22 mayo 2020

PABLO COBOLLO - Las guitarras son para los naúfragos (Madrugada Records)

Soul Bisontes agitaron los 90’ a base de psicodelia castiza saturada de farfisa y de garaje infecto de guitarras insanas. El sonido de la charca sigue adherido al pellejo  de Pablo y chapotea de lustro en lustro desde el extrarradio sonoro. Tras temporales parones discográficos y, ya con su nombre ha ido ahormando el ruido con cada nueva entrega. 

Desde el expresivo título, nos guía ya hacia parajes luminosos en los que la psicodelia se templa, respira y deja espacio. Las guitarras siguen afiladas, pero su corte ahora… más que en aluvión de tormenta eléctrica, hiere con fina y metálica precisión de cirujano,  recreándose en arreglos de teclados y vientos precisos, sencillos y algo naif, que se cuelan entre los sincopados riffs de guitarra cortante en la progresiva «Amor sin red», la fronteriza «Vampiro en el espejo» o la astral «Ley del más fuerte». 

La flauta ‘escolar’ es protagonista a lo largo del disco, pero especialmente  en la exótica  «Hiroshima mon amour» y la crepuscular  «Los perros que no dejan entrar en los bares» , que junto a la armónica y los teclados aclaran el lodo, transformándolo en un colorido caldo psicodélico de aires cabareteros  y circenses que adereza con unos textos a la altura (curtido en la poesía y el performance), contaminados de nostálgica evocación del pasados, anhelos de libertad…  y épico lirismo de la derrota, como en la tensa emoción de la notable «Magia cotidiana II», cuya primera parte apareció en el single del mismo nombre (Alehop! 2004).



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