Fantástico ambiente en el centro de Aranda al mediodía, un Sonorama alternativo y bullicioso con actuaciones y sesiones de pinchadiscos en la plaza del Trigo, plaza de la Sal y nuevos rincones como la plaza Arco Pajarito y sus sesiones Baile Vermut. Allí bajo un sol de justicia arrolló el septuagenario Micki, si el legendario Micki que acompañado con los Tonys populariza parte del rock hispano de los 60’ y 70’, continúa en la carretera ahora con los Colosos del Ritmo. Sorprendió con un repertorio de lo menos complaciente (en las antípodas del coetáneo dúo que había actuado la noche anterior) basado en su destacable disco de 2010 “La cuenta atrás” el que supuso su regreso discográfico. Canciones de rock vitalista y sin complejo, de corte clásico que no nostálgico… “Harto”, Miedo al vuelo”, “El problema de mis pelos”, “Paseando el can” (el Walking the dog de Rufus Thomas popularizado por los Stones), “Con que sutileza”, el nudo de mis zapatos… ente las que se colaron “Sulfer soup” y Sha la la (canciones que aparecieron en la película “Megatón ye ye “… le pidieron la eurovisiba “Enséñame a cantar” ¡ como no ! a lo que respondió diciendo que la época de los festivales ya había pasado, que él hacía rock and roll. Inteligentemente locuaz e irónico entre canción y canción… una auténtica lección de integridad y una sorpresa oculta en el laberíntico trazado urbano arandino.
En el recinto de conciertos al final de la
aparecieron los reaparecidos Kula Shaker,
la presentación en directo de su nuevo disco “K2.0” fue anodina, Crispian Mills se
mostró errático, sonando más rockeros que psicodélicos, resultaron más
entretenidos cuando aparecía el sitar, pero ni si quiera la purpeliana “Hush”
logró desatar entusiasmos reseñables. Todo lo contrario ocurrió cuando
aparecieron The Hives, los suecos hace ya tiempo que en sus discos levantaron
algo el pedal del acelerador, pero en
directo se manejaron con la velocidad
necesaria para poner patas arriba al público. El acrobático Pelle
Almqvist dominó el escenario con maestría dándose el esperado baño de
multitudes con las primeras filas. Buen concierto para el disfrute festivalero.
Terminamos algo pronto la jornada con León
Benavente… sobrados, y es que con su segundo disco “2” unido a su estreno
homónimo, han conseguido un repertorio en directo difícil de superar, conpenetradísimos
en el escenario y con Abraham Boba
tomando cada vez más protagonismo ofrecieron una actuación contundente y
arrebatadora.
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