09 mayo 2021

RAMÍREZ EXPOSURE - Me gustan las voces bonitas y con personalidad (Entrevista publicada en la web Ruta 66)


Foto: Carmen Corinne
 
Victor Ramírez a.k.a. Ramierez Exposure preentó en 2017 “Young is the new old” con la colaboración de Ken Stringfellow, Brian Young e ilustres de la escena neoyorkina  de los 70’ como Marc Jonson o Richard Lloyd.  Tras un breve parón regresa con una lustrosa colección de melodías pop. 
 

Han pasado cuatro años desde “Young Is The New Old” Pandemia aparte ¿qué has estado haciendo en este tiempo?

Así a grandes rasgos, ordenar mi vida y deshacerme de lo fútil. Algo que ha terminado siendo enormemente beneficioso para mi salud mental. Tuve una especia de crisis existencial que se tradujo en una enorme depresión. En realidad, siempre la tuve y llevo tomando diferentes medicamentos prescritos desde hace muchos años. La medicación no es milagrosa (no son pastillas mágicas) pero me ha ayudado. Sigo tomándomela, pero desde hace mas de un año siento que ya no estoy enfermo.

De hecho, estoy bastante feliz compaginando mi trabajo de celador en un hospital con las cosas que más me dan la vida ahora mismo: mi novia, mi perro y la música. Es genial poder tener un trabajo con unas condiciones laborales dignas (sector público, por supuesto). Me siento libre y feliz. Nunca encontré eso cuando trataba de dedicarme solo a la música y las giras. En esa etapa, solo vi necedad y gente bastante pirada a mí alrededor, lo cual nunca me dejaba pensar con claridad. No quiero eso nunca más. Me gusta mi vida ahora.

Colabora una vez más Ken Stringfellow y Brian Young ¿Han aportado algo novedoso con respecto al anterior trabajo?

Estoy muy feliz con todas sus aportaciones, como ya es habitual. Esta era la primera vez que yo producía mis propias canciones, así que el proceso fue bastante diferente si lo comparamos con el de mis anteriores discos. Estas canciones las grabé en mi cuarto con una consola multipistas de la marca Tascam. El proceso fue bastante loco porque en ningún momento le di demasiada importancia a cosas básicas del tipo: “voy a colocar el micro de la mejor forma posible” o “voy a aplicar ciertos trucos de grabación”

¡Ni siquiera tenía la habitación debidamente acondicionada para grabar!

Me sorprende que el disco suene tan bien teniendo en cuenta que está grabado de una forma algo descuidada. Eso sí, con la ejecución sentí que me implicaba de forma especial en todo momento para que todo estuviese tocado de la mejor forma posible. Una vez tuve prácticamente grabado todo lo que las canciones necesitaban  mandaba las pistas a Ken y a Brian y ellos completaban las canciones con la grabación de sus partes musicales: batería y percusiones en el caso de Brian y coros, bajo, baterías electrónicas y teclados en el caso de Ken.

Lo novedoso es que los tres hemos logrado un método fantástico a través de la adaptación a las particulares formas de trabajar a distancia. No me importaría volver a hacerlo de la misma forma en próximos trabajos porque funciono mejor trabajando solo en los primeros pasos.

 Foto: Felipe Hernández

En esta ocasión no ha participado Marc Jonson

Marc Jonson aparece en ‘Dysfunctional Girl’ canción de aire beateliano que descarté en mi anterior disco y que grabé en su casa de Nueva Jersey. Me gusta dar ese tipo de guiños de vez en cuando. Mi música puede entenderse en algunos momentos como una aproximación a la psicodelia pero me siento más cerca del sunshine pop y las voces corales que de la nueva psicodelia, que muchas veces peca de un inevitable encorsetamiento.

“Bridges and roads” o “The rituals” irradian optimismo vital, aún cuando han sido creadas en soledad. ¿Cuáles eran tus sensaciones?

Mis sensaciones fueron en todo momento de enorme felicidad al ser consciente de que estaba creando algo precioso. Estoy orgulloso de esas canciones. Y también diría que más que optimismo a secas, irradian cierto pesimismo optimista. Es algo que se ve con mucha facilidad si se presta un poco de atención a las letras. Me gusta verme así, como un perro viejo curtido en mil batallas.

Las melodías de voz y arreglos corales están muy bien trabajadas, también los teclados y guiitarras ¿has querido experimentar o dejar más espacio a voces y arreglos?

No hay experimentación, simplemente me gusta grabar voces y creo que se me da muy bien. Siempre me lo paso genial probando cosas de coros y armonías. Y una vez más, no utilicé demasiados trucos, solo me guío por la intuición y lo que me suena guay cuando grabo las capas. Me gustan las voces bonitas y con personalidad y trato de lograr eso en mis discos. Me dan un poco de risa esas canciones en los que la producción es grandilocuente y todo va bien hasta que de repente entra la voz del cantante y suena como si estuvieran apaleando a un burro. No entiendo ese tipo de discos, me irritan. Apenas hay guitarras eléctricas, solo puntualmente en arreglos muy concretos. Quería que todo estuviese bastante equilibrado. Que hubiese un poco de todo pero en su justa medida.

“Vivid night dream” sorprende con una caja de ritmos entre retro y futurista  ¿Nuevas sendas para explorar?

Es una canción que estuvo a punto de acabar fuera del disco porque no me terminaba de convencer antes de que tuviese ese aire. Sin duda, lo mejor fue darle ese toque synthpop en la onda de temas como ‘This is the day’ de The The. ¡Quedó super chula! Y sí, un disco de synthpop es algo que me encantaría concretar en un futuro cercano.

 

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