Noche para revivir los 90’, que parecen
regresar este otoño a la capital. El power trio de Rhode Island liderado por
Paul Chastain a la voz, y el bajo junto a Jefrrey Borchardt a la guitarra y el
maestro de ceremonias Rick Menk en la batería, apoyados en directo con la
segunda guitarra del ex Gigolo Aunts, Dave Gibbs, celebró el 30º aniversario de la edición del mítico Teenage Symphonies To God (Creation 94), reeditado este año en vinilo.
No sonaron todas las canciones del citado,
aunque sí muchas de ellas, y es que no se han prodigado apenas desde su mítica
actuación de 1996 en Moby Dick, por eso
la noche se prestaba propicia para repasar su intensa, aunque no extensa
discografía. De hecho, el inicio con «Window to the world» y «Ash and earth» parecían indicar
que el disco homenajeado era el primero In
The Presence Of Greatness (Creation 91) a las que se unieron las fantásticas
melodías de bonitos juegos corales de «Goin’ to my Head» y «Heaven knows» de Free Expression
(Bobsled 99)…
…que
dieron paso, tras previa y jovial
chara del showman Rick Menk -saltando de la batería al micro principal- a la
presentación de «Why not your baby» versión del ex Byrd, Gene Clark incluida en
el homenajeado disco y que sonó en directo más power pop que country, en
relación al espíritu de efervescencia eléctrica que dominó toda la noche… y que
y continuó desenfrenada ante el desparpajo guitarrero y cómplice felicidad de
la banda y público.
Exultantes
y muy aplaudidas «Atmosphere», «My Blank pages» y «Hold me up» entre
las que se colaron momentos de necesario sosiego en los que se impuso la
elegante y soleada melodía de aire nostálgico «Time wraps around you» y «Star ship»… para, finalizar, tras escasa hora y veinte incluido bis con «Teenage kicks» versión The Undertones, que no aportó apenas a la excelencia de
lo escuchado hasta el momento y que acabó casi con las luces de salas
anunciando el final, volviendo al primer disco con la efervescencia festiva de «Drive
me now», extra no estaba incluida en el set list escrito a mano.
Sonrisas
de satisfacción entre los asistentes que enfilaban la calle de Los Jardines,
como la que exhibe la figura del dibujo de portada del treintañero disco, que
es de lo que se trata, de pasarlo bien sin más… como así fue.
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