Abrió con una de esas canciones el las que parece improvisar con ruidos de guitarras, y sobre todo con voces cacofónicas. Como en sus actuaciones invernales comentadas en ECDS enero 2007 y ECDS febrero 2006 , parecía que no iba a haber concesiones. Pero quizás por el contexto (al aire libre, horario limitado...) enseguida mostró su faceta más guitarrera y potente. Se olvidó esta vez del violín y se manejó con agilidad entre la acústica, la eléctrica el teclado. Le acompaño su banda habitual, de la que destacó una vez más ese excepcional baterista que es Michael Jerome a base de baquetazos contundentes y muy sonoros rayando lo tribal. Se mostró Cale más directo que nunca y sin la seriedad característica, más suelto y hablador que de costumbre. Ofreció su cara más amable y a si lo agradeció un publico a priori, más expectante por el pasado de Cale que conocedor de sus trabajos más recientes, pero que se movió satisfecho cuando sonaron las canciones de sus últimos discos "hoboSapiens" y blackAcetate" (Perfect y Woman se han convertido ya en nuevos clásicos). Eso si... de la Velvet esta vez nada de nada, pero no se echo de menos. Otra lección, en terrenos distintos.
Los Hermanos de la Alcantarilla, o lo que es lo mismo el dúo formado por los compañeros de generación Greg Dulli (Afghan Whigs) y Mark Lanegan (Screaming Trees) asociados al "grunge", aunque no lo eran (si estuvieron vinculados a Seattle y al sello Sub Pop), se encuentran en este nuevo proyecto que en directo sonó denso y oscuro, con sonido compacto y elegante a la vez (que recordaba bastante a los ritmos de Afghna Whigs), en una carpa en el que la luz se esforzaba recortar las figuras de ambos.
Sobrios, sobre todo Lanegan que adoptó su habitual pose inmutable, no soltó el micro ni fijo los ojos en nada concreto en toda la actuación (carisma sin mover ni una ceja). Dulli en cambió mostró la cara amable y fue quien llevaba el peso de la actuación, pendiente de que la banda fuera respaldando sin fisuras la a trémula voz de Lanegan. Repasaron sus dos recientes discos de este año "Saturnalia" y "Adorata" y el público celebró en los bises la aparición de un par de canciones del repertorio Lanegan. Buena atmósfera.
De la oscuridad de la carpa a la luz del ascenario central. Expectación en el escenario grande para no perder detalle de los, nuevamente juntos, The Jayhawks. El esperado encuentro entre Mark Olson y Gari Louris no defraudó. Tocaron práctiacamnete enteros sus discos más brillantes "Hollywood town hal" dee 1992 y "Tomorrow the green grass" de 1995 por lo que la partida estaba ganada de antemano.
Bien compenetrados, Louris con la eléctrica, cedió protagonismo a Olson a la acústica, este último ¡¡¡ envejecidísimo !!! se mostró más vital y parecía por instantes, auténticmaente emocionado por el momento de la reuinón. Louris se mostró en contadas ocasiones e inlcuso Tim O'Reagan en la batería parecía tener más momentos eselares que el propio guitarista,
Aunque desde la primera canción empezaron a sonar los clásicos ¡¡¡ que fueron todas !!! Wichita, I's run away..., no fue hasta entrados unos minutos hasta que las sensaciones se desataron, no por los de Minesota sino más bien por que aun la nebulosa de los Gutter Twins aun estaba instalada en la cabeza de quien escribe, pero ensegida con "Two Angels", "Waiting for the sun", "Clouds" y "Two hearts" sonaron emocionantes, desde ahí, ya metido de lleno en melodías, estribillos, voces y punteos y riffs ruidosos de guitarra marca de la casa, el efecto fue pleno e imparable hasta el final. En los bises, broche de oro con el público volcadísimo que no dejo de corear "Blue", "Bad time (original de Grand Funk) y "Miss Williams guitar. ¡ Electrizantes !
