El
estreno como directora de la cineasta navarra es según sus propias palaras ‘un
cuento de verano en el que te quieres quedar a vivir’. Tiempo de verano con
5 chicas, 7 días y 1 casa como protagonistas, en el que las actrices y la
guionista-directora (interpretado por la propia Itsaso) se reúnen para ensayar
una obra de teatro. Durante esos días de trabajo, comentarán sus propias
vivencias: la amistad y amor, las ilusiones y decepciones, los miedos y retos o
la orfandad y muerte, desde diferentes puntos de vista según la edad.
Filmado
de una manera sencilla y en apariencia improvisado aunque no lo es, recuerda a
las películas del madrileño Jonás Trueba, con quien mantiene un estrecho
vínculo personal y laboral compartiendo visiones similares sobre el séptimo
arte: difusa diferencia entre ficción y realidad documental, de hecho las
actrices aportan su nombre real a los personajes que interpretan;
conversaciones en torno a la mesa, tono informal en las conversaciones; que
como en la vida real se solapan e interrumpen a veces, costumbrismo en forma de
fiestas populares… elementos que también se puede apreciar en la estupenda ‘La
Virgen de Agosto’ (2019) dirigida por él, protagonizada por ella y con guion de
ambos.
Aunque
en este caso, Itsaso construye una inteligente parábola en la que, en un
ambiente distendido, siempre divertido y en apariencia casi como sin querer, desmonta el cuento de la princesa y
el guisante, mediante elementos cómicos, pero a la vez reflexionando sobre
penas y miedos (la orfandad y la muerte citadas o la maternidad), que acechan
tanto a princesas de sangre azul como a plebeyas de sangre roja.
Se
apoya en el barroquismo del lenguaje y vestuario cortesano de la obra ensayada,
en contraste con el contemporáneo de la vida real, fusionándose ambos (lenguaje
y vestuario) de forma acertada en diferentes escenas lúdico-campestres camino
del pueblo o de picnic en el río, para consolidar la difusa línea que separa lo
real de lo imaginario, como homenaje al cine, o más bien al teatro y resto de
artes escénicas… desde el propio cine. Sorprende por su claridad, espontaneidad y explicita
vitalidad gracias a las empáticas interpretaciones de veteranas: Bárbara Lennie
e Irene Escolar, y noveles: Itziar Manero y Helena Ezquerro junto Itsao Arana
que dirige el conjunto, tanto el real, como el ficticio.
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