El músico tuareg, tras
denunciar la situación que vive su tierra
-el Sahel africano- Afrique Victim (Matador 2021) y su continuación,
tomas alternativas y en directo en los dos volúmenes del Niger Ep (Matador
2022), continúa mostrando con más rabia aún si cabe las injusticias provocada por la herencia colonial. La
situación más que cambiar, se agrava tras el golpe militar y la retirada
diplomática francesa del país, aunque sus compañías siguen controlando la
producción de minerales energéticos que unido a la mayor violencia terrorista
imposibilita el regreso de la banda. Esto se traduce en un sonido más rabioso y
frenético, en el que la guitarra del Hendrix
del Desierto suena más virulenta y agresiva que la del malogrado
descendiente cheroqui. «Oh France» o la
titular lo testimonian. Ritmos negroides en contundente trance «Takoba» o «Modern Salves»,
blues-rock afilado y chillón «Imouhar» que
no rehúye el hard-punk «Tchinta» para sonar reforzados por los
ancestrales sonidos tribales.
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