En su séptimo trabajo las
enmascaradas calaveras destapan el volcán para ofrecer una nueva erupción de
instrumentales de base rítmica y potente acompañada de guitarras con reverb y
melodías pegadizas, aunque también atmósferas de aire western ‘Mar de fuego’ que
se acelera en persecución a caballo en ‘Roca y rollo’, además de aromas pseudotropical
‘Mogambo’ pieza que además respira aire cinematográfico.
La fórmula tiki habitual en la que
no falta como no rockanrolazos clásicos como ‘Norah’ o sesentero en su versión
beat británica ‘Abril’ o costa oeste nortemaricana ‘Sol y sombra’… con algunas
sorpresa como ‘El Vampiro
Robot’ dónde por primera vez
incluyen voces, robotizada eso si o ‘Barcelona 92’ que emana sonidos de la
tradición popular catalana pasadas por el filtro tiki o ‘El último bolero’
que hace lo propio con el género musical cubano aludido en el título.
En breves tomas que no llegan a los
dos minutos para un total de quince canciones en media hora, se permiten algún
respiro en forma de oasis y en
placenteros medios tiempos ‘Puerto escondido’ y ‘La siesta’ para cerrar
un trabajo muy melódico y variado, pero que no olvida su base surfera.
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