De la oscuridad de la carpa a la luz del ascenario central. Expectación en el escenario grande para no perder detalle de los, nuevamente juntos, The Jayhawks. El esperado encuentro entre Mark Olson y Gari Louris no defraudó. Tocaron práctiacamnete enteros sus discos más brillantes "Hollywood town hal" dee 1992 y "Tomorrow the green grass" de 1995 por lo que la partida estaba ganada de antemano.
Bien compenetrados, Louris con la eléctrica, cedió protagonismo a Olson a la acústica, este último ¡¡¡ envejecidísimo !!! se mostró más vital y parecía por instantes, auténticmaente emocionado por el momento de la reuinón. Louris se mostró en contadas ocasiones e inlcuso Tim O'Reagan en la batería parecía tener más momentos eselares que el propio guitarista,
Aunque desde la primera canción empezaron a sonar los clásicos ¡¡¡ que fueron todas !!! Wichita, I's run away..., no fue hasta entrados unos minutos hasta que las sensaciones se desataron, no por los de Minesota sino más bien por que aun la nebulosa de los Gutter Twins aun estaba instalada en la cabeza de quien escribe, pero ensegida con "Two Angels", "Waiting for the sun", "Clouds" y "Two hearts" sonaron emocionantes, desde ahí, ya metido de lleno en melodías, estribillos, voces y punteos y riffs ruidosos de guitarra marca de la casa, el efecto fue pleno e imparable hasta el final. En los bises, broche de oro con el público volcadísimo que no dejo de corear "Blue", "Bad time (original de Grand Funk) y "Miss Williams guitar. ¡ Electrizantes !
Con Dinosaur Jr. la otra unión esperada de la noche me di un respiro y los medio vi desde lejos, aun así la pareja formada por J. Mascis a la guitarra y Lou Barlow al bajo, se mostraron brutales, cada uno en una esquina del escenario, algo separados y sin muchas concesiones entre ellos, concentrados en sacar el máximo ruido y potencia de sus instrumentos.
Después en la carpa de nuevo aparecieron Los Lobos. Los chicanos ofrecieron un concierto desigual aunque efectivo y agradecido. Son una banda ecléctica que lo mismo se marca una ranchera, que un rockabilly, que un country, blues... Su actuación fue un tanto dispersa, fueron escasos sus acercamientos al rock clásico de los 50' uno de sus fuertes y abusaron un tanto de algunas canciones con excesivo desarrollo instrumental, bien pero no parecía ese el momento.
Viendo la situación, lugar, hora y público la segunda mitad de la actuación fue una auténtica fiesta donde dominaron los mariachis, las popularísimas "Ay Anselma" y "Volver, volver" consiguieron que la carpa se convirtiera en una auténtica fiesta, donde las chupa de cuero, las camisas a cuadros y las camisetas raídas se hermanaban saltando y bailando juntos. Con "La bamba" el baile se desbordó en delirio. Fueron la única banda que, no con poco esfuerzo consiguió convencer a la organización para salir de nuevo y tocar la última ante la aclamación general. No defraudaron y se despidieron con "Cinnamon girl" de Neil Young" con el que muchos de los allí presentes ya pudieron dar la noche por terminada. ¡¡¡ Menuda manera de levantar al público !!!
Pero la noche seguía para algunos y aunque la actuación de los angelinos hizo sudar, aun quedaban fuerzas para ver a "John Spencer Blues Explosion". Con otros ingredientes los de "la Gran Manzana "siguieron la fiesta, con su apisonadora a base de garaje punk, con derrotes funkys, souleros y aliños electrónicos. Apabullante máquina de sonido que prácticamente no paró entre canción y canción. Desde el comienzo hasta el final parecía una misma canción sin fin con desarrollos y arreglos puntuales pero con una misma base. La compenetración total es total en el trío y la amalgama de sonido que salía de sus instrumentos parecía improvisada, pero no lo era. A pesar de lo dicho, destacaron para el público las canciones más conocidas de "Orange" su disco de 1993.
En definitiva una noche completa, con reencuentros exitosos y agradables sorpresas, variado en atmósferas, tanto las luminosas como las oscuras, envolventes y emocionantes.
