Buen ambiente en la sala para escuchar las canciones de "Hotel
Florida", el segundo disco en solitario de Ricardo Vicente, enésimo en su
extensa trayectoria por las sendas del pop en bandas como Tachenko, La Costa
Brava o las colaboraciones con Fran Nixon. Público predispuesto y cómplice ante
lo que acontecía en escenario, tanto para las afortunadas melodías de guitarras
pop con las que comenzó el concierto, como para el infortunio, que llegó
en forma de cuerda de bajo rota e inexistencia de recambio rápido (hasta
mediado el concierto no llegó el recambio). Richi y su banda suplieron la
adversidad con buen talante, humor y confiados en un repertorio basado en
canciones que están por encima de deslices instrumentales.
Sonó "Hotel Florida" al completo, la cadencia atemporal y luminosa
de "Llamada de despedida de un dealer", "Como que sale el
sol" y "Hablando en serio" nos envolvió en una soleada bruma de escenas
cotidianas, el pop más guitarrero y directo de "Rwanda" y la
exuberancia casi rockera de "Romeo Dallaere" hicieron implicarse al
público cantando con Richi en los momentos álgidos. Momentos también para las
voces (casi a capela) desnudas de instrumentación en "Trampa 22" y
"Belleza y miedo" esta última junto a Zahara.
No faltaron de su anterior disco "La balada de Fran y Richi",
"Langostas en el río" y esa auténtica joya melódica que es "A
Joni Mitchell con amor" además de "El palacio de los gansos" o
"Carreras de caballo" del disco compartido con The New Raemon y Fran
Nixon "El problema de los tres cuerpos". Además de la "La
estatua del jardín botánico" versión de Radio Futura que sonó
intrascendente un poco fuera de lugar con el resto de canciones. Sin hacer
mucho ruido, casi sin molestar, Richi se impuso con la rotundidad de sus
melodías y letras.
Los jueves en directo de 21:00 a 22:30 a través de las ondas en Radio Utopía 107.3 FM y en la red en www.radioutopia.es
28 febrero 2016
07 febrero 2016
NACHO VEGAS + Fee Reega (23-1-16) La Riviera - Madrid
No por habitual deja de ser menor la expectación que provoca Nacho Vegas en
Madrid. Los locales se le van quedando pequeños y éste a orillas del
Manzanares, presentó un aforo completo desde el inicio. Bien temprano, cuando
Fee Reega cantante alemana afincada en Gijón, apareció de blanco impoluto para
mostrarnos, con su peculiar acento, sus vivencias por el mundo exterior e
interior (el suyo propio) en formato básico guitarra y bajo, sin batería (perfecto para su
propuesta). Embelesó a los muchos allí reunidos.
Nacho Vegas apareció entre una escenografía luminosa, con la portada de su último disco "Canciones populistas" de fondo, cinco canciones que complementan a su anterior disco largo "Resituación" como telón de fondo y arropado por el Coro Internacional Antifascista al Alta la Lleva, y por una banda que crece con los múltiples instrumentos utilizados en las canciones (crece también en número con una guitarrista más la de Edu Baos).
De esta manera comenzó el asturiano su compromiso social, con la "Canción para la PAH", "Ciudad vampira", "Polvoorado", "Runrún" y la sarcástica "Ámenme soy un liberal" acertada adaptación de "Love me. I'm a liberal" que compusiera en 1966 Phil Ochs en el contexto de las protesta social norteamericana y actualizada con acierto por el asturiano al contexto actual español. El coro, con Nacho al frente, se hizo protagonista en estos momentos, trascendente unas veces y con desparpajo otras, consiguió emocionar, mientras la banda ejercía un papel secundario al servicio del colectivo. Brillantes momentos de liturgia laica con la "Canción para la PAH y "Runrún" como éxtasis emocional colectivo.
"Taberneros" llegó para dar una pequeña tregua a la reivindicación y mostrar otros campos compositivos del asturiano, en este caso la siempre presente canción popular de inspiración local, donde la banda comienza a tomar protagonismo, aunque sin perderlo el coro. Comienza la segunda parte y en el fondo, la imagen de una guitarra con la afirmación "This guitar kills fascists" (máxima de Woody Guthrie otro de los referentes básicos de Nacho), ya con el coro entre bambalinas, pero sin abandonar la cuestión social, eso sí, abordándola de otra manera, una sutill versión, "Déjame vivir con alegría" de Vainica Doble, una canción y, por extensión un dúo, de obligada escucha, que bajo una apariencia de ingenuidad o de alegría inocua, esconde demoledoras críticas. n"Mi novio es bobo", otra forma de abordar la crítica sin perder la ironía y con mínima instrumentación, cantada a dúo con Fee Reega (que subió como pudo desde las primeras filas al escenario), y con el teclado Abraham Boba ganando presencia, o como en "La vida manca", con el banjo de Joseba Irazoki destacando.
En el tramo final buceó brevemente por su extensísima discografía, rescatando "Nuevos planes, idénticas estrategias" y "Gang bang" para volver al presente con "Actores poco memorables" y "Como hacer crac" (punto de inflexión en su evolución hacia posicionamientos vitales). En ellas Nacho abandonó la guitarra y se entrego a la interpretación pura, con movimientos y gestos de "crooner", aunque se le vio aún muy rígido en esta faceta. Por otro lado fue el momento también para que la banda estallara, como si hubieran permanecido hasta entonces en calma tensa, sobre todo con el buen final de "Gang bang" y especialmente en la despedida, "La gran broma final" que sonó como nunca, con brillantes teclados y contundentes ritmos de batería a cargo de Manu Molina, con un Nacho algo más suelto.
Para el bis, vuelve Nacho a su particularismo local con la templada "Luna de agosto en Gijón" solo en el escenario, y de nuevo con el coro al fondo en "Vinu, cantares y amor" reivindicando de nuevo el folk popular. Por último, la inevitable "El hombre que casi conoció a Michi Panero", traca final tras casi dos horas con el megáfono en vano cantando a la masa.
Nacho Vegas apareció entre una escenografía luminosa, con la portada de su último disco "Canciones populistas" de fondo, cinco canciones que complementan a su anterior disco largo "Resituación" como telón de fondo y arropado por el Coro Internacional Antifascista al Alta la Lleva, y por una banda que crece con los múltiples instrumentos utilizados en las canciones (crece también en número con una guitarrista más la de Edu Baos).
De esta manera comenzó el asturiano su compromiso social, con la "Canción para la PAH", "Ciudad vampira", "Polvoorado", "Runrún" y la sarcástica "Ámenme soy un liberal" acertada adaptación de "Love me. I'm a liberal" que compusiera en 1966 Phil Ochs en el contexto de las protesta social norteamericana y actualizada con acierto por el asturiano al contexto actual español. El coro, con Nacho al frente, se hizo protagonista en estos momentos, trascendente unas veces y con desparpajo otras, consiguió emocionar, mientras la banda ejercía un papel secundario al servicio del colectivo. Brillantes momentos de liturgia laica con la "Canción para la PAH y "Runrún" como éxtasis emocional colectivo.
"Taberneros" llegó para dar una pequeña tregua a la reivindicación y mostrar otros campos compositivos del asturiano, en este caso la siempre presente canción popular de inspiración local, donde la banda comienza a tomar protagonismo, aunque sin perderlo el coro. Comienza la segunda parte y en el fondo, la imagen de una guitarra con la afirmación "This guitar kills fascists" (máxima de Woody Guthrie otro de los referentes básicos de Nacho), ya con el coro entre bambalinas, pero sin abandonar la cuestión social, eso sí, abordándola de otra manera, una sutill versión, "Déjame vivir con alegría" de Vainica Doble, una canción y, por extensión un dúo, de obligada escucha, que bajo una apariencia de ingenuidad o de alegría inocua, esconde demoledoras críticas. n"Mi novio es bobo", otra forma de abordar la crítica sin perder la ironía y con mínima instrumentación, cantada a dúo con Fee Reega (que subió como pudo desde las primeras filas al escenario), y con el teclado Abraham Boba ganando presencia, o como en "La vida manca", con el banjo de Joseba Irazoki destacando.
En el tramo final buceó brevemente por su extensísima discografía, rescatando "Nuevos planes, idénticas estrategias" y "Gang bang" para volver al presente con "Actores poco memorables" y "Como hacer crac" (punto de inflexión en su evolución hacia posicionamientos vitales). En ellas Nacho abandonó la guitarra y se entrego a la interpretación pura, con movimientos y gestos de "crooner", aunque se le vio aún muy rígido en esta faceta. Por otro lado fue el momento también para que la banda estallara, como si hubieran permanecido hasta entonces en calma tensa, sobre todo con el buen final de "Gang bang" y especialmente en la despedida, "La gran broma final" que sonó como nunca, con brillantes teclados y contundentes ritmos de batería a cargo de Manu Molina, con un Nacho algo más suelto.
Para el bis, vuelve Nacho a su particularismo local con la templada "Luna de agosto en Gijón" solo en el escenario, y de nuevo con el coro al fondo en "Vinu, cantares y amor" reivindicando de nuevo el folk popular. Por último, la inevitable "El hombre que casi conoció a Michi Panero", traca final tras casi dos horas con el megáfono en vano cantando a la masa.
Discos enero 16
Canciones
populistas – NACHO VEGAS
The light in you
– MERCURY REV
Hotel Florida – RICARDO VICENTE
Outsider – JESSE MALIN
Guadalupe plata 2015 – GUADALUPE
PLATA
Ta lumière
particulière – AUTOR DE LUCIE
The waiting room
– TINDERSTICK
Pidiendo en las puertas
del infierno – MUCHO