Cada vez son más los adeptos al desgarro vocal de este jovencísimo bostoniano... y es que tras ir llenando escenarios de aforo pequeño y medio del país, se presenta esta vez a lo grande, ante una numerosa y dispar parroquia que agrupaba desde familias de hijos adolescentes instruidos, hasta la habitual fauna rockabiily que puebla las salas invernales del centro más canalla. Todos, en típica noche de verano: cielo despejado, brisa crepuscular, luna lumiosa... acudieron a la Casa de Campo en busca de la elegancia soul del chico de los periódicos.Tras una intro a cargo de The True Lovers, los solventes músicos que le acompañan, empezó titubeante en tiempos medios de soul, pero fue pisando el acelerador con moderación hasta llegar al desenfreno habitual hacía la mitad del concierto. Más allá del soul, Eli Hisok (así se llama en realidad la fiera), atacó repertorio añejo a base de gospel, rockabilly y sobre todo swing, mucho swing en el que por momentos sobrevoló el espíritu del Van Morrison más inspirado, con toda la parafernalia de instrumentos de viento en su máximo esplendor, de lo mejor de la actuación ¡ grandes momentos ! en los que ya empezaba a quitarse la impoluta ropa y a realizar su show particular.
Antes, calmados duetos con el teclista JB Flat y trompetista Patriq Moody , tiempo de lucimiento a los músicos... y de ahí al final, no dejó ya de escupir metrralla sónica, con la banda arrollando en la base rítmica y brillando en teclados y vientos en "Young gril", "Come and get it", "(Dooin' the) boom boom" y "Take me love with you". De entre todos ellos, sobresalía la fuerza de su voz desgarrada en estos momentos, pero melosa en otros anteriores, según requerían las canciones.
Presentó canciones de su último disco como la que le da nombre "Come and get it" o " Name calling" y sobre todo repasó las de su anterior "Roll with you" con "The satisfier" o " The stake your claim" No se olvidó ¡ como no ! de un del grande del soul: Sam Cooke ni de acordarse del country versionando también a Merle Haggard.