Después en la carpa de nuevo aparecieron Los Lobos. Los chicanos ofrecieron un concierto desigual aunque efectivo y agradecido. Son una banda ecléctica que lo mismo se marca una ranchera, que un rockabilly, que un country, blues... Su actuación fue un tanto dispersa, fueron escasos sus acercamientos al rock clásico de los 50' uno de sus fuertes y abusaron un tanto de algunas canciones con excesivo desarrollo instrumental, bien pero no parecía ese el momento.
Viendo la situación, lugar, hora y público la segunda mitad de la actuación fue una auténtica fiesta donde dominaron los mariachis, las popularísimas "Ay Anselma" y "Volver, volver" consiguieron que la carpa se convirtiera en una auténtica fiesta, donde las chupa de cuero, las camisas a cuadros y las camisetas raídas se hermanaban saltando y bailando juntos. Con "La bamba" el baile se desbordó en delirio. Fueron la única banda que, no con poco esfuerzo consiguió convencer a la organización para salir de nuevo y tocar la última ante la aclamación general. No defraudaron y se despidieron con "Cinnamon girl" de Neil Young" con el que muchos de los allí presentes ya pudieron dar la noche por terminada. ¡¡¡ Menuda manera de levantar al público !!!
Pero la noche seguía para algunos y aunque la actuación de los angelinos hizo sudar, aun quedaban fuerzas para ver a "John Spencer Blues Explosion". Con otros ingredientes los de "la Gran Manzana "siguieron la fiesta, con su apisonadora a base de garaje punk, con derrotes funkys, souleros y aliños electrónicos. Apabullante máquina de sonido que prácticamente no paró entre canción y canción. Desde el comienzo hasta el final parecía una misma canción sin fin con desarrollos y arreglos puntuales pero con una misma base. La compenetración total es total en el trío y la amalgama de sonido que salía de sus instrumentos parecía improvisada, pero no lo era. A pesar de lo dicho, destacaron para el público las canciones más conocidas de "Orange" su disco de 1993.
En definitiva una noche completa, con reencuentros exitosos y agradables sorpresas, variado en atmósferas, tanto las luminosas como las oscuras, envolventes y emocionantes.
12 septiembre 2008
AIRBAG - Alto disco (Wild Punk Records)
Cuarto disco de este clásico power-trio de guitarra, bajo y batería que se estrenó en 2000 con un chispeante"Mondo cretino" en el que bordaban el punk-pop ramoniano. Ocho años y tres discos después no sólo se mantienen en un género de difícil evolución, sino que logran darle un toque actual y ¡¡¡ muy muy personal !!! sin perder ni un ápice de frescura.
Con "Alto disco" consiguen la no fácil tarea de dignificar los clichés de un género no muy tomado en serio (no saldré en el Rockdelux dicen en el estribillo de"La estrella invitada"), melodías extremadamente aceleradas, estribillos pegadizos e instantáneos, pop teenager, surf, punk rock ...
Guitarras sucias a lo Phil Spector y muchos coros, de las Shangri-Las a Las Ronnetes (como decían Siniestro Total en "Bailaré sobre tu tumba) en "De un verano a otro", también suenan ecos de los Beach Boys en "Golpe al sueño de verano" e incursiones de pop en medio tiempo como" En el primavera". No podían faltar los trallazos de punk rock urgente marca de la casa "Comics y posters" además de los guiños habituales, en este caso el instrumental que cierra el disco "Surf instrumental para cerrar fases" en clara referencia a Juan de Pablos y su mítico programa de radio "Flor de pasión.
Pero donde realmente destacan los malagueños es en las letras, consiguen en apenas tres minutos contar historias cercanas sobre veranos, cine, cultura pop (discos, posters, comics...) y donde mejor se mueven, historias de desamor juvenil ¡ como no ! entre la ironía, la nostalgia y la torpeza "Tus rechazos golpean dos veces" es memorable en todos los sentidos. Las historias te dejan como en al final de las películas, pensando en lo que le ocurrirá al (generalmente desdichado) protagonista.
