Lo primero que llama la atención en el nuevo disco de Ornamento y Delito es
el protagonismo que adoptan los teclados y sintetizadores, las guitarras ahí
siguen pero cediendo paso a los instrumentos referidos y a la voz (prácticamente
desaparece la guitarra rítmica). Los panoramas grises y densos se enriquecen
del tecno más radiante con los ochenta como referente y el post punk 80'.
Un disco homogéneo en cuanto a producción de sonido, pero con muescas significativas
en cuanto a las composiciones. Cuidado al detalle el arreglos, destacando unos
breves pero certeros coros en momentos de altura emotiva: "Radio" o
"A última vista" o rabiosa ""Laissez faire" (canción
que hunde sus notas directamente en Parálisis Permanente).
En cuanto a las letras, continúan con la crítica más mordaz a la vez que
elegante, con dobles lecturas, guiños particulares y un sarcasmo que a veces
despista pero... es igual incitan a la imaginación, valorables por si solas,
con vida propia y disfrutables de forma autónoma.
La realidad pasada por el curioso prisma sobrio de estos vascos exiliados en
Madrid que insisten de nuevo en su condición de emigrantes en "Hidalguía universal"
desapegada y costumbrista, con un riff de inicio entre el sainete y la parodia
chulapa con los primeros Gabinete Caligari en el ambiente... Riesgo y desconcierto
de inicio aunque la letra nos pone las cosas en su sitio.
En "Carnaval armado" los teclados se ponen al servicio de la pista
de baile pero de nuevo con aire de autoparodia... ¡ ese inicio a lo casiotone !
el tecno al servicio de la ironía fina en una letra que no tiene desperdicio y
en "Radio" los arreglos delatan un homenaje nada velado al sonido de
los ochenta... y su secuela la explosión pop de los noventa en nuestro país
ejemplificado en J. Luque y Alfaro.
"Laissez faire" y "Siamés" se desbordan en teclados
vibrantes sobre baterías contundentes, Con "El hundimiento" y "Pioneros"
aparecen los parajes más sombríos, desarrollos alejados del reconocible
estribillo, densidad dulce que requiere escuchas, si se las das te engancha... siempre
se ha manejado muy bien en la charca de los Cure del Desintegation... la
antitesis del festival armado. En "Los fantasmas del Windsor" y
"El fin de la ideologías" se respira el fin de fiesta generacional de
los ochenta, decadentes protagonistas arrastran su vida ahogados en ideologías
y utopías.
Para el final, las muescas, dos canciones que pasan desapercibidas, pero que
delatan las obsesiones de la banda, sobre todo "Zona algo más"
sin salirse del patrón nos remite directamente a los riffs y desarrollos
galopantes de... ¡ Neil Young ! sorprendente. "A última vista" es una
canción recuperada y grabada de nuevo (al igual que "Radio") que
rezuma Surfin' Bichos y sus secuelas (Mercromina, Chucho...), pop delicado y
evocador bajo ese barniz ornamental propio. Una joya.
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