Se
muestra en esta novela coral a una en apariencia arquetípica familia formada
por un padre autoritario que no parece lo que es, una madre abnegada y
supeditada a una vida que no parece ser la suya, dos hijas: una disconforme y
problemática en la edad adulta, y otra (adoptada) resuelta pero desconcertada y
dos hijos: el mayor subyugado y acomplejado, el más pequeño audaz y autosuficiente.
Todos ellos viven alejados de la
realidad, por convencimiento el padre, al menos en apariencia aunque se intuyen
frustraciones y miedos escondidos, por inercia la madre en un papel más que
secundario de mero espectador dentro de la pareja y por desconocimiento las
hijas e hijos que viven en una burbuja de membrana opaca: la casa y las
excéntricas normas paternas que les aísla del mundo.
La casa como escenario mudo en el que se
desarrollan las soterradas batallas psicológicas en silencio, que solo estallan
en el interior de cada uno de los protagonistas. La casa también como metáfora
de un mundo que como en la caverna de Platón hace de las sombras una realidad.
La escritora madrileña
realiza a través de la familia una crítica no solo a la institución familiar
sino a los convencionalismos que nos empuja a juzgar los diferentes actos bajo
las premisas morales imperantes. En ocasiones de forma sutil, se suceden hechos
que sitúan al espectador ante perspectivas comprometidas, en forma de anécdotas
unas veces e incluso episodios divertidos otras, pero son más los momentos en los que los
cotidianos acontecimientos se muestran en su soterrada crudeza, más psicológica
que física, tensando las emociones interiores sin que salpiquen al exterior.
Se alinea además la autora con los
perdedores, el abuso de poder o los solitarios, mostrando su mundo interior que
aunque les ate al cordón umbilical de la familia parece muy poco a poco
destaparse según los vástagos van creciendo, según se avanza en la novela, aunque
ésta no lo haga cronológicamente sino a saltos y desde diferentes situaciones
personales de los protagonistas, que a veces se cruzan, pero otras no.
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