09 noviembre 2019

CASS McCOMBS (5-11-19) Teatro Lara - Madrid

Nueva ocasión para escuchar las canciones que forman parte de "Tip of the Sphere", el último disco del californiano, que ya había presentado, aunque en un contexto muy diferente, en el pasado Tomavistas. En aquella estupenda tarde de mayo entre los árboles, en el escenario secundario y limitado por el tiempo McCombs, sin abandonar los sonidos más plácidos del su atemporal pop-folk, se decantó por su también característico sonido psicodélico y guitarrero. Había que hacerse notar entre curiosos y paseantes a deshora en espera de otras actuaciones...  ¡y bien que lo hizo!. Se ganó a un buen puñado de futuros seguidores y para muchos, una de las mejores actuaciones del festival... y calidad hubo este año...

Pero esta nueva ocasión se presentaba totalmente diferente, con todo a favor para una actuación como la que McCombs ofreció esta noche de martes otoñal. Empezando por el Teatro Lara, lugar ideal en el que el reducido aforo de su patio de butacas y palcos, junto a una muy buena acústica, hacen que los conciertos aquí se conviertan en  algo inolvidable. Entrañable y acogedor.

Pero la escenografía visual y sonora hay que aprovecharla y de eso se encargó no sólo el californiano, sino también la magnífica banda que le acompaño. Cada uno de ellos concentrado sobriamente en su instrumento. Impecables en los ritmos y brillantes en momentos puntuales en los que los arreglos acompañaban a los diferentes arpegios o punteos de guitarra que McCombs tocaba con solvencia.
 
Comenzaron (en plural porque fueron realmente una banda) sin concesiones,  con las canciones que abren su dos últimos discos respectivamente. La hipnótica y embaucadora "I followed the river south to what", más de siete minutos y medios de ritmos minimalistas que van creciendo mientras la guitarra se recrea en una leve psicodelia que juguetea con los arreglos de bajo y teclado, y la brutal elegancia rítmica  de "Bum, bum, bum".   

Continuaron con los ritmos crecientes y obsesivos adentrándose en los sonidos más personales del country con "Big wheel", los ritmos graves de la Noga Shefi imponían su groove... y es que por un lado brillaron los ritmos repetitivos, pero sobre ellos, también las melodías en su versión jazzera en la futurista "Laughter is the best medicine", folk en la tribal "Real live", psicodélica en la preciosista  'Tying up loose ends' con la que abrió el bis e incluso pop aroma costa este sesentera en "Brighter...

... aunque la banda imponía su filtro, flotaban en el ambiente un sin fin de sonidos que recordaban otras épocas... aires setentero a lo Sweet home Alabama en "The great pixley train robbery" o en "Rancid girl" abstracción entre ZZ Top y Frank Zappa con la que despidieron en el bis... o en la exótica "American canyon sutra" recreándose en el "kraut" pionero de Can... aires ochentero a lo Joy Divison en "In a chinesse alley" ...  ¡ hasta bossanova ! en su último y recientísimo single "Confidence man" la imaginación es libre... y voló.

Voló y se posó en "Rounder", momento más intenso en cuyos diez minutos se concentraron los citados sonidos y matices que iban y venían revoloteando por el teatro. Ritmo en avance constante, contundente y elegante sosteniendo teclados y guitarra en una especie de "free jazz" medido al milímetro más que improvisado y magia... mucha magia.


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