NUDOZURDO (15-3-24) Mon - Madrid -. Publicado en la web Ruta 66

Todo vendido y ambientazo en la abarrotada sala que acogía el regreso oficial en directo (en noviembre solo uno pocos pudieron disfrutar su sorpresiva presentación en El Sol) de Leo y Mateos y su renovado cuarteto, apoyada por un necesario teclado. Entre cantidades de humo se recortaba la espigada figura del citado que empezó la presentación de Clarividencia, su regreso, entre tempos lentos, oscuros y muy densos,  pero bien firmes en guitarras y sobre todo en la batería manejada por Jorge Fuertes que imprimió un machacón, maquinal y preciso ritmo… ideal para que brillaran sucios los desarrollos de guitarra de «Lo Que Ocultan Las Arizónicas», «Carta a Nina» y entre ellas «Laser love» primera incursión en el imprescindible Tara Motor Hembra (Recording For The Other Side 2011).

 

«Mil Espejos» la primera incursión en el seminal Sintética ((Recording For The Other Side 2008) sonó emocionante como transición hacía la orgia eléctrica de las seis cuerdas, que tomó el protagonismo con la tensa y envenenada «Bisontes Albinos» que sonó a clásico instantáneo para los directos, al igual que «Elvira/Santuario Combate» que lo hizo violenta y torsionada hasta el extremo, «Soledad/Clarividencia» más violenta en su minimalista propuesta en directo que en estudio (y ya es decir), y lo mismo la escandalosa tormenta ultrasónica de «La Bruja».

 

Momentos exaltados, equilibrados acertadamente con la distensión de «Úrsula hay nieve en casa» y sobre todo con la emoción disonante de «La Isla del Diablo», otra de las nuevas que creció en directo. «Ha sido divertido» hizo el resto para crear un ambiente de embriaguez colectivo y culminar en arrollador final… atrapados de nuevo en el tiempo con «El Hijo de Dios» y Leo cantando encapuchado entre el público para acabar subido a los palcos y arengar casi desde el cielo. «Prometo Hacerte Daño» sirvió de aterrizaje para cerrar el concierto como había empezado, entre las hermosas tinieblas de «El Diablo Fue Bueno Conmigo» bipolar título como metáfora a los extremos sonoros vividos entre sudor y oscuridad.