No es éste comic, creado por el baterista del
grupo Mujeres, una distopía: sociedad irracional que evoluciona negativamente
en tiempo futuro. Tampoco una ficción, pues lo que aquí se muestra, es un mundo
más real que imaginario en el que un poder despótico lucha contra un virus del
que no se explica su origen. Un presente próximo o un futuro inmediato… demasiado
cercano ¿no?
Desde una ciudad concreta sin nombre, militares robotizados
persiguen a los supervivientes. Bajo los minimalistas monosílabos de un lenguaje aséptico y cruel; “Es una acción humanitaria”. “No corran, no
griten, bajen en fila”. “Están a salvo” grupos dispersos de individuos sobreviven
a la vez que huyen de la urbe vacía, donde las arquitecturas y espacios toman
protagonismo, según son ocupadas por formas humanas. Acentuado por unas viñetas
creadas al margen de las líneas, bajo rotundos colores netos, drásticos y
arbitrarios (fauvistas), que se confunden con figuras y objetos en idéntica
estérica colorista y formal.
Ante expresivo marco, dos personalidades aparentemente
antagónicas, una joven que huye y un general al mando de la “limpieza”, se ven
forzados a tomar decisiones pragmáticas e incómodas y las empatías iníciales se
tornan cambiantes. Situaciones extremas para provocar conflictos en nuestra conciencia.
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