El
cuarteto sevillano, en su segundo disco, recrea un amplio espectro de sonidos
globales que, sin caer en la dispersión, se amalgaman desde la cadencia rítmica
del sur hasta el tropicalismo en su versión ligera y lánguida. Un barniz que
dota a las canciones de un aire conceptual a pesar de las distancias sonoras.
Solo
en la animosa y pegadiza «Casa Carreras» muestran sin disimulo unas querencias que
convergen en sus paisanos Pony Bravo, produce Raúl Pérez, y un híbrido entre
KikoVeneno, voz en «Martes» y Robe Iniesta. El resto juega entre psicodelia
amable «Peso pluma», bossanova «Estrella de Papel», reggae «Tres primaveras» un
rap bluseado «Mira lo que tengo» latino y urbano… glub ¡funciona! igual que «No
quiero nada» junto a la rapera flamenca Carmen Xía. Nada de ello chirria al
escucharse del tirón, ni siquiera cuando apuntan hacia la pista de baile pop «Al
dolor». Precisas percusiones, sutiles vientos y teclados, se unen al conjunto
de un disco que ofrece más de lo que parece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario