Dejando a un lado la interesante sesión vermut, lástima no haber visto a
Napoleón Solo, la jornada de sábado comienza para ECDS en sesión de tarde con
el cuarteto de hermanas australianas que responde al nombre de Stonedfield.
Abrieron el escenario grande para presentarse por primera vez en España, aunque
tienen ya tres discos y uno más en camino, irradiaron simpatía y ofrecieron una
animosa actuación en la que la mayoría nos vimos sorprendidos por la elegancia
con la que recorrieron las sendas del sonido denso, progresivo y
rockero-psicodélico setentero en su versión más suave, aunque sin rehuir del
guitarreo iracundo cuando fue preciso.
Con la brisa del atardecer en el mismo escenario, apareció Nina de Juan que
con su piano y su voz, al frente de Morgan, templó... templaron la tarde
con una actuación sencilla, plácida, sin sobresaltos... pero efectiva en lo
suyo, que es hacer accesible a todos los públicos los sonidos de raíz norteamericana
mantenido su vena pop. Ayudaron la hora, el lugar, canciones como "Flying
pacefully" y el carisma de Nina (aunque el exceso de agradecimiento se hizo
cansino).
El sol caía pero la luz permanecía entre los árboles del segundo escenario Cass
McCombs llegarían las emociones menos evidentes, y es que tras 'Magny
love' (2016) y 'Tip of the sphere" (2019) lo del californiano era un
secreto a voces... una sorpresa a medias. Comenzó con la perezosa cadencia rítmica
a golpe de bajo con "Sleeping volcanoes" para seguir marcando ritmos
rotundos a base de "Bum, bum, bum" y pellizcos nítidos de guitarra...
¡gran momento! que precedió al country psicodélico de "Great pixley train
robbery", progresivo "Big Wheel"... y tribal de "Rancid
girl". Levantó a la gente del césped con sus filigranas eléctricas a lo
Crazy Horse, para acabar con los diez hipnóticos minutos de "Rounder"
que preparó a fuego lento, reptando por entre la maraña de arreglos de teclado
y guitarra que le llevaría a los terrenos del freejazz para echar el cierre a
una tarde mágica...
...pues ya en el crepúsculo apreciaron los mediáticos Carolina Durante que
congregaron a una gran masa principalmente de jóvenes, que no pararon de bailar
pogos con el punk pop de estribillos pegadizos no exentos de ingeniosos a la
vez que ácidos textos. Desde la barrera, esto es desde el graderío, la
perspectiva cambia y aunque se lo trabajaron, especialmente su cantante, su
propuesta se diluyó, logicamnente en la inmensidad de un escenario grande.
El otro gran momento, no solo ya de la jornada, sino del fin de semana fue
la actuación de Spiritualized, en el que Jason Pierce colocó a sus
músicos y un coro de voces femeninas en un semicírculo en el que el ex Spaceman
3 se situó en uno de los lados como uno más. Sentado informal con su guitarra y
su atril, arrancó con "Come together" en la que el chorro de voz del
británico se imponía sobre la tormenta instrumental" y la progresiva épica
de "Soul of fire". El tono orquestal se imponía adornado por las
meritorias voces del coro.
Perfecto comienzo para una noche que prometía recorrido por las clásicas de
entre su extensa discografía, pero... no fue así, y aunque muchos las echaron
en falta, canciones no le faltan, Pearce prefirió mostrar su presente más
cercano presentando de un tirón, sin apenas interrupciones ni
explicaciones y en el mismo orden, su último disco el sobresaliente 'And
nothing hurt'... ¡ BRAVO ! su conceptual tránsito por los caminos de la
psicodelia rock espacial aliñada de góspel sonó celestial en "A perfect
miracle", "I'm your man" y "Her it's comes (the road) let's
go" y tras el delicado inicio de "Let's dance" culminado en
orgía orquestal... el ruido fue desatando tormentas al tiempo que se
domesticaba en calmas placenteras hasta llegar el catártico final de "Sail
on through". Otro broche de oro como el de la jornada inaugural... si no
mayor, que a saber cuando vuelve.
Al igual que el viernes, con muchos en feliz retirada aunque aún quedaba Deerhunter,
la papeleta de la difícil actuación tras el cabeza de cartel le tocó a Mucho,
que lo solventó con el desparpajo del siempre divertido Martí Perarnau IV como
único dueño ya de un proyecto que ha evolucionado de la pulsión eléctrica a la
pulsión electrónica. Mucho sintetizador y sampleado para presentar su último
disco ¿Hay alguien ahí? que divirtió en el tránsito de la media noche... pero
al volver al escenario principal, en el ambiente flotaba aún la inspirada
actuación de Spirituallized, así que una mente atrapada en ellos y un cuerpo
castigado, provocaron la retirada a la segunda o tercera canción de los de
Atlanta. Estupendo fin de semana y listón más que alto para la próxima edición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario