Buen ambiente en la sala para escuchar las canciones de "Hotel
Florida", el segundo disco en solitario de Ricardo Vicente, enésimo en su
extensa trayectoria por las sendas del pop en bandas como Tachenko, La Costa
Brava o las colaboraciones con Fran Nixon. Público predispuesto y cómplice ante
lo que acontecía en escenario, tanto para las afortunadas melodías de guitarras
pop con las que comenzó el concierto, como para el infortunio, que llegó
en forma de cuerda de bajo rota e inexistencia de recambio rápido (hasta
mediado el concierto no llegó el recambio). Richi y su banda suplieron la
adversidad con buen talante, humor y confiados en un repertorio basado en
canciones que están por encima de deslices instrumentales.
Sonó "Hotel Florida" al completo, la cadencia atemporal y luminosa
de "Llamada de despedida de un dealer", "Como que sale el
sol" y "Hablando en serio" nos envolvió en una soleada bruma de escenas
cotidianas, el pop más guitarrero y directo de "Rwanda" y la
exuberancia casi rockera de "Romeo Dallaere" hicieron implicarse al
público cantando con Richi en los momentos álgidos. Momentos también para las
voces (casi a capela) desnudas de instrumentación en "Trampa 22" y
"Belleza y miedo" esta última junto a Zahara.
No faltaron de su anterior disco "La balada de Fran y Richi",
"Langostas en el río" y esa auténtica joya melódica que es "A
Joni Mitchell con amor" además de "El palacio de los gansos" o
"Carreras de caballo" del disco compartido con The New Raemon y Fran
Nixon "El problema de los tres cuerpos". Además de la "La
estatua del jardín botánico" versión de Radio Futura que sonó
intrascendente un poco fuera de lugar con el resto de canciones. Sin hacer
mucho ruido, casi sin molestar, Richi se impuso con la rotundidad de sus
melodías y letras.
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