Es su tercer trabajo, tras cinco años de
parón discográfico, el quinteto canadiense de Ontario presenta una colección de
canciones de pop enérgico de guitarras festivas junto a atmósferas vaporosas
entre las que se cuelan destellos luminosos para la pista de baile en forma de
teclado y ritmos sintetizados. Sonido alternativo de los primeros 90’
británicos con las miras en bandas del sello Jeepster (Bell & Sebastian o
Salako) y Sarah Records (Hevenly o Talulah Ghost) muy apreciable en medios
tiempos como ‘Velveteen’. Disco en el que la versátil voz de Molly
Rankin se adapta a cada una de las variables melodías, elevándose en algunos de
ellas con trascendencia o bajando a tierra en otras para mostrar su faceta más
guerrera como en ‘Pomeranian Spinter’, en la que de una manera un tanto loca y
desenfrenada se mezcla buena parte de su imaginario sonoro… en el que se incluyen
nubes de dream-pop distorsionado y opaco en Pharmnacy.
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