27 mayo 2019

TOMAVISTAS (25-5-19) SPIRITUALIZED - CASS McCOMBS - MUCHO - MORGAN - CAROLINA DURANTE - STONEFIELDS - Parque Tierno Galván - Madrid Parque Tierno Galván - Madrid

Dejando a un lado la interesante sesión vermut, lástima no haber visto a Napoleón Solo, la jornada de sábado comienza para ECDS en sesión de tarde con el cuarteto de hermanas australianas que responde al nombre de Stonedfield. Abrieron el escenario grande para presentarse por primera vez en España, aunque tienen ya tres discos y uno más en camino, irradiaron simpatía y ofrecieron una animosa actuación en la que la mayoría nos vimos sorprendidos por la elegancia con la que recorrieron las sendas del sonido denso, progresivo y rockero-psicodélico setentero en su versión más suave, aunque sin rehuir del guitarreo iracundo cuando fue preciso.

Con la brisa del atardecer en el mismo escenario, apareció Nina de Juan que con su piano y su voz, al frente de Morgan, templó... templaron la tarde con una actuación sencilla, plácida, sin sobresaltos... pero efectiva en lo suyo, que es hacer accesible a todos los públicos los sonidos de raíz norteamericana mantenido su vena pop. Ayudaron la hora, el lugar, canciones como "Flying pacefully" y el carisma de Nina (aunque el exceso de agradecimiento se hizo cansino).

El sol caía pero la luz permanecía entre los árboles del segundo escenario Cass McCombs llegarían las emociones menos evidentes, y es que tras  'Magny love' (2016) y 'Tip of the sphere" (2019) lo del californiano era un secreto a voces... una sorpresa a medias. Comenzó con la perezosa cadencia rítmica a golpe de bajo con "Sleeping volcanoes" para seguir marcando ritmos rotundos a base de "Bum, bum, bum" y pellizcos nítidos de guitarra... ¡gran momento! que precedió al country psicodélico de "Great pixley train robbery", progresivo "Big Wheel"... y tribal de "Rancid girl". Levantó a la gente del césped con sus filigranas eléctricas a lo Crazy Horse, para acabar con los diez hipnóticos minutos de "Rounder" que preparó a fuego lento, reptando por entre la maraña de arreglos de teclado y guitarra que le llevaría a los terrenos del freejazz para echar el cierre a una tarde mágica...

...pues ya en el crepúsculo apreciaron los mediáticos Carolina Durante que congregaron a una gran masa principalmente de jóvenes, que no pararon de bailar pogos con el punk pop de estribillos pegadizos no exentos de ingeniosos a la vez que ácidos textos. Desde la barrera, esto es desde el graderío, la perspectiva cambia y aunque se lo trabajaron, especialmente su cantante, su propuesta se diluyó, logicamnente en la inmensidad de un escenario grande.

El otro gran momento, no solo ya de la jornada, sino del fin de semana fue la actuación de Spiritualized, en el que Jason Pierce colocó a sus músicos y un coro de voces femeninas en un semicírculo en el que el ex Spaceman 3 se situó en uno de los lados como uno más. Sentado informal con su guitarra y su atril, arrancó con "Come together" en la que el chorro de voz del británico se imponía sobre la tormenta instrumental" y la progresiva épica de "Soul of fire". El tono orquestal se imponía adornado por las meritorias voces del coro.

Perfecto comienzo para una noche que prometía recorrido por las clásicas de entre su extensa discografía, pero... no fue así, y aunque muchos las echaron en falta, canciones no le faltan, Pearce prefirió mostrar su presente más cercano presentando de un tirón,  sin apenas interrupciones ni explicaciones y en el mismo orden, su último disco el sobresaliente 'And nothing hurt'... ¡ BRAVO ! su conceptual tránsito por los caminos de la psicodelia rock espacial aliñada de góspel sonó celestial en "A perfect miracle", "I'm your man" y "Her it's comes (the road) let's go" y tras el delicado inicio de "Let's dance" culminado en orgía orquestal... el ruido fue desatando tormentas al tiempo que se domesticaba en calmas placenteras hasta llegar el catártico final de "Sail on through". Otro broche de oro como el de la jornada inaugural... si no mayor, que a saber cuando vuelve. 

Al igual que el viernes, con muchos en feliz retirada aunque aún quedaba Deerhunter, la papeleta de la difícil actuación tras el cabeza de cartel le tocó a Mucho, que lo solventó con el desparpajo del siempre divertido Martí Perarnau IV como único dueño ya de un proyecto que ha evolucionado de la pulsión eléctrica a la pulsión electrónica. Mucho sintetizador y sampleado para presentar su último disco ¿Hay alguien ahí? que divirtió en el tránsito de la media noche... pero al volver al escenario principal, en el ambiente flotaba aún la inspirada actuación de Spirituallized, así que una mente atrapada en ellos y un cuerpo castigado, provocaron la retirada a la segunda o tercera canción de los de Atlanta. Estupendo fin de semana y listón más que alto para la próxima edición.