Un disco radiante y de energía desbordante además de divertido, lástima que este último calificativo no se suela asociar a discos maduros y hechos a conciencia como es este.
05 septiembre 2008
NUDOZURDO - Sintética (Everlasting Records)
Menuda sorpresa la de este cuarteto madrileño. Es su segundo disco tras un estreno de nombre homónimo aparecido en 2003 y que apenas tuvo repercusión. Este Sintético llevaba el mismo camino, pues se grabó en 2005 y hasta esta pasada primavera no se ha editado. ¡¡¡ Increible !!! Aunque a ninguna discográfica pareció interesar, estamos ante uno de esos discos que se desmarcan de las propuestas habituales. Su escucha se hace imprescindible.
En una primera escucha saltan al odio sonidos de pop oscuro años 80', The Cure sobre todo, pero hay más cosas, algunas más evidentes otras más escondidas. Entre las primeras, ritmos repetitivos hasta el extremo, donde late el espíritu de la Velvet: baterías contundentes y bajos rotundos que se tensan machacónamente. Entre las segundas, esbozos de psicodelia contenida y algunos momentos de distorsión guitarrera. Entre tantos sonidos densos ¡¡¡ milagrosamente destacan las melodías !!! tanto de guitarra como de voz. Importante también esta que adopta diferentes registros según las distintas canciones-historia.
Recuerdan las canciones, por su forma aunque en Nudozurdo con una cara más amable, también por sus letras, a bandas como Vírgenes Adolescentes, 713 avo Amor, Vamos a Morir, Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo... los grupos de riesgo que bajo la escudería Triquinoise y algunas otras hicieron arder las alcantarillas de Madrid en los primeros 90'. Melodías hipnóticas y letras crípticas que recrean ambientes truculentos, amor y desamor sin reservas, desgarro emocional. Luces en el fondo de la oscuridad.
Abre el disco "Mil espejos" donde el ritmo te atrapa hasta que aparece la voz (muy parecida al German Coppini de Golpes Bajos) pasados dos minutos de canción. Sigue "Negativo" donde la repetición de estribillos y arreglos nos dan una visión de circo grotesco. "Kamikaze" es su descenso a un particular infierno. "El Hijo de Dios" es una narración (de obligada escucha, tremenda) para que te hagas tu propia historia. "Ha sido divertido" es un juego desenfrenado de dulzura y amargura.
En una primera escucha saltan al odio sonidos de pop oscuro años 80', The Cure sobre todo, pero hay más cosas, algunas más evidentes otras más escondidas. Entre las primeras, ritmos repetitivos hasta el extremo, donde late el espíritu de la Velvet: baterías contundentes y bajos rotundos que se tensan machacónamente. Entre las segundas, esbozos de psicodelia contenida y algunos momentos de distorsión guitarrera. Entre tantos sonidos densos ¡¡¡ milagrosamente destacan las melodías !!! tanto de guitarra como de voz. Importante también esta que adopta diferentes registros según las distintas canciones-historia.
Recuerdan las canciones, por su forma aunque en Nudozurdo con una cara más amable, también por sus letras, a bandas como Vírgenes Adolescentes, 713 avo Amor, Vamos a Morir, Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo... los grupos de riesgo que bajo la escudería Triquinoise y algunas otras hicieron arder las alcantarillas de Madrid en los primeros 90'. Melodías hipnóticas y letras crípticas que recrean ambientes truculentos, amor y desamor sin reservas, desgarro emocional. Luces en el fondo de la oscuridad.
Abre el disco "Mil espejos" donde el ritmo te atrapa hasta que aparece la voz (muy parecida al German Coppini de Golpes Bajos) pasados dos minutos de canción. Sigue "Negativo" donde la repetición de estribillos y arreglos nos dan una visión de circo grotesco. "Kamikaze" es su descenso a un particular infierno. "El Hijo de Dios" es una narración (de obligada escucha, tremenda) para que te hagas tu propia historia. "Ha sido divertido" es un juego desenfrenado de dulzura y amargura.