Documental que
muestra la gira que tuvo lugar en 2019 y que reunió en su 40
aniversario al grupo punk más importante e influyente de habla hispana La Polla Records. Metraje de contrastes, en el que se alterna la vorágine de
los viajes, backstages, escenarios, pabellones, estadios… con los apacibles
paseos por los alrededores del Agurain-Salvatierra población origen de la banda
y donde todavía vive el verdadero protagonista de esta historia Evaristo
Páramos, líder la mítica formación, cuya vida y obra fagocita la historia de
la propia banda… lógicamente por el impacto y visibilidad del personaje y
porque el resto componentes, siempre se han mantenido en un discreto segundo
plano, roto en este documental (fallecimientos aparte) por las intervenciones
de Abel su bajista, aporta vivencias desde otro punto de vista sentado en su bar de toda la vida, el Otxoa, donde se juntaban cual oficina
esperando entre birras a que sonara el teléfono para las contrataciones y
demás.
Contrastes que evidencias el anómalo éxito de una banda de
pueblo en el que brota el punk en un contexto no urbano ni industrial, una
burbuja rural en la que los protagonistas parecen divertirse contando con pelos
y señales la historia de la banda sobre todo en sus inicios y en relación a los
lugares que se muestran en imágenes. Se echa de menos situar la historia
en el contexto más amplio del ambiente musical, sociocultural y político de los años 80’ en
el País Vasco y en el resto del Estado.
La narración es además una reflexión personal del lúcido,
carismático y divertido líder, Evaristo que a lo largo del metraje parece
querer desmarcarse de sí mismo, despojarse de la personalidad que ha proyectado
tanto en el escenario como en sus múltiples apariciones públicas, para
transmitir un convencional retrato de sí mismo, apoyado en buenos minutos
protagonizados por las conversaciones con su madre rememorando su niñez, educación,
juventud, padre ya fallecido. Uun cara humana en antítesis a la deshumanización
del mundo que ha criticado lo largo de su larga carrera y que en el documental
queda reflejado en unas espectaculares imágenes del duro paisaje urbano de Lima
visto desde la distancia como metáfora de la dura existencia humana.
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