ROOKIE - Rookie (Bloodshot Records) Publicado en el nº 389 de la revista Ruta 66

Menudo estreno se ha marcado este joven sexteto de Chicago. Con tres guitarristas, un teclado muy presente a lo largo del disco y repartiéndose las voces protagonistas, recrean con brillante desparpajo los sonidos clásicos de guitarra de los setenta, sin dejar de mirar a la década en anterior, sobre todo en las inspiradísimas melodías de voz con las que consiguen emocionante medios tiempos. 

 

Novatos pero sabiamente preparado, enganchan a la primera con estribillos de punteo afilado y riff dulzón «Hold on tight» es un trallazo ritmanblusero con buena dosis glam -los Stones del Some girl- al igual que «I can't have you but I want you» con sus juegos vocales delirantes. Pero también saben moverse por tiempos lentos, «Sunglasses» es una delicia de armonías vocales y melodías de guitarra cristalinas. 

 

Pisan también con maestría las sendas del rock sureño menos ortodoxo, «Side of the road» recuerda a The Deadstring Brothers y «Fake grass» a Deer Tick... ¡esa voz! Relucen las acústicas,  el teclado y los coros en «Elementary blues» emocionante medio tiempo de aire melancólico. Y se atreven con el power pop más brillante y eléctrico invocando a Redd Kross en «Miss United State». Como despedida, se desatan hasta con un delirio psicodélico y ruidista «E jam». No inventan nada, ni falta que hace mientras se sigan divirtiendo. Adorables.

THE LEMON CLOCKS (Rock Indiana)

La banda sueco-norteamericana  presenta nuevo y largo viaje lisérgico, en el que se consolidan instrumentalmente con miembros de los madrileños The seasongs. Diecinueve canciones donde la psicodelia se expresa en diferentes colores, entre los que predomina el pop cristalino de aires The Byrd –los primeros los de Gene Clark– como la inicial «Flowers in my hair» que se despereza en atemporales  armonías vocales y arpegios delicados de guitarra. continuados en la canción que nombra el disco, iluminada por atemperados arreglos campestres. Siguiendo por dicha senda, «Destiny» se escora suavemente hacia el western mientras que la cadencia “beateliana” más ácido se cuela jugueteando entre las teclas de «This is love» o «How is miss you».

 La psicodelia se torna espacial en la hipnótica «Sleepwalker», más de seis minutos de tensión de ritmos de bajo que la acercan a los terrenos de los Pink Floyd más  progresivos, y se viste de garaje rock en «Floating free» cuyo inicio recuerda al ¡Devil’s haircut de Beck!, y garaje de los sesenta en la melódica y ocura «Vampire» o en «Babylon» que suena como si los Blur se hubieran pasado de la raya al componer “Song 2” Esquizofrénico epílogo con «Crimson and clover»  versión de Tommy James and The Shondells, cuyos catorce minutos parecen haceros viajar circularmente hacia el infinito.  

El Drogas - NATXO LEUZA (Narm Films - Marmoka Films) Publicado en el nº 387 de la revista Ruta 66

El plano cenital con el que se inicia este documental muestra al personaje desnudo, metafóricamente y casi carnalmente, mostrando sin tapujos sus seis décadas de existencia en una habitación austera, compartiendo el íntimo silencio del despertar con su socia - así se refiere él a su pareja- en una escena que marca la estética con la que muestran las venturas y desventuras del carismático Enrique Villlareal.    

Un retrato que necesariamente comienza mostrando en pinceladas básicas pero precisas, el contexto político y social que forjó la personalidad del protagonista y que han marcado su vida y obra. El barrio obrero de la Txantrea en Pamplona y sus conflictos en pleno periodo de la llamada Transición, que lo arraigan aún más a un lugar en el que nunca ha dejado de estar, los colegas, la mili y... como no Barricada, que junto con su familia se muestran aquí como principales ejes vitales.  

Se muestran las luces de su proyecto familiar: los 40 años junto Mamen, sus hijos y ahora sus nietos -con los que comparte algunas de las escenas más graciosas y entrañables- y también musical: el despegue y éxito de la banda junto o a los lazos de amistad creados ¡enramaos invencibles! nos dice, su actual proyecto en solitario... pero también tinieblas: salir de las drogas, la enfermedad irreversible de la madre, el polémico y triste final de Barricada -su otra familia-... defendiéndose, pero sin airear trapos sucios y sin ánimos de revancha que reconoce superados, sobre todo tras el reencuentro con Boni.

Aparecen algunos  compañeros de profesión, destacando Kutxi Romero cuyas palabras parecen poner luz sobre el complejo periodo postbarricada, Rosendo y Rosenvingen por su aparente ingenuidad -divertida naturalidad realmente-  y en imágenes el gran Josetxo Bicho al que recuerda divertido  nuestro personaje.

El Muro - JOHN LANCHESTER (Anagrama) Publicado en el nº 387 de la revista Ruta 66

La angustia se refleja inicialmente en la portada del quinto libro publicado por este alemán de nacimiento, aunque educado en Oxford y criado en varias ex colonias británicas. En los bloques que forman el muro que da título al libro, aparecen inquietantes y explicitas sentencias sobre la vida y el paso del tiempo en el mismo. 

Perfecto gancho visual para adentrarnos en el interior de esta distopía más cercana a la realidad actual que a la ficción. Narrada con fluidez y descripciones tensas y emocionantes, tanto de personajes como de situaciones, nos presenta un muro de 10.000 kilómetros que  recorre la costra británica y vigilada por los Defensores para protegerse de los Otros después del Cambio, catástrofe ocurrida a nivel mundial no definida, aunque se intuye desastre natural, y que provoca una subida generalizada del nivel del mar y en consecuencia la deriva de  parte de la humanidad.

Metáfora de un mundo en el que las fronteras crecen sin freno, tanto las políticas: Europa y África, EE.UU y México o Israel y Palestina, como las sociales y económicas: el choque generacional entre unos padres causantes del Cambio culpabilizados por unos hijos convertidos en Defensores que pueden perder fácilmente la vida en durísimos dos años de servicio en el Muro; la turbia decisión de convertirse en Reproductor en un mundo en el que, pocos quieren continuar el proceso natalicio ante las escasas expectativas y con el Muro como destino irremediable; férreo dominio de la jerarquía encabezada por las élites civiles y militares o, en definitiva... la delgada línea que nos lleva a ser un Otro o un Defensor Brillante aventura que huele a película.