TOMAVISTAS (24-519) BEACH HOUSE - WOODEN SHJIPS - CIGARRETES AFTER SEX - TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO - ANGEL STANICH - LOS ESTANQUES - NIÑA COYOTE ETA CHICO TORNADO - Parque Tierno Galván - Madrid


Quinta edición del autodenominado festival para animales de ciudad que crece y se consolida con un cartel que no le tiene nada que envidiar a los grandes. Dos días plenos, con todo vendido en este espacioso parque urbano, con escasas aglomeraciones y de buena accesibilidad, visibilidad y acústica en general, más cómodo y amplio en el escenario principal y no tanto en su escenario secundario (al menos en las actuaciones de noche) estrecho y largo, aunque muy arbolado y con césped a los lados (más disfrutable para los conciertos de tarde). Aún con el riesgo de algún aguacero, que este año no apareció, las fechas son perfectas para disfrutar sobre todo de los conciertos de la tarde, en los que la luz de mayo juega con la escenografía musical.

La jornada comenzó para ECDS a mitad de concierto de Niña Coyote eta Chico Tornado, el dúo donostiarra aceleró la tarde a base de rock crudo y directo surgido del destartalado sonido de su incansable baterista Úrsula Strong y de la frenética guitarra del peleón Koldo Sore, presentando la sanciones de su último disco ‘Aitzstar’ en el que abandonan el inglés para pasarse al euskera.

El escenario grande es un auditorio en forma de teatro griego cuya "orchestra" comenzó a presentar un buen aforo, cubriendo las dos terceras partes en las que la declinación del sol permitía la sombra. Los allí congregados esperaban a Ángel Stanich, que avalado por las buenas canciones de Antigua y Barbuda, país que da título a su último disco y cuya bandera vestía el teclado, y por una banda bien conjuntada, ofreció un notable concierto que inició con "Escupe fuego“ y finalizó con "Mátame camión", destacando además las citadas,  las cadencias templadas y algo psicodélicas  de "Un día épico", "Hula hula" o "Más se perdió en Cuba". 

Mientras la mayoría de la gente estaba viendo a Las Odio, una de los sorpresas del día fueron Los Estanques que a pesar de actuar en el tercer escenario, un pequeño recinto en un extremo de las gradas en el que el sol deslumbraba de lleno a los asistentes, y además de sufrir iniciaos problemas de sonido, ofrecieron un versátil y virtuosas repaso por los sonidos que van desde la psicodelia rock, al free jazz pasado por el pop lisérgico y el funk con asombrosa solvencia, como así mostraron en "Clamando el error" la canción que da nombre a su última referencia discográfica. Muy buena actuación.

Triángulo de Amor Bizarro, en un cada vez más concurrido escenario principal y extrañamente aún en horario de tarde, apabulló con su habitual potencia sónica y aunque presentaron un par de canciones nuevas parecieron ir con el piloto automático, quizás por estirar un repertorio nutrido en exceso de su ya lejano 'Baile sumeria' alargado por el Ep 'Oh Isa'. En todo caso canciones como "¿Qué hizo con ella cuando la encontró?", "Baila sumeria" o "Barca quemada" fueron garantía para solventar una actuación que quizás y dadas las circunstancias podría haber tirado de repertorio escondido u otras hit lejanos que si sonaron como "El fantasma de la transición" o "De la monarquía a la criptocracia" con la que cerraron.

Hubo que hacer un descanso con Cala Vento para afrontar el segundo tramo de la jornada ya de noche, que comenzó en escenario principal con Cigarrettes After Sex y una actuación que no conectó con el público y en el que los texanos tampoco parecieron encontrarse a gusto, el propio Greg González parecía incluso molesto por momentos. Desubicados en una hora y sobre todo en un espacio poco propicia para el susurro de sus melodías, quizás debieron intercambiar horario con la banda gallega que había actuado en el mismo escenario en horario de tarde aún. Por mucho que intentaras encontrarles el momento... no hubo manera, ni en la íntima comodidad que ofrecía el graderío a esas horas. 

La noche la arregló una propuesta que de inicio parecía arriesgada para este festival pero no para ECDS que sigue puntualmente sus últimos directos (el del pasado año y el de hace ya tres). Los californianos Wooden Shjips, viejos conocidos que encabezados por Ripley Johnson ofrecieron un vibrante viaje de reverberaciones en bucle por la psicodelia progresiva, el rock espacial y el krautrock más ruidoso, bien recibidos por un numerosos público en el segundo. Sorprendieron  a los no iniciados con una adictiva dosis de recorridos ascendentes de guitarra y teclados que rompía Ripley con afilados y ruidosos punteos.    

El cartel en sus letras más grandes lo cerró esta noche Beach House y aquí sí, el vínculo emocional se estrechó entre un público entregadísimo y una banda comprometida. Abrieron con "Levitation", pero no cayeron en la tentación de abusar del drema pop sedoso en el que se luce la voz de Victoria Legrand,  aunque tampoco hubiera importado, dando espacio al ruido en las guitarras de Alex Scally en "Whises", pero también en los teclados en "Lemon glow" y la bateria en "Dark spring". Cuidada y efectiva escenografía en el que las luces mantenían a los músicos entre sombras y siluetas distorsionadas, jugando con los colores y  acentuaban su anonimato Las emociones se desbordaron con la catarsis de sonido en que se convirtió "Dive" para cerrar una actuación en el que los propios artistas agradecieron la gran acogida recibida, reflejado en una visiblemente emocionada Victoria. Un cierre de jornada conmovedor.

Con la mayor parte del público en emocionada retirada... difícil papeleta para proyecto de Chaz Bear  que firma como Toro y Moi, que recogía el testigo para que los noctámbulos continuaran con una buena dosis de funk electrónico y divertido a base de ruidosas y efectivas cajas de ritmos que hicieron bailar de lo lindo y para agotar las fuerzas para ver a Digitalism.