Es
ésta una historia con la que congratularse con el cine, el de verdad, en estado
puro, el que toca la fibra sin parafernalia ni trucos efectistas y que por lo
general viene de industrias cinematográficas periféricas de escasa solidez,
pero de gran talento y sensibilidad como Rumanía, Irán o Turquía entre otros
países, que tan buenas sensaciones han dejado en esta sección.
Touzani
muestra una compleja, e íntimo drama amoroso con la enfermedad de por medio un
desequilibrado triángulo interpretativo, sostenido por la pareja protagonistas
que sobrevive como puede de un negocio tradicional y artesanal y su empleado.
Son
precisamente los hombres: Halim y su empleado Youssef quienes confección a mano
caftanes bordados: una especie de túnica habitual del mundo musulmán; largo
hasta los tobillos, de mangas anchas y sin cuello utilizada en celebraciones y
ceremonias., mientras que la mujer Mina gestiona las compras y ventas.
Con
sutil delicadeza y honestidad trata además temas como la sexualidad en sus
diferentes formas y el amor no solo entre personas de uno u otro sexo, sino
también a un oficio, a una forma de subsistencia abocada desaparecer en el que
el sastre y su mujer perseveran aunque
les eche la duda.
Es
una película narrada por espacios de tiempo silenciosos por los que la cámara
se mueve sin que se aprecie su presencia, con planos fijos por los que fluye
densamente la acción y de fondo el sonido de la milenaria medina en la que
trabajan y al ritmo en que los bordados pasan por la tela sedosa de la prenda
protagonista del título.
Con
la emoción tensa pero sin llegar a desbordarse, ni si quiera en los momentos de
máxima inquietud y desasosiego personal que se viste en el interior de unos
personajes… que sufren en silencio el oprimido ambiente, el de la sociedad en
la que viven.
Filmada
con maestría en los habituales colores y encuadres que singulariza a su
directora, respeto las distancias que acercan o acortan los miedos y deseos de
sus protagonistas, excelentemente interpretados por la recurrente para Touzani…
y excelente actriz Lubna Azabal y el sorprendente Saleh Bakri.
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