26 diciembre 2014

THE ORCHIDS - Beatitude #9 (Acuarela)

Los de Glasgow formaron parte del mítico sello de Bristol Sarah Records, que entre 1987 y 1995 se convirtió en referente del pop británico en su versión elegante, luminoso, sensible... la cara alternativa del "alternativo" britpop. Tras separarse el mismo año que cierra la discográfica, se reúnen casi diez años después y presentan ahora lo que es su sexto disco. Supervivientes de una generación olvidada, la que ocupa el espacio entre las bandas de los ochenta con miras no conseguidas al pop de masas: Goo-Betweens, Prefab Sprout... y el de las bandas de pop alternativo de los noventa: Teenage Fanclub, Belle & Sebastian... Algunos cambios en la formación pero no en su sonido, que transita por los territorios de las guitarras melódicas más brillantes... como manda la tradición de las bandas de pop escocesas con más clase.

Arrebatador inicio con "Something's going on" donde nos encontramos con los acordes pop más animoso y las armonías vocales más exquisitas que junto a un estribillo sencillo y pegadizo se acercan a lo que es la canción pop por excelencia. "She just a girl" se mueve por las mismas sendas, las de las guitarras enérgicas... que no son precisamente las protagonistas del disco, pues las cajas de ritmo se imponen  tanto para la electrónica como para el soul ya sean ambos íntimos o bailables que de todo hay en el disco.

Electrónica íntima para la tarde en "Feluirian's dream", bailable y elegante para la noche en "The coolest thing", bailable para perder la cabeza en la madrugada en las ochenteras "Someone like you" y "Today is the day". Además de pop-soul onírico recreado con sutiles sintetizadores y guitarras apenas punteadas en "Felurian's dream", "And when she smile" o "A perfect foil" que se acerca incluso al gospel. Simplemente pop con mayúsculas en "Hey ¡sometimes!"

La instrumentada "Good words (are never long)" con la voz invitada de Pauline Hynds marca la delgada línea que separa el soul más convencional de arreglos de viento con las cadencias más pop, mientras que  "A way to you" y "Your heart send me" se desmarcan del resto, con un ambiente psicodélico con arreglos de cuerda, pero que no se sale de la trayectoria pop. Un viaje en la mejor tradición de la lisergia pop británica.
Un disco que sin caer en la nostalgia y sin abandonar sus orígenes reivindica una forma de hacer pop perdurable... y edificante.